Cuidados del viajero

Un viaje a un lugar de riesgo sanitario debemos prepararlo con tiempo, pues hay vacunas que deben administrarse con meses de antelación

Los viajes fuera de nuestras fronteras se encuentran en crecimiento continuo en los últimos años. Gracias a la facilidad de desplazarse a grandes distancias en poco tiempo, ya sea por motivos profesionales, por ocio o muchas veces por razones humanitarias, los destinos a zonas exóticas van en aumento. Esto ha llevado a un aumento de la prevalencia de enfermedades tropicales en países desarrollados y España no es un caso aparte.

Personas de cualquier edad, con patologías de base y/o inmigrantes realizan estos viajes, lo que debe llevarnos a prestar especial atención y conocer los riesgos que conllevan para la salud. Desde el punto de vista de la Salud Pública, es fundamental el conocimiento de los riesgos que se asumen con estos viajes y la información necesaria para adoptar las medidas preventivas oportunas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) anualmente publica una guía sanitaria para los viajeros internacionales. En España el Ministerio de Sanidad se ocupa de traducirla para que toda la población tenga acceso a las medidas preventivas generales en cada país del mundo, tanto de prevención individual como de vacunaciones obligatorias.

Dentro de los factores a tener en cuenta al evaluar el riesgo de un viaje, el destino es el primero. También hay que tener en cuenta la duración de la estancia, en qué estación se viaja, dónde nos alojaremos, cuál es el motivo del viaje (turismo, aventura, trabajo humanitario, etc.) y, por supuesto, el estado de salud previo del viajero, su conducta durante el viaje y la edad. Aunque el país de destino suponga un riesgo, si el viajero tiene una conducta prudente, se aloja en condiciones higiénicas adecuadas, tiene agua potable y recursos médicos accesibles, el riesgo para la salud no será alto.

¿Qué haremos antes del viaje?

Un viaje a un lugar de riesgo sanitario debemos prepararlo con tiempo, pues hay vacunas y fármacos que deben administrarse hasta con varios meses de antelación.  Debemos saber si España tiene algún acuerdo de atención médica con el país al que nos dirijamos, pues si no es así tendremos que contratar un seguro médico que nos dé la suficiente cobertura. Para recabar esta información podemos recurrir a las Direcciones Provinciales del Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS).

El Ministerio de Sanidad aconseja que se haga una visita previa al médico de cabecera para valorar nuestro estado general o para que extienda, si padecemos alguna enfermedad, un informe sobre la misma y nos recete medicación en cantidad suficiente para cubrir el periodo del viaje.

Las embarazadas o personas con deficiencias inmunológicas crónicas precisan de recomendaciones específicas. Además hay que tener  en cuenta que embarazadas en sus últimas semanas de gestación (4 u 8 semanas si el embarazo es múltiple) no pueden viajar en avión, así como niños menores de 7 días o madres antes del séptimo día después del parto.

Los viajeros que por edad presentan más riesgo son los ancianos y los niños. Aunque los niños se adaptan mejor al clima y a los cambios horarios que los adultos, su resistencia a ciertas enfermedades, a la deshidratación, etc. es menor. Los pediatras recomiendan que todos los niños menores de 2 años que vayan a viajar a zonas tropicales acudan a la Unidad del Niño Viajero del Hospital Carlos III de Madrid. Allí se realiza un asesoramiento específico sobre protección solar, repelentes de insectos, ropa, alimentación, vacunas, quimioprofilaxis, botiquín y sobre la posible diarrea en los niños de tan corta edad pues puede ocasionarles una deshidratación aguda que tratada de forma incorrecta incluso puede producir la muerte en pocas horas.

En cuanto al vestuario más adecuado dependerá de la zona. En zonas tropicales lo mejor son las fibras naturales no ajustadas y de colores claros. El calzado será amplio y bien ventilado para evitar las infecciones por hongos. Siempre debemos mirar el interior del calzado antes de ponérnoslo, así como el interior de sábanas y mantas para evitar picaduras por insectos o pequeñas serpientes que pudiera haber en el interior. Si secamos la ropa al aire es muy importante sacudirla y plancharla después a alta temperatura para matar huevos, larvas, parásitos o insectos que pudieran haber quedado en ellas.

Los cambios bruscos de temperatura entre el día y la noche pueden provocar resfriados si no llevamos ropa de abrigo, y el calor y la humedad extrema pueden ocasionar golpes de calor, que requerirán atención médica. Se recomienda tomar a menudo bebidas ricas en sales minerales, zumos y té.

La protección frente al sol y a los mosquitos es prioritaria para evitar insolaciones, quemaduras y enfermedades que se transmiten a partir de las picaduras.

Botiquín

Debemos preparar un botiquín básico que nos permita solucionar circunstancias sencillas durante el viaje. Es importante llevar:

  • Material para desinfección y curas (algodón, gasas estériles, tiritas, esparadrapo, suero estéril para lavado de heridas -si es posible que sea monodosis para evitar que se contamine-, algún desinfectante, etc.).
  • Repelente de mosquitos y productos para aliviar las molestias de las picaduras.
  • Protectores solares (corporal, facial, labios).
  • Termómetro.
  • Antipiréticos (paracetamol, ácido acetilsalicílico sólo para mayores de 16 años, etc.).

Llevaremos nuestra medicación habitual en cantidad suficiente para todo el viaje y protección si se van a mantener relaciones sexuales. Si el médico nos recomienda alguna medicación especial para la zona que vamos a visitar, no debemos olvidarla.

Algunas vacunas son obligatorias para entrar en determinados países.

Vacunas

Algunas vacunas son obligatorias para entrar en determinados países. Estas vacunas sólo se administran en los Centros de Vacunación Internacional autorizados por la OMS. Estos centros emiten al paciente un Certificado Internacional de Vacunación. El que un país no lo exija, no exime que se pueda dar la enfermedad en ese país, luego atenderemos las recomendaciones del Centro de Vacunación.

Son obligatorias en algunos países: la de la fiebre amarilla, enfermedad meningocócica (en Arabia saudí durante el periodo de Peregrinación a la Meca) y poliomielitis (aunque está erradicada en occidente persiste en países menos desarrollados)

Otras vacunas son de uso selectivo sólo para destinos concretos y valorando incluso en base al riesgo individual: cólera, fiebre tifoidea, hepatitis A y B, rabia, tétanos, difteria, etc.

Quimioprofilaxis

Es básica en la prevención del paludismo o malaria ya que no se dispone de vacuna. Es una enfermedad grave, que puede ser mortal. Afecta a casi todos los países tropicales y es transmitida por la picadura de un mosquito del género Anopheles. Sólo se recomienda en casos de riesgo de contagio. La toma comienza una semana antes del viaje, durante el viaje y hasta 4 semanas después del viaje ya que el parásito puede permanecer en el hígado sin producir síntomas.

Lo primero en la prevención es intentar evitar la picadura. Medidas eficaces en este sentido son:

  • Evitar salir al anochecer y al amanecer que es cuándo más pican y si se sale hacerlo con ropas largas de colores claros, nunca oscuros, que atraen a los mosquitos.
  • Alojarse en edificios bien construidos con mosquiteras en las ventanas (o poniendo una mosquitera alrededor de la cama impregnada con un repelente de mosquitos y un insecticida), cerrando puertas y ventanas durante la noche.
  • Impregnar las zonas expuestas del cuerpo con repelentes y pulverizar insecticidas por el alojamiento

Además hay que tomar los medicamentos adecuados según las pautas que marca la OMS, teniendo en cuenta sus efectos secundarios, siempre prescritos por un profesional especializado en consultas personalizadas de atención al viajero. Los medicamentos autorizados en España que se usan en función de la zona a la que se viaja por las resistencias que con el tiempo aparecen son: cloroquina, doxiciclina, mefloquina, hidroxicloroquina, pirimetamina y proguanil/atovacuona.

¿Qué haremos durante el viaje?

Es importante tener cuidado con los alimentos, con el agua tanto de bebida como de baño, con los animales, alteraciones digestivas y enfermedades de transmisión sexual o sanguínea.

  • Los alimentos pueden estar contaminados aunque tengan buen aspecto. No se deben tomar verduras crudas ni fruta sin pelar a no ser que se hayan lavado con agua y unas gotas de lejía para consumo humano durante al menos media hora. Las carnes y pescados estarán cocinados recientemente y hay que ser cuidadosos con la leche, los dulces y los helados. No comeremos alimentos que contengan huevo crudo o poco cocinado ni comida elaborada en puestos callejeros.
  • El agua trasmite enfermedades infecciosas, luego sólo la beberemos embotellada y abierta delante de nosotros. Con el hielo tendremos especial cuidado pues puede ser dañino si se ha preparado con agua contaminada. Si tenemos que tratar el agua podemos hacerlo de forma sencilla, hirviéndola durante 10 minutos o poniéndole 2 gotas de lejía de consumo humano por litro y esperando al menos 30 minutos. Otra precaución a tener en cuenta consiste en no lavarse los dientes con agua que tenga un origen dudoso; mejor hacerlo con agua embotellada.
  • El agua de baño en los ríos puede estar infectada con parásitos que producen enfermedades tanto en las vías intestinales como en los ojos y oídos. Sólo son seguras las piscinas con agua tratada. El agua del mar no suele implicar infecciones pero sí picaduras o mordeduras de peces o medusas, o dermatitis producidas por las secreciones tóxicas de anémonas, crustáceos, etc.
  • Enfermedades que se transmiten vía sanguínea o sexual como el VIH Sida, las hepatitis B y C y otras enfermedades venéreas, se combaten usando material desechable en curas y manteniendo relaciones íntimas con preservativo.

¿Qué haremos después del viaje?

Hay enfermedades que se manifiestan días o meses después de volver del viaje. En el caso de sufrir fiebre después de haber visitado una zona con riesgo de contraer paludismo, aunque se hayan tomado medicamentos preventivos hay que acudir al médico. Lo mismo se aconseja en caso de presentar manchas en la piel, diarrea, etc. con una duración mayor a 15 días. Existen en España unidades especializadas en enfermedades tropicales donde se detectan y tratan los casos.

Cuando viajamos a zonas tropicales y permanecemos allí durante largas temporadas es necesario realizar a la vuelta una revisión médica para comprobar que no presentamos ningún problema de salud.