Comprar con cabeza pensando en el corazón

Saber adquirir y preparar los alimentos de forma adecuada es un requisito fundamental para cuidar la salud cardiovascular

Bajo el lema "Un mundo, un hogar, un corazón", el Día Mundial del Corazón 2011 pone en relieve la responsabilidad individual de cada persona en el cuidado de la salud cardiovascular. El colesterol es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular y afecta a más de un 40 por ciento de las personas adultas en nuestro país. Una compra cardiosaludable es el primer gesto que podemos realizar para hacerle frente y cuidar nuestro corazón.

"Una elección cardiosaludable de alimentos permite incidir de forma contundente en el nivel de grasas saturadas y de colesterol que ingerimos cada día", explica Meritxell Gómez, experta del Programa NUSA. "Saber comprar y preparar los alimentos de forma adecuada favorece la adopción de una pauta nutricional positiva para nuestra salud cardiovascular", añade.

Al realizar una compra cardiosaludable se puede llegar a reducir en un 54 por ciento la ingesta diaria de colesterol y en un 74 por ciento la de grasas saturadas. Estos dos elementos son determinantes en la aparición y aumento de algunos de los principales factores de riesgo en el desarrollo de las enfermedades del corazón, como unos niveles de colesterol elevados.

Cuando los niveles de colesterol están elevados los expertos recomiendan, de un modo general, seguir una dieta variada y equilibrada que incluya frutas y hortalizas, productos lácteos desnatados con esteroles vegetales, cereales integrales, legumbres, pescado, aceite de oliva y frutos secos.

Reemplazando algunos alimentos por sus versiones magras o desnatadas se alcanzan reducciones muy significativas. En el caso de los lácteos, por ejemplo, al elegirlos siempre desnatados se pueden reducir diariamente casi un 80 por ciento las grasas saturadas provenientes de este grupo de alimentos. Respecto a las carnes, si se apuesta por las opciones magras o de ave blanca se puede reducir hasta un 20 por ciento la ingesta diaria de colesterol aportado.

Respecto a los pescados, es importante incorporar los pescados azules, ricos en grasas "buenas" para el corazón, intentando utilizarlos, por ejemplo, en la mitad de las raciones semanales de este tipo de proteína. Atún, salmón, caballa y sardinas deberían consumirse de forma habitual.

Los frutos secos son otro gran aliado en la lucha contra el colesterol por su alto contenido en fibra. Consumiendo un puñado al día (20-25 gramos, unas 4 o 5 nueces enteras o 18/10 avellanas, almendras o similar), solo o incorporándolo a los platos habituales, se asegura un aporte extra de grasas cardiosaludables.

Además de la compra, las cocciones son un punto fundamental para garantizar una alimentación cardiosaludable. Se deben priorizar los platos a la plancha, vapor o con otro tipo de cocciones sencillas. El rey de la cocina mediterránea, el aceite de oliva, siempre debe estar presente y ser utilizado tanto para cocinar como para aliñar.

El enemigo silencioso de las arterias

El colesterol es una sustancia grasa natural presente en todas las células del cuerpo humano y necesario para su normal funcionamiento. La mayor parte del colesterol se produce en el hígado, aunque también se obtiene a través de algunos alimentos, especialmente los de origen animal. Se trata de un compuesto indispensable para el organismo, pero genera problemas cuando se encuentra en exceso.

Los expertos consideran al colesterol como un enemigo silencioso ya que no produce síntomas pero constituye un factor de riesgo en el desarrollo de las enfermedades del corazón. Hablar de 'compra cardiosaludable' conduce a hablar también de hábitos de vida saludable. Así, abandonar hábitos nocivos como el tabaco o el alcohol y realizar ejercicio físico de forma regular son igualmente importantes para combatir el colesterol y los demás factores de riesgo cardiovascular.