Cómo envejecer en casa de forma activa e independiente

Cerca de la mitad de la población de España tiene más de 65 años, en torno a 21,5 millones de personas según datos del INE.

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Cada vez más personas buscan envejecer en casa de forma independiente y activa. Este hecho se vuelve especialmente importante en una sociedad en la que cerca de la mitad de la población tiene más de 65 años, concretamente un total de 21,5 millones de españoles según datos del INE.

“Las instituciones públicas, así como las empresas juegan un papel fundamental para favorecer el envejecimiento activo creando un entorno favorable para la población senior. En concreto, se debe dar importancia a la creación de políticas que promuevan actividades y programas que favorezcan el bienestar de estas personas, así como adaptar las infraestructuras a sus necesidades, haciéndolas más accesibles”, asegura Alberto Badás, marketing manager de Stannah España.

El envejecimiento independiente y activo se entiende desde tres pilares básicos: el físico, el mental y el social, siempre buscando el máximo bienestar. De esta forma, Stannah España, como fabricante líder mundial en movilidad, propone una serie de consejos para ganar en bienestar físico, mental y social con el objetivo de promover el envejecimiento en casa de forma independiente y activa.

Bienestar físico

 

Con el paso de los años, el bienestar físico se ve afectado en diferentes ámbitos: movilidad, pérdida de sensibilidad de ciertos sentidos como la vista o el oído e incluso mayor predisposición a padecer enfermedades cardiovasculares.

Una buena alimentación, así como la actividad física regular y un buen descanso diario son primordiales para garantizar el bienestar físico. Sin embargo, es cierto que el paso del tiempo es inevitable y, por ello, es importante valerse ayudas que faciliten el día a día de los mayores de 65 años.

En ese sentido, caben destacar dos: la adaptación del hogar y el uso de tecnologías de asistencia y control de salud.

En referencia al primero, cabe destacar que la mayoría de las viviendas españolas no están construidas siguiendo los criterios de la geronto-arquitectura, que trabaja la accesibilidad y la seguridad para fomentar la independencia y bienestar de la tercera edad. En ese sentido, es importante mejorar la accesibilidad tanto dentro de la propia vivienda como en los espacios comunes.

Así, es clave eliminar obstáculos que puedan provocar caídas, apostar por espacios diáfanos, adaptar la anchura de las puertas para que entren andadores y sillas de ruedas, instalar suelos antideslizantes y asegurar cualquier tipo de desnivel. Con respecto a este último punto, existen diversas soluciones, desde una simple rampa hasta soluciones más avanzadas como una silla o plataforma salvaescaleras hasta ascensores para la comunidad y también privados. “Cada vez vemos cómo más personas muestran un gran interés en la instalación de elevadores unifamiliares en sus hogares con el objetivo no solo de mejorar la accesibilidad en viviendas de dos pisos, sino también de revalorizar su valor de mercado”, apunta Alberto.

Por otro lado, las tecnologías de asistencia y control de salud resultan de gran apoyo para mejorar la calidad de vida de los mayores de 65. Un buen ejemplo son los smartwatches para medir las pulsaciones y actividad física, los monitores de actividad más avanzados para supervisar el ritmo cardíaco, la presión arterial o la calidad del sueño y dispositivos de recordatorio para la toma de medicamentos y la asistencia a citas médicas.

Bienestar mental y social

 

El aislamiento social es uno de los principales problemas que afectan a la población senior y puede perjudicar a su bienestar mental. Por eso, es importante tomar medidas para paliarlo. Así, mantener en contacto con amigos y familiares, participar en actividades comunitarias –en centros de mayores o asociaciones vecinales– e incluso valerse de la tecnología –videollamadas, redes sociales, etc– para comunicarse con otras personas son buenos ejemplos.

Igualmente, es importante contar con apoyo psicológico y emocional que favorezca la salud mental y ayude a abordar ese sentimiento de soledad y tristeza que puede llegar a provocar el aislamiento social en los mayores.