Una de cada cuatro mujeres desconoce que existen diferentes tipos de cáncer de mama

La concienciación sobre el cáncer de mama es alta: el 53% de las mujeres declara que se sienten capaces de identificar los signos y síntomas, y el 65% ya se autoexamina con regularidad.

Con motivo del inicio de octubre, declarado Mes de la Sensibilización sobre el Cáncer de Mama por la Organización Mundial de Salud, GenesisCare, compañía líder internacional en tratamientos oncológicos, ha llevado a cabo un estudio sobre el conocimiento de las mujeres españolas de esta patología, en el que se ha concluido, entre otros resultados, que una de cada cuatro mujeres desconoce que existen diferentes tipos de cáncer de mama. A través de esta investigación, GenesisCare tiene el objetivo de continuar concienciando sobre el cáncer de mama, ya que se estima que 33.375 mujeres en España lo desarrollarán a lo largo del 2021.

Además, el estudio también revela que un 15% de las mujeres españolas considera que todos los tratamientos son iguales para esta enfermedad. Esta falta de conocimiento puede conducir a hábitos poco saludables, a ignorar los síntomas a la hora de estar alerta y a poseer dudas acerca de la autoexploración, lo que puede desencadenar en una mayor sensación de ansiedad en el momento de buscar consejo y terapia.

No obstante, las estadísticas muestran un alto grado de sensibilización, puesto que, el 53% de las mujeres afirma que se sienten seguras identificando los síntomas y el 65% se autoexamina con regularidad en busca de señales. Esto se debe a que, con el paso de los años, las mujeres se han dado cuenta de que el tiempo juega un papel trascendental en el tratamiento y diagnóstico del cáncer, ya que un resultado precoz puede salvar la vida de las pacientes.

Falta de perspectiva en los tratamientos

 

Uno de los aspectos en los que la idea errónea está más extendida es la cirugía, ya que más del 24% de las mujeres cree que la mastectomía o la doble mastectomía son inevitables en el curso del tratamiento. Además, un 50% considera que la cirugía dejaría cicatrices de por vida y un 53% vería afectada su autoestima por las heridas causadas.

En este sentido, la doctora Escarlata López de GenesisCare explica que: “Existe la posibilidad de cirugía conservadora de la mama extirpando solo el tumor y a continuación, contamos con tratamientos innovadores y seguros como la radioterapia guiada por superficie (SGRT), gracias a la cual se puede emplear la técnica de tattooless, que evita dejar marcas o tatuajes permanentes en la piel, que la radioterapia tradicional hasta ahora dejaba. Este avance es muy positivo para la paciente desde el punto de vista psicológico ya que preserva la imagen corporal”. La SGRT utiliza una sofisticada tecnología de cámaras 3D para posicionar muy bien al paciente y así atacar y destruir con radioterapia de precisión las células cancerosas. Este sistema controla el movimiento de la paciente durante el tratamiento y, si se produce un movimiento fuera del rango permitido, se detiene la radiación.

Técnicas complementarias

 

De igual manera, se realizan estos tratamientos con técnicas complementarias como la inspiración profunda mantenida (DIBH), que permite reducir en gran medida la exposición del corazón a la radiación o el esquema Fast Mama, indicado para los cánceres de estadios iniciales cuyo principal beneficio es que se realiza en 5 sesiones en lugar de 15, con los mismos resultados, con una experiencia de paciente mucho más satisfactoria y rápida. La cantidad de sesiones es indicada bajo criterio médico.

En esta línea, el estudio ha descubierto que un 34% de las mujeres piensa que la quimioterapia está incluida en todos los tratamientos contra el cáncer de mama y casi la mitad (46%) cree que perder el cabello es un efecto secundario inevitable del tratamiento. Sin embargo, existen alternativas cuando la quimioterapia está indicada, como el casco de enfriamiento del cuero cabelludo. Este es un casco de silicona que se le coloca al paciente y a través del que circula líquido refrigerante en un circuito cerrado. Este líquido actúa como vasoconstrictor y reduce el flujo de sangre en los folículos, disminuyendo la absorción por la célula y la difusión de la droga en los mismos. Por ende, hace a los folículos del pelo menos susceptibles al daño por la quimioterapia y se podría reducir la caída del cabello.

Además, las mujeres se preocupan por cómo encajará el tratamiento en sus vidas, ya que seis de cada diez encuestadas (57%) creen que el tratamiento las dejará exhaustas hasta el punto de no poder seguir con sus rutinas diarias.

Quimioterapia y otros tratamientos

 

De la misma manera, sólo una pequeña proporción de mujeres conoce que hay tratamientos que incluyen terapia hormonal (22%) y menos aún están al corriente de la terapia dirigida (12%), un uso de fármacos que se administran solos o junto con la quimioterapia para impedir el crecimiento y la propagación de las células cancerosas.

En lo que respecta a la duración de las sesiones de quimioterapia, hay también una gran disparidad en la comprensión colectiva de las españolas. En su mayoría, se decantan por las seis semanas de tratamiento; no obstante, la media de respuestas fue de diez. Además, las propias sesiones resultan ser una gran incógnita, con un 16% que estima que durarán una hora y un 54% que cree que pueden ser de dos horas o más. Nos explica nuestra oncóloga especializada en mama, la doctora Escarlata López, que la media de sesiones de quimioterapia suele ser entre 4 y 6 sesiones con una duración media de 2 horas.

La importancia de la detección precoz

 

Sin embargo, no es solo en el tratamiento donde las mujeres cuentan con dudas, sino también en las fases de detección. Una de cada dos (51%) de las mujeres no sabe a qué edad puede someterse a un cribado poblacional mediante las campañas de diagnóstico precoz de su Comunidad Autónoma.

De esta manera, es clave que la mujer acuda a sus citas programadas, ya que el cáncer de mama es una enfermedad con una probabilidad de curación del 85%. Por lo que, si se logra detectar a tiempo, la posibilidad de recuperación puede ser todavía más alta. Por ello, son cruciales las técnicas de autoexploración mamaria, las revisiones periódicas y la mamografía.

Facilitar información sobre las opciones de tratamiento

 

Esta escasez de conciencia también conduce a un mayor sentimiento de ansiedad al respecto. El 73% de las mujeres que no estaban seguras de lo que podía suponer el tratamiento del cáncer de mama, admitieron que la falta de conocimiento hacía que la perspectiva de recibir un diagnóstico fuera aún más aterradora. Asimismo, otro 55% admitió que el desconocimiento de todas las implicaciones del tratamiento les hacía sentir que no eran capaces de hacer las preguntas adecuadas a los profesionales médicos en el caso de padecer la enfermedad.

Es evidente que un mayor conocimiento de los avances disiparía los mitos y permitiría a las mujeres buscar ayuda antes, dándoles confianza para saber qué preguntas hacer (49%) y dónde acceder a la información correcta sobre opciones de tratamiento (46%), ayudándolas, a su vez, a tomar decisiones informadas sobre las opciones de tratamiento con sus médicos.  Este conocimiento haría que el 52% de las mujeres se sintiera más capacitado para buscar un diagnóstico más temprano y para tomar decisiones de tratamiento ante un diagnóstico positivo con su médico.