Las restricciones de movilidad y el miedo al contagio de la Covid-19, son amenazas para la detección precoz del glaucoma, segunda causa de ceguera irreversible que al ser asintomática, no se revela hasta que se pierde visión que ya no se podrá recuperar.

Carlos Rodríguez, oncólogo del Grupo Policlínica, insiste en que: “En un momento como este no hay que reducir el esfuerzo en diagnóstico precoz, implantación de estudios moleculares y de avances terapéuticos”.