Cómo aliviar el dolor e irritación de garganta

La mayoría de los problemas de la garganta son considerados menores y desaparecen por sí solos o con la ayuda de algún fármaco o remedio casero

No necesariamente el dolor de garganta es una dolencia propia del invierno, ya que también aparece en otras estaciones del año, pero sí es cierto que es durante los meses más fríos y con las primeras heladas, cuando los médicos comienzan a registrar en sus consultas un incremento de afecciones en las vías respiratorias altas: resfriado, faringitis, amigdalitis, laringitis, otitis, sinusitis, etc., afecciones causantes de numerosos casos de baja laboral y absentismo escolar. También en las farmacias se observa un notable aumento en la demanda del consejo farmacéutico y de productos para aliviar dichas molestias.

En líneas generales, puede decirse que el dolor de garganta es un síntoma que viene dado generalmente por un proceso infeccioso a nivel de la faringe o la laringe. La causa más frecuente suele ser una infección viral, y en concreto por virus procedentes del resfriado común y de la gripe.

De modo que el principal síntoma de la amigdalitis, faringitis y laringitis es el dolor de garganta, y como tales enfermedades infecciosas, se adquieren por contagio, bien a través del aire –alguien próximo que tose, habla, estornuda...-, o bien por contacto directo, prácticamente como ocurre con los catarros, pero existen también otras causas desencadenantes, que incluyen alergias –factores ambientales-, infecciones por la bacteria estreptococo o reflujo gástrico esofágico.

Laringitis

En lo que respecta a la laringe, es la parte del aparato respiratorio que alberga a las cuerdas vocales. Cuando se inflama, da paso a la laringitis, un proceso generalmente leve caracterizado por la ronquera o pérdida de voz, "tos de perro" o tos seca, en ocasiones puede derivar en fiebre, malestar general, náuseas y vómitos e incluso sensación de falta de aire (disnea), además del consabido dolor de garganta.

Como en los casos de faringitis y amigdalitis, el agente causal más frecuente de la laringitis es un virus o una infección bacteriana como consecuencia de un resfriado común, bronquitis, gripe o neumonía. Además de por forzar la voz, aparece por reacciones alérgicas o inhalación de elementos irritantes, como la polución, el tabaco y el alcohol.

Por otro lado, cabe añadir que la proximidad anatómica de la faringe y las amígdalas puede devenir en una inflamación simultánea de ambas, en cuyo caso la afección pasa a denominarse faringoamigdalitis, y el resultado es una garganta dolorida y unas amígdalas enrojecidas e hinchadas. La causa puede igualmente ser de origen bacteriano o viral.

Para mitigar el dolor y la irritación de la garganta, el remedio más socorrido son los analgésicos comunes o a las pastillas que le indicará su médico o farmacéutico.

Para mitigar el dolor y la irritación de la garganta, póngase en manos de su médico o farmacéutico.

Virales y bacterianos

La mayoría de los problemas de la garganta son considerados menores y desaparecen por sí solos o con la ayuda de algún fármaco o remedio casero. Las faringitis virales, por ejemplo, resultan ser procesos benignos que por lo general se resuelven espontáneamente. Cursan con fiebre moderada o ausencia de ella, no se observa secreción de pus en la garganta, se presenta de forma gradual, el dolor no es muy intenso y no distingue edades para hacer acto de presencia.

Ocurre lo contrario con las faringitis y las amigdalitis bacterianas, que pueden dar lugar a complicaciones como abscesos y fiebre reumática. Suelen ir asociadas a síntomas de rinitis infecciosa nasal con obstrucción de la nariz, rinorrea y estornudos. En este caso, la faringitis puede desencadenar una fiebre elevada superior a 38 grados; se observa secreción de pus, aparece de manera brusca con dolor intenso, y lo hace en edad escolar, preferentemente.

Si el estado febril y el malestar general intenso se prolongan más allá de tres días después del inicio de la infección, con el problema añadido de los dolores de garganta a lo que a menudo se suma el dolor de oídos, todo ello podría ser indicio de la presencia de una infección bacteriana. En este caso, para salir cuanto antes de dudas, es necesario visitar al médico para que haga el correspondiente diagnóstico e indique el tratamiento.

Cuando la faringitis adquiere un carácter de cronicidad, puede ser fruto de una infección o irritación continua de los pulmones, por el abuso del tabaco y/o alcohol, aire contaminado, sequedad en el ambiente por calefacción o aire acondicionado, irritantes externos como el polvo, etc.

Tratamiento

En todos los casos, la sensación dolorosa que se percibe en la garganta por los citados trastornos se acentúa al tragar algún líquido o alimento. Para mitigar el dolor y la irritación de la garganta, el remedio más socorrido son los analgésicos comunes o las pastillas que le indicará su médico o farmacéutico. También el consumo de líquidos, sobre todo no muy fríos, puede servir de alivio.

Para la laringitis vírica no existe ningún tratamiento específico, pero sí se recomienda dejar reposar la voz el mayor tiempo posible e inhalar vapor de agua para aliviar los síntomas. Conviene que el enfermo guarde reposo para permitir que el organismo se recupere, y acudir al médico si los síntomas persisten o empeoran más allá de 48 horas.

Si la infección es de origen vírico en la faringitis, amigdalitis y laringitis, los médicos hacen especial hincapié en no emplear antibióticos; pero sí su origen es bacteriano, lo que es poco frecuente, entonces sí se pueden utilizar, pero siempre bajo estricta prescripción médica. Este punto se debe tener muy en cuenta.

En cualquier caso, ante un dolor de garganta el médico prescribirá en función de factores como la edad del paciente, la sintomatología, la brusquedad o lentitud de la aparición de los mismos, si hay embarazo o periodo de lactancia, si se toman otros medicamentos, si padece enfermedades de base como diabetes, alergias, problemas cardiacos, respiratorios, renales, etc. El objetivo es discriminar la causa que origina la afección.