Plantas frente al estreñimiento

Dieta incorrecta, vida sedentaria y horario irregular son las causas más probables del estreñimiento primario

El estreñimiento es un síntoma difícil de definir, puesto que no es fácil establecer un criterio sobre lo que es un tránsito intestinal normal. En la población sana, la frecuencia de evacuación suele estar entre 3 veces a la semana y 3 veces al día, con una eliminación sin dificultad.

Por tanto podemos decir que el estreñimiento es la ausencia de evacuación después de más de tres días, y/o la evacuación con heces duras o de difícil expulsión. En nuestra sociedad es un problema frecuente, derivado en parte por los cambios en los hábitos de vida y es más habitual en el sexo femenino y a partir de los 65 años de edad.

Puede ser secundario, asociado a causas como enfermedades, toma de ciertos medicamentos, etc. o puede ser primario, sin causa probada que es el más frecuente. En este caso, las causas más probables son:

  • Dieta incorrecta: una dieta pobre en fibra y con baja ingesta de líquido.
  • Vida sedentaria: la falta de ejercicio físico no favorece el desarrollo de la musculatura abdominal, importante para una correcta evacuación.
  • Horario irregular: el estilo de vida actual, agitada tanto en lo personal como en lo profesional, impide instaurar la defecación como algo rutinario.

Sin embargo, hay ocasiones en que el estreñimiento se debe a estancias prolongadas en cama, desplazamientos fuera del domicilio habitual o simplemente un embarazo.

Medidas higiénico dietéticas

Siempre que el estreñimiento sea secundario a otras causas es importante seguir los consejos del médico. Pero en la mayor parte de los casos el estreñimiento es primario, con lo que el primer paso, antes de recurrir a medidas terapéuticas farmacológicas, consistirá en seguir una serie de consejos que con constancia ayudarán a mejorar el problema. Estos consejos consisten básicamente en reeducar los hábitos y el estilo de vida, con las siguientes medidas:

  • Beber abundante agua: con ello se hidrata la comida desde la boca, donde se inicia la digestión, lo que facilita el tránsito, ya que al estar el bolo más hidratado "resbala mejor" por el tubo digestivo. Es recomendable beber entre 1 y 1,5 litros de agua repartidos durante el día. Un vaso de agua en ayunas también facilita la evacuación.
  • Establecer un horario fijo. Adquirir o, recuperar si lo hemos perdido, el hábito de defecar con regularidad, utilizando el tiempo necesario, es fundamental para que nuestro cuerpo se acostumbre. Es lo que más cuesta, pero siendo constantes terminará siendo un hábito como tantos otros. También nos ayudará ser regular con las horas de las comidas.
  • No demorar la respuesta ante el reflejo de la defecación. Acudir lo más rápidamente posible al servicio.
  • Aportar en la dieta mayor cantidad de fibras procedentes de vegetales. Una alimentación rica en cereales, frutas y verduras mejora de entrada el tránsito intestinal. La toma de unas ciruelas pasas o unos cereales en el desayuno aportan gran cantidad de fibra y no supone un gran esfuerzo.
  • Evitar la vida sedentaria. Hacer algo de ejercicio no sólo ayuda a combatir el sobrepeso, también mejora el sueño y la motilidad intestinal. Una actividad física regular y adecuada a las características de cada uno tonifica los músculos abdominales, por ejemplo caminar todos los días unos 30 minutos.

El farmacéutico puede ayudarnos a instaurar estos sencillos consejos de la manera más adecuada a nuestras características y circunstancias. Si no fuera suficiente, nos puede recomendar complementos alimenticios a base de plantas medicinales de reconocida eficacia, un tratamiento a base de medicamentos que no necesitan receta médica o nos derivará al médico en los casos que así lo requieran.

Tratamiento a base de plantas

Con las medidas anteriores, en muchos casos, el estreñimiento primario suele mejorar sensiblemente. Si no es así, habría que recurrir al uso de sustancias con suave efecto laxante. Existen plantas con esta acción, cuyo uso es conocido y están especialmente recomendadas para este fin. Sin embargo, si con la toma de estas plantas no conseguimos en unos días los efectos esperados es conveniente consultar al farmacéutico que, tras valorar el caso, si fuera necesario nos remitirá al médico.

Unas plantas facilitan la evacuación al aumentar la cantidad de agua retenida en las heces, otras estimulan el movimiento del intestino o aumentan la secreción de la bilis que va al tubo digestivo y se piensa que en cantidad elevada tienen un ligero efecto laxante.

Dentro de las plantas con acción laxante mecánica tenemos aquellas que son ricas en mucílagos. Los mucílagos son compuestos que en presencia de líquido se hinchan aumentando el volumen de las heces. Son por tanto formadores de masa. Las heces más voluminosas y blandas aumentan el movimiento intestinal de manera que el tránsito se favorece de forma mecánica.

La acción no es inmediata, puede tardar varios días en comenzar el efecto. Siempre deben tomarse con líquido abundante. Por su mecanismo de acción, si se toman junto con otros medicamentos pueden interaccionar puesto que retrasar su absorción. Esto se solventaría distanciando la toma de ambos al menos 1 hora.

En cuanto a efectos adversos, si se toman de forma adecuada los problemas que producen son menores. Por eso pueden tomarse durante periodos largos cuando las medidas higiénicas no son suficientes. Podemos destacar que los primeros días pueden provocar flatulencia y sensación de hinchazón. Están contraindicadas en pacientes con estreñimiento secundario, oclusión intestinal o úlcera gastroduodenal.

En este grupo se encuentra la ispágula (Plantago ovata Forsk), cuyo origen está en India y Pakistán. Los mucílagos se encuentran hasta en un 30% en el tegumento de las  semillas (vaina que las recubre), lo que le confiere propiedades laxantes y emolientes.

Los mucílagos actúan como un coloide. Forman con el agua un gel viscoso, espeso que no se digiere. Este gel hincha las heces, las ablanda y aumenta el movimiento intestinal sin producir dolor, irritación, ni pérdida de sales minerales.

Al tomarlo con agua abundante, se hincha en el estómago y produce sensación de saciedad, lo que se aprovecha también en los tratamientos de control de peso. Forma una capa sobre las paredes intestinales que las lubrica y protege. Reeduca el tránsito intestinal por lo que es muy útil en casos de estreñimiento crónico y cuando la evacuación no es fácil como es el caso de personas con hemorroides y fisuras anales.

Plantas con acción laxante irritante

Su acción es más o menos suave en función de la dosis, de manera que a dosis altas actúa como purgante (produciendo la salida de heces líquidas diarreicas acompañadas normalmente por retortijones). El efecto se manifiesta alrededor de 8 horas después de tomar es remedio, luego es recomendable tomarlo por la noche.

Actúan estimulando el peristaltismo intestinal, produciendo contracciones que pueden llegar a provocar dolores intestinales y disminuyen la absorción de agua y electrolitos con lo que aumenta el líquido intestinal y favorece la acción motora que provoca la defecación.

El empleo de estos laxantes no debe superar los 10 días ya que producen pérdida de líquidos y alteran el reflejo natural de la defecación, pudiendo llegar a producir el efecto contrario.

Están contraindicadas en niños menores de 12 años, mujeres embarazada y en periodo de lactancia o durante la menstruación. Tampoco se debe administrar cuando existe dolor, apendicitis u obstrucción abdominal.

Entre ellas se encuentran:

  • Cáscara sagrada: árbol originario de la costa oeste de los Estados Unidos. Está indicada cuando es necesario facilitar la defecación (por ejemplo cuando existen hemorroides) porque aumenta la salida de líquido intestinal, con lo que consigue una salida de las heces más fácil y cuando se produce un estreñimiento ocasional (por ejemplo viajes). Su acción es suave y se tolera bien.
  • Frángula: la corteza de frángula presenta los compuestos activos antraquinónicos que le confieren su acción laxante. Presenta además propiedades colagogas (aumenta la secreción de bilis al intestino) lo que favorece el efecto laxante. No provoca irritación a las dosis adecuadas, pero su modo de acción indica un uso en estreñimiento ocasional.
  • Sen: tiene propiedades laxantes en la toma a dosis normales o purgantes a altas dosis. Su acción se debe a la presencia de los senósidos (glucósidos antraquinónicos) que contiene. Existen extractos de sen casi exentos de antraquinonas libres que son las que provocan los retortijones y las que pasan a la leche materna.

Se tolera bien, pero si se usa de forma prolongada, produce los mismos problemas que las plantas anteriores, por lo que se indica en estreñimiento ocasional y cuando se requiere la producción de heces blandas.

Finalmente, existen plantas con acción laxante por sus propiedades colagogas que aumentan la salida de bilis al intestino, lo que se ha visto que ejerce un ligero efecto laxante.

Las más representativas son el boldo y el diente de león. Estas plantas son muy útiles en el tratamiento de diferentes trastornos digestivos, entre ellos el estreñimiento.