Radiografía de la nutrición en España: raciones excesivas y poco ejercicio

Bajo el lema 'Comer bien para envejecer mejor', el Día Nacional de la Nutrición 2013 desvela los secretos de la longevidad y aporta pequeños consejos para comer mejor

Estamos abandonando "a pasos agigantados" la tradicional dieta mediterránea, comemos raciones excesivas y muy ricas en grasas e hidratos, apenas practicamos actividad física y tenemos déficit de vitamina D. Esta es la radiografía del estado de salud nutricional de los españoles en el Día Nacional de la Nutrición.

Este análisis lo realiza el profesor Ángel Gil, presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT) y catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada. Además, es el presidente del XX Congreso Mundial de Nutrición que se celebrará en esta cuidad andaluza del 15 al 20 de septiembre.

Efesalud ha hablado con él y ha repasado las claves de la nutrición en nuestro país. Tome nota.

¿Cómo es el estado de salud nutricional de los españoles?

Afortunadamente en nuestra población, salvo determinados individuos que tienen enfermedades asociadas, la desnutrición por déficit de nutrientes es muy pequeña.

Pero sí se está observando un déficit de vitamina D provocado por hábitos de vida poco saludables, como no tomar el sol en cantidades pequeñas que es lo que nos proporciona esa vitamina. De hecho, una persona debería tomar el sol una media de 15 minutos diarios.

Si no padecemos déficit nutricional importante...¿significa que estamos bien nutridos?

Salvo excepciones como los ancianos (con déficit de vitamina B12 que condiciona su calidad de vida), en términos generales la población está bien nutrida, aunque sí existe una malnutrición por exceso y eso significa que hay una proporción muy elevada de personas con sobrepeso y obesidad. Y eso no es un buen estado nutricional.

Cuando tenemos un exceso de masa grasa, hay algo que no funciona y significa que no se lleva un régimen de vida saludable. Hay un 5% de obesidades que son puramente genéticas y que poco podemos hacer contra ellas, pero el 95% del sobrepeso y la obesidad se debe a malos hábitos, condicionados por un cierta susceptibilidad génica, pero sobre todo por malos hábitos. Ahí estamos francamente mal y debemos revertirlo, pero se tarda años.

Entonces...¿no tomamos habitualmente la dieta mediterránea?

Por supuesto que estamos abandonando a pasos agigantados la dieta mediterránea que practicaban nuestros abuelos, aquella basada en leguminosas, pero en pocas cantidades, y con bastante fruta, verdura y pescado. Ahora tomamos raciones muy grandes y con una gran cantidad de energía (grasa e hidratos de carbono).

Más allá de la nutrición, el problema está en el sedentarismo. Cuando una persona tiene sobrepeso no solo es por la dieta, sino porque no gasta la suficiente energía. Los niños hacen actividad sedentaria en lugar de actividad física intensa.

¿Cuáles son los principales errores que cometemos los españoles en la alimentación?

El primero es el sedentarismo; además, una excesiva cantidad de alimentos en las raciones y una alta densidad energética por alimentos ricos en grasa e hidratos de carbono.

FINUT nació en marzo de 2011 con el objetivo, entre otros, de evaluar problemas de interés público relacionados con la nutrición. ¿Cuál es el balance en estos dos años?

El principal problema es la educación, al hablar de alimentación todo el mundo opina y muy poca gente tiene conocimiento para ello; es más, en la red se encuentra mucho mito e información apócrifa. Por eso, instituciones como FINUT tenemos la obligación de ofrecer mensajes sencillos y cercanos sobre estilos de vida saludables.

Ahora la nutrición es una asignatura obligatoria en España, pero tiene que haber formación de los educadores y educación familiar.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) ha destacado el poder nutritivo de algunos insectos y su potencial como alimento.

El consumo de insectos ocurre desde que el hombre es hombre y se relaciona con la disponibilidad de los mismos, pero pensar que la alimentación del futuro va a estar basada en insectos es demasiado. La barrera cultural es una de más difíciles de saltar; además, no sabemos cómo comerlos, ni prepararlos, ni producirlos.

FUENTE: Efesalud