La miastenia gravis, una enfermedad rara ‘en expansión’

El porqué hay que buscarlo en un diagnóstico cada vez más precoz y en un gran aumento de casos en mayores de 65 años

Según datos estimados de la Sociedad Española de Neurología (SEN) en España podría haber más de 9.000 afectados por miastenia gravis, una enfermedad que, aunque rara, ha experimentado en la última década un gran incremento tanto en su incidencia como en su prevalencia.

El porqué hay que buscarlo en un diagnóstico cada vez más precoz y en un gran aumento de casos en mayores de 65 años, seguramente porque ahora las personas viven más tiempo. Tal es así que España es uno de los cuatro países en los que se ha registrado una mayor incremento de casos en este grupo de población.

No obstante, la miastenia gravis afecta a personas de todas las edades. Los niños tampoco se libran: entre un 10% y un 20% de los diagnósticos corresponden a casos infantiles. Ya en la edad adulta, la enfermedad presenta un pico de mayor incidencia entre los 20 y 40 años, en mujeres, y entre los 60 y 70 años, en los hombres.

¿Qué es la miastenia gravis?

La miastenia gravis es una enfermedad neuromuscular autoinmune de origen desconocido, que se caracteriza por debilidad y fatiga precoz de los músculos esqueléticos o voluntarios del cuerpo.

En numerosos casos, son los músculos de los ojos los que experimentan los primeros síntomas, generalmente en forma de visión doble o caída de párpados. Pero en otras ocasiones, la enfermedad da la cara porque la persona experimenta debilidad anormal de las extremidades, cambios en la expresión facial o dificultad a la hora de hablar, comer o incluso respirar.

Actualmente no existe un tratamiento que cure la enfermedad, pero sí  muchos que permiten que las personas que la padecen logren reducir o mejorar sus síntomas. Incluso hay quien consigue la remisión permanente o a largo plazo.

En palabras del doctor Jordi Díaz Manera, coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Neuromusculares de la Sociedad Española de Neurología, la miastenia gravis "es una de las enfermedades neuromusculares con mejor pronóstico, siempre y cuando se detecte y trate de forma precoz. En caso contrario, puede afectar muy seriamente a la calidad de vida de los pacientes".

Dificultades de diagnóstico

"Teniendo en cuenta que los pacientes no tienen el mismo grado de afectación y que ciertos síntomas -como la fatiga o la debilidad muscular- pueden ser causadas por muchísimas razones y enfermedades, estamos hablando de una enfermedad que entraña muchas dificultades de diagnóstico", explica el especialista.

"Actualmente, prosigue, un paciente, desde que experimenta los primeros síntomas, tarda entre 3 meses y 3 años en recibir el diagnóstico correcto. Además, sospechamos que existen muchos casos sin diagnosticar, sobre todo en personas mayores".

Por esta razón, desde la SEN insisten mucho en la necesidad de potenciar las Unidades Especializadas como una de las mejores fórmulas para mejorar la calidad asistencial al paciente y la rapidez en el diagnóstico.