Neumonía, un grave problema de salud pública

El 12 de noviembre se celebra el Día Mundial contra la Neumonía, una enfermedad que puede ser grave, e incluso mortal, si no se detecta a tiempo. La sociedad no es conscien­te del grave problema de salud pública que supone, de ahí la necesidad de ce­lebrar este día. No en vano, la Neumonía, ha pasado de ser una enfermedad con una gravedad más que re­conocida por todos, a ser infravalorada en su grave­dad y complicaciones. Al igual que ha sucedido con otras enfermedades infec­ciosas, desde la era antibió­tica, hemos banalizado la Neumonía.

De hecho, todos po­demos entender el falleci­miento de una persona que sufre un infarto de miocar­dio, pero no somos cons­cientes de que lamentable­mente siguen muriendo casi el 40% de las personas que ingresan en el hospi­tal por culpa de una Neu­monía. Y aunque muchos de quienes padecen esta enfermedad no requieren hospitalización, sobre todo cuando se trata de jóvenes sin otras enfermedades aso­ciadas, la realidad es que una de cada cinco personas con Neumonía siguen ne­cesitando ser ingresadas.

Por todo ello, hay que dar a este problema de salud pública la importan­cia que realmente tiene y mostrar a la sociedad unos datos que no dejan lugar a dudas: en el mundo, la Neumonía es la principal causa de muerte en niños y la cuarta en adultos; en nuestro país, el dato de los niños no cambia y cuando se trata de mayores, la Neu­monía se convierte en la sexta causa de muerte y la primera de causa infecciosa.

Pero, ¿qué es la Neumonía?

En definitiva, la Neumonía, también denominada pul­monía, es una enfermedad infecciosa y potencialmente grave, que requiere ingreso hospitalario en muchos ca­sos e incluso llega a ocasio­nar la muerte.

Puede estar causada por bacterias, virus y hongos, y entre todos ellos el neu­mococo destaca por ser su causa más frecuente. Pero, sea cual sea el responsa­ble, la forma de actuar es la misma: entran en nuestro aparato respiratorio, pro­vocando una inflamación de los pulmones y evitando que puedan realizar ade­cuadamente la función res­piratoria que tienen enco­mendada.

Y aunque nuestras de­fensas responden a la in­vasión de estos gérmenes, a veces no es suficiente y la Neumonía empeora; in­cluso puede ocurrir que la infección se extienda a la sangre y el resto de órga­nos, lo que se conoce como septicemia, sin duda, una complicación muy grave que puede poner en riesgo la vida. Pero no es la úni­ca. Junto a la septicemia, la insuficiencia respiratoria, el derrame pleural y proble­mas en otros órganos, co­mo el corazón y los riñones, forman parte de la lista de complicaciones que puede acarrear la Neumonía.

Neumonía en adultos

Aunque todos estamos ex­puestos a sufrirla, existen factores que pueden pre­disponer a padecerla en una persona adulta, como son: la diabetes, las enfer­medades respiratorias co­mo asma y EPOC, la edad avanzada, las enfermedades cardiocirculatorias, la insu­ficiencia renal, los tumo­res, el tabaquismo o haber padecido con anterioridad una Neumonía, así como otras enfermedades y con­diciones que alteran nues­tro sistema inmunitario, por ejemplo la desnutrición o el tratamiento con corticoides y otros fármacos que afec­tan a nuestras defensas.

Síntomas

Los síntomas que delatan la presencia de una Neumo­nía son tos, expectoración, dolor costal, fiebre, falta de aire, cansancio y dolor mus­cular, entre otros; aunque hay que tener en cuenta que no siempre están pre­sentes, todo depende de las características del germen que cause la Neumonía y de la persona que la padez­ca. Su médico de familia es el que mejor podrá indicar­le si realmente padece esta enfermedad u otra con sín­tomas similares y el trata­miento que ha de seguir.

La Neumonía puede contraerse al inhalarse los virus o bacterias presentes generalmente en la nariz y garganta de los niños o a través de las gotitas de sa­liva que salen expulsadas con la tos o los estornudos, por lo que en buena me­dida está en nuestra mano prevenir que otras personas acaben contagiándose.

Necesidad de vacunación

La Neumonía puede preve­nirse mediante vacunación. Hay que desterrar la idea de que las vacunas están solo indicadas en los niños. A la población adulta se le recomienda contra el neu­mococo especialmente en personas con enfermeda­des de base como diabetes, EPOC o insuficiencia car­diaca crónica, o personas mayores de 60 años.

Cuando se habla de Neumonía, el mayor nú­mero de complicaciones se da en personas mayores y también en aquellas con las enfermedades crónicas antes mencionadas. Por lo que es importante que estos adul­tos se vacunen de acuerdo a las recomendaciones. Y entre todos debemos dar la ma­yor difusión posible a esta necesidad, desconocida por tantas y tantas personas.

Artículo elaborado por Daniel Ocaña Rodríguez, mé­dico de familia del Centro de Salud Norte, Algeciras.