Los casos de migraña crónica aumentan un 3% cada año

La automedicación y la falta de diagnóstico y tratamiento tienen la culpa

La migraña es una de las veinte enfermedades más discapacitantes que existen. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), más de 3,5 millones de personas la padecen en nuestro país. De ellas, casi un millón la sufren de forma crónica, es decir, tienen dolor de cabeza más de quince días al mes.

Lo habitual es que el dolor de cabeza que genera la migraña se manifieste en un solo lado de la cabeza, aunque después puede generalizarse a ambos lados. En la mayoría de las crisis se padece un intenso dolor pulsátil que aumenta con la actividad física o el simple movimiento, casi todas las personas con migraña padecen náuseas y una gran mayoría hipersensibilidad a los estímulos sensitivos, es decir, intolerancia a la luz, a sonidos o a ciertos olores.

Por todo ello, no es de extrañar que más del 42% de quienes sufren migraña padezcan una discapacidad moderada o grave y que sea la migraña crónica el tipo de cefalea que más impacto ejerza sobre la vida de los pacientes. En concreto, "la migraña crónica produce hasta seis veces más discapacidad, disminución de la productividad y de la calidad de vida y tres veces más dolor crónico, ansiedad o depresión que la migraña episódica", señala la Dra. Patricia Pozo Rosich, coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología.

Cronificación de la migraña

El sobrepeso, la depresión, los trastornos de sueño, pero sobre todo la automedicación y la falta de diagnóstico y tratamiento, son los principales factores que cronifican la migraña. Según datos de la SEN, cada año, un 3% de los pacientes con migraña episódica (es decir, cuando se padece menos de quice días de dolor de cabeza al mes) pasan a padecer migraña crónica y un 6% de los pacientes pasa de una migraña episódica de baja frecuencia a una de alta frecuencia. A pesar de ello, hasta un 25% de los pacientes que sufren migraña nunca ha consultado su dolencia con el médico y un 50% abandona el seguimiento tras las primeras consultas.

Y todo cuando existe una amplia variedad de tratamientos verdaderamente útiles para cortar las crisis de migraña. En este apartado es importante precisar dos aspectos: para no caer en la automedicación y haya riesgo de cronificar la enfermedad, este tipo de fármacos han de acompañarse siempre de la receta de un médico y gracias a los tratamientos, cada año, un 13% de las personas que padecen migraña crónica consiguen reducir la frecuencia de sus crisis.

Desencadenantes

Aunque la predisposición a padecer migraña tiene un carácter genético, existen ciertos estímulos o desencadentes que no son la causa de la crisis pero sí pueden ser los responsables de provocar un episodio de dolor. El estrés, la alteración del ritmo de sueño, el ayuno prolongado y el consumo de alcohol son los principales desencadenantes. Pero también hay que tener en cuenta otros, como los cambios hormonales, climatológicos y de temperatura, ciertos olores y algunos alimentos.