Hidratación es sinónimo de vida

Los seres humanos no tenemos un mecanismo eficiente de almacenamiento de agua, por lo que necesitamos un aporte continuo de líquidos para evitar la deshidratación

El agua, sustancia esencial para la supervivencia de todas las formas conocidas de vida, es el principal componente del cuerpo humano y supone entre el 55 y el 60 por ciento del peso corporal total. El agua desempeña funciones muy importantes en nuestro organismo, ya que constituye el medio en el que se diluyen los líquidos corporales (sangre, secreciones digestivas, orina...), es el medio de transporte de nutrientes a la células, ayuda a la digestión al diluir los nutrientes y regula la temperatura corporal mediante la evaporación por la piel. Sin embargo, los seres humanos no tenemos un mecanismo eficiente de almacenamiento hídrico, por lo que necesitamos un aporte continuo de líquidos para mantener los niveles estables para evitar consecuencias como dolor de cabeza, cansancio, debilidad, etc. Si la deshidratación se produce de manera crónica los efectos para la salud pueden ser más graves, sobre todo en los niños, las personas de edad avanzada y los deportistas.

A continuación recogemos las recomendaciones sobre hidratación que hace a la población la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC).

Recomendaciones

1. Beba al menos 2,5 litros de líquido al día. Esta cantidad debe aumentar si realiza ejercicio físico o si hace mucho calor.

2. Trate de beber antes de tener sed. Sólo con que el cuerpo pierda el 1 por ciento de líquidos aparece la sed; si la pérdida es del 2 por ciento se reduce el rendimiento y la resistencia, y a partir del 5 por ciento se pueden producir aceleración del ritmo cardiaco, apatía, vómitos y espasmos musculares.

3. Intente llevar siempre consigo una botella de agua. En el trabajo también es conveniente que beba agua con frecuencia en lugar de otras bebidas (refrescos, café, batidos…).

4. No sustituya el agua por bebidas con cafeína o alcohol. Ambas sustancias actúan como diuréticos y pueden causar pérdidas de agua al aumentar las ganas de orinar.

5. Tenga en cuenta que las personas mayores y los niños son los más vulnerables a la deshidratación,aunque también se debe prestar especial atención a las mujeres embarazadas y a los deportistas, cuyas necesidades hídricas también son mayores.

6. Con la edad el mecanismo de la sed se deteriora, por lo que las personas mayores no sienten la necesidad de beber, pudiendo llegar a tener un grado de deshidratación importanteque hará necesario que tomen líquidos aún sin tener sed. En muchos casos, los ancianos no consumen suficiente líquido por miedo a tener incontinencia urinaria o a tener que ir al servicio cuando están fuera de casa.

7. Asegúrese de que sus hijos beben suficiente agua para compensar las pérdidas hídricas asociadas a su actividad. Tenga en cuenta, además, que el consumo de agua frente al de refrescos puede ayudar a prevenir el problema de la obesidad infantil.

8. Recuerde que tanto la gripe como los resfriados llevan frecuentemente a la deshidratación. En este caso deberá aumentar el aporte de agua, y si se viera obligado a permanecer en cama tenga una botella de agua a mano.

9. Comience y termine su día bebiendo agua. El cuerpo pierde agua mientras duerme, por lo que debe tomar agua antes de dormir y al levantarse.

FUENTE: Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC).