Uno de cada cinco varones sufre disfunción eréctil

La disfunción eréctil (DE) es la incapacidad para conseguir o mantener la erección necesaria para lograr una relación sexual satisfactoria en respuesta a un estímulo sexual

Los problemas de erección son trastornos frecuentes. En España, el 19% de los hombres sufre algún grado de disfunción eréctil, lo que supone que afecta a unos dos millones de personas. Si nos centramos sólo en la franja de edad entre 40 y 70 años, este porcentaje se eleva a la mitad de la población (el 52%).

La disfunción eréctil (DE) es la incapacidad para conseguir o mantener la erección necesaria para lograr una relación sexual satisfactoria en respuesta a un estímulo sexual. Estos problemas de erección tienen que presentarse durante un periodo aproximado de 3 meses. Este factor temporal es importante, ya que si las dificultades para lograr o mantener la erección son esporádicas -especialmente en situaciones de cansancio intenso, estrés o bajo la influencia de un consumo elevado de alcohol- no significa que se padezca disfunción eréctil.

Prevalencia y edad

Aunque la disfunción eréctil es más frecuente en edades avanzadas, no se considera una consecuencia del envejecimiento. La sexualidad no debería tener edad y todas las personas deberían ser capaces de mantener una vida sexual sana a cualquier edad. Además, factores propios de la madurez -como la ausencia de estrés laboral o la nueva forma de ver la vidafavorecen un mayor disfrute de las relaciones sexuales. Algunas encuestas avalan la importancia del sexo para los hombres maduros. Según un estudio desarrollado por Demoscopia en 2002, la mayoría de los hombres mayores de 50 años (73%) afirma que las relaciones sexuales tienen mucha o bastante importancia en su vida y que están satisfechos con ellas.

Cómo se produce la erección

La erección es un proceso que se puede desencadenar a partir de un estímulo sexual o erótico (que puede originarse a través del tacto, de la vista o incluso a partir de la imaginación o el recuerdo). La estimulación es la clave en el inicio de la erección.

Como respuesta a la estimulación, el cerebro elabora los datos y envía la señal hasta los nervios del pene, lo que provoca la dilatación de sus vasos sanguíneos. Los cuerpos cavernosos del pene desempeñan un papel realmente importante en la erección ya que es en su interior donde se “secuestra” la sangre que hace que aumenten de tamaño y consigan la rigidez suficiente para alcanzar la erección. Con el final de la estimulación sexual o tras la eyaculación, se revierte el proceso. El pene se vacía de sangre y recupera su estado habitual de flacidez.

En el 80% de los casos, la disfunción eréctil se produce por causas orgánicas; es decir, existe una enfermedad de base, como diabetes, hipertensión o colesterol, que provoca un daño en los vasos sanguíneos o los nervios del organismo y, por supuesto, del pene. Este daño impide que se transmita correctamente la señal nerviosa que envía el cerebro a partir de la estimulación.

Entre las enfermedades relacionadas con la DE están:

• Alteraciones vasculares (arteriosclerosis, hipercolesterolemia).

• Diabetes.

• Enfermedades neurológicas (ictus, lesión de la médula espinal).

• Problemas hormonales (testosterona baja).

• Cirugía de la pelvis, colon, vejiga, próstata.

• Traumatismos.

• Enfermedades crónicas (enfermedad de hígado, riñón).

Además, algunos medicamentos provocan disfunción eréctil como efecto secundario.

El resto de los casos de disfunción eréctil (20%) tiene un origen psicológico; en contra de la opinión popular que establece las cuestiones psicológicas como la primera causa de DE (70%). Entre los problemas psicológicos más frecuentes se encuentra la depresión, los problemas de ansiedad, el estrés y los problemas de pareja.