Las mujeres necesitan dormir más que los hombres, entre 10 y 20 minutos

Los expertos apuntan a hipótesis que tienen que ver con factores como los cambios hormonales o el mayor uso del cerebro en el procesamiento multitarea (‘multitasking’ en inglés) durante el estado de vigilia.

Según diversos estudios, parece constatarse que las mujeres necesitan dormir algo más que los hombres, entre 10 y 20 minutos más. Un estudio llevado a cabo en Estados Unidos apunta a un periodo de 11 minutos más, mientras que otro realizado en el Reino Unido, amplía ese tiempo hasta los 20 minutos.

«Las razones que lo explican no están del todo claras, pero parece que este efecto podría estar relacionado con la presencia de determinadas hormonas femeninas. De hecho, en la menarquía y en la menopausia se producen importantes alteraciones en estas hormonas, lo que puede provocar alteraciones en los ciclos de sueño», destaca el Dr. Rafael Téllez, responsable Unidad del Sueño de la Clínica IMQ Virgen Blanca

Efectivamente, durante la menstruación, un tercio de las mujeres tienen problemas para dormir debido a calambres, dolores de cabeza e hinchazón, declarando niveles más altos de somnolencia diurna, cansancio y fatiga. Al llegar a la menopausia, hasta el 85 por ciento de las mujeres experimentan sofocos. Cuando éstos ocurren por la noche, las mujeres se despiertan sudando, lo que interrumpe su sueño, deteriorando la calidad de su descanso.

Además de los factores anteriores, el Dr. Téllez añade una hipótesis que manejan los especialistas, «se propone que los cerebros que más se activan en la vigilia, necesitan más el descanso reparador del sueño para equilibrarse. Y parece que la mujer suele estar más en “modo multitarea” diurno que los hombres. Lo que también está comprobado es que ellas son más vulnerables frente a los trastornos del sueño que ellos».

En relación a lo anterior, las mujeres tienen un 40 por ciento más de probabilidad de tener insomnio que los hombres y también tienen casi el doble de probabilidad de sufrir ansiedad y depresión que los hombres, dos condiciones fuertemente asociadas con el insomnio.

‘Sleep divorce’ o divorcio de dormitorio

 

Dormir en pareja, en la misma cama, en el mismo colchón, es algo absolutamente habitual en la sociedad actual, sin embargo, puede que, en algunos casos, no sea la costumbre más saludable para un óptimo descanso nocturno.

«Entidades como el Better Sleep Council han apuntado en un estudio que una de cada cuatro parejas optan por dormir en camas separadas. Es lo que en el ámbito anglosajón se conoce como un divorcio de sueño o ‘sleep divorce’. Este puede ser en camas separadas en el mismo dormitorio, o en dormitorios separados, ya que a veces, el problema son los ronquidos», pone de relieve el Dr. Téllez.

Siguiendo en esta línea, un estudio de 2016 realizado por la Universidad Médica Privada Paracelsus en Nuremberg, Alemania, descubrió que los problemas para dormir y los problemas de relación tienden a ocurrir al mismo tiempo.

Tal y como aconseja el experto en sueño de IMQ, «dormir en camas separadas no es algo nuevo, y se ha dado en diversas épocas y en diferentes culturas. Puede traer a los miembros de la pareja una mejora en el descanso nocturno e, incluso, en otras parcelas de la vida sentimental. Sin embargo, en otras ocasiones puede tener efectos no deseados, por lo que es esencial que antes de tomar una decisión de estas características ambos hablen del tema, de forma que la decisión de dormir en camas  separadas sea algo deseado y no impuesto».

Ronquidos

 

«En los casos en que los ronquidos son algo habitual, es esencial acudir al médico a consultar el problema y obtener un diagnóstico preciso, valorando la posibilidad de que exista una apnea obstructiva del sueño u otro problema de salud», destaca el Dr. Téllez. «Sin embargo, para las personas que roncan esporádicamente, se pueden ofrecer una serie de consejos. Por ejemplo, intentar dormir de lado en vez de hacerlo sobre la espalda; limpiar de manera efectiva las fosas nasales antes de dormir; o hidratar la garganta de manera previa al descanso nocturno».

Bebés con el sueño cambiado

 

Para muchos padres y madres, el sueño cambiado del bebé es o ha sido una realidad que ha afectado de manera negativa a su calidad de descanso. En estas situaciones, el bebé duerme mucho durante el día pero por la noche llora y no consigue conciliar el sueño, con el consiguiente trastorno para sus progenitores.

«Los padres y las madres pueden optar por no hacer nada y dejar que la naturaleza, gracias a los estímulos ambientales (oscuridad, calma y silencio) y los cambios hormonales que diferencian los estados de vigilia y sueño, hagan su labor, normalizando los horarios de sueño del bebé», declara el especialista de IMQ.

Otro consejo del especialista es «interrumpir el sueño diurno del bebé cuando lleva más de dos horas durmiendo. La razón de esto estriba en que los recién nacidos suelen tener un único ciclo de tres horas de sueño al día. Si lo hace durante el día, no lo hará por la noche, por lo que de esta manera se intenta acostumbrar al bebé a que haga el ciclo largo de sueño en horario nocturno».