Soluciones a la inevitable vista cansada

La presbicia es consecuencia de la pérdida progresiva en el tiempo de la capacidad del ojo para enfocar objetos que están cerca

Presbicia es una palabra que deriva del griego y significa "ojo viejo". La presbicia, popularmente conocida como vista cansada, es consecuencia de la pérdida progresiva en el tiempo de la capacidad del ojo para enfocar objetos que están cerca y producir en la retina una imagen nítida.

El poder para enfocar que tiene el ojo, la capacidad de acomodación, va ligado a la elasticidad del cristalino y de las estructuras que lo rodean (músculo ciliar y cuerpos ciliares). Esta elasticidad, al igual que pasa con las características del resto de nuestro organismo,  se va perdiendo con el paso de los años, con el envejecimiento; es por tanto una condición fisiológica, no una patología.

La edad más frecuente a partir de la cual comienza a manifestarse está entre los 40 y los 50 años y los signos más visibles que nos indican el inicio son que necesitamos alejarnos cualquier tipo de material que queremos ver de cerca para poder enfocarlo o necesitamos acercarlo a una fuente de luz. Como nos cuesta más enfocar, se produce fatiga ocular y dolor de cabeza asociado.

Una persona hipermétrope sentirá antes los síntomas de la presbicia y una miope lo acusará después y necesitará quitarse las gafas para poder ver de cerca.

¿Qué es el cristalino?

El cristalino es una lente formada por fibras que se relajan o contraen de manera que, según la distancia a la que se encuentre un objeto, podemos enfocarlo y verlo con nitidez. Si queremos ver un objeto distante el cristalino se estrecha y se aplana y cuando el objeto está cerca se engrosa y se estrecha.

El paso del tiempo origina un engrosamiento y acumulación de fibras que comienza incluso en la niñez, y reduce la elasticidad de las mismas, dificultando el movimiento del cristalino y su acomodación.

Síntomas y diagnóstico

Los síntomas que nos indican el inicio del problema son:

  • Dificultad para realizar tareas que requieran visión de cerca, como coser, leer, escribir, etc.
  • Dificultad para enfocar cuando pasamos de una visión cercana a ver de lejos.
  • Dificultad para ver con nitidez con iluminación deficiente.
  • Es necesario quitarse las gafas para ver de cerca.
  • Fatiga ocular.
  • Dolor de cabeza.

El diagnóstico se realiza a través de un examen general de los ojos, incluyendo mediciones para determinar las lentes que se usarán:

  • Determinación de la agudeza visual.
  • Examen de refracción.
  • Revisión con lámpara de hendidura.
  • Determinación del estado de la musculatura ciliar.
  • Examen de la retina.

Es importante detectar el problema y ponerle remedio. Realizar tareas con estas dificultades supone un esfuerzo muscular para conseguir ver con nitidez que origina cansancio, picor y ardor en los ojos, dolor de cabeza, visión doble y somnolencia. En el futuro aparecerán complicaciones que pueden llegar a modificar nuestro estilo de vida. La dificultad para la visión binocular traerá por ejemplo problemas de conducción y rechazo a realizar tareas que antes se realizaban con agrado.

La edad media de diagnóstico está en los 47 años.

La edad media de diagnóstico está en los 47 años.

¿Podemos prevenir la presbicia?

La presbicia es inevitable. Antes o después aparece. La edad de inicio es variable dependiendo de las características de cada individuo. A partir de las 29 se encuentran casos, a los 40 muchas personas comienzan con síntomas leves, alrededor de los 45 años la mayor parte de las personas ya la padecen y con más de 50, es raro no padecerla. La edad media de diagnóstico se sitúa en los 47 años y es a los 48 años cuando se registra la media de la compra de la primera gafa.

Una vez que notemos los síntomas, sea cual sea el momento, debemos consultar a un profesional especialista de la visión. Él podrá determinar con rigor si el problema es sólo la "vista cansada" o tenemos algún problema asociado y nos orientará sobre la solución más idónea para paliarlo.

Tratamientos

Existen 2 opciones diferentes de tratamiento, una opción a base de soluciones temporales y otra con soluciones permanentes. La primera se basa fundamentalmente en métodos ópticos y la segunda en métodos quirúrgicos, aunque la cirugía extraocular tiene una duración de unos 5 años.

Con los métodos ópticos el problema se corrige parcialmente y es necesario ir modificando el tratamiento a medida que la presbicia evoluciona. La corrección se realiza con lentes que deben cambiarse periódicamente atendiendo a la pérdida gradual de adaptación del cristalino. Las lentes pueden ser oftálmicas que van montadas en gafas o lentes de contacto.

El uso de lentes oftálmicas ha sido tradicionalmente el más usado para tratar el problema de la vista cansada. La forma más directa es adaptarnos unas lentes monofocales que nos pondremos sólo cuando vayamos a realizar tareas que comprometan nuestra visión de cerca.

Existen varios tipos de lentes:

1. Lentes monofocales: consiste en una lente que lleva la graduación adecuada a la visión cercana. Garantizan un amplio campo de visión, pero tienen un inconveniente, que cuando se levanta la vista todo lo que está a distancia intermedia o lejana se ve desenfocado. A mayor graduación y dependiendo de la sensibilidad de cada persona, puede llegar a ocasionar sensación de vértigo, por eso si la visión lejana es normal se usan monturas de "media luna". Se aconsejan para realizar tareas que requieren un trabajo de la visión cercana durante mucho tiempo seguido.

2. Lentes bifocales: son lentes divididas visiblemente en 2 partes, la superior con corrección para visión lejana y la inferior para cercana. Los campos visuales son bastante grandes, luego constituyen una buena opción para las personas que trabajan de forma alterna de cerca y de lejos. El inconveniente, además de la estética, es la pérdida de visiones intermedias.

3. Lentes multifocales: estas lentes permiten ver a cualquier  distancia, variando la posición de los ojos y la cabeza. Estéticamente parecen monofocales, pero la estructura es como la de una bifocal, en la parte superior está la visión lejana y en la inferior la cercana, pero entre ambas la graduación varía de forma progresiva permitiendo la visión nítida de las distancias intermedias. El inconveniente es que necesitan un cierto tiempo de adaptación para usarlas correctamente y las visiones laterales no son buenas.

4. Lentes de contacto: desde hace unos años existen en el mercado lentes de contacto multifocales, cuyo funcionamiento es el mismo que el de las lentes para gafas. También se puede usar  la llamada "monovisión", que consiste en corregir sólo un ojo con visión cercana y el otro dejarlo para la visión lejana. Si el paciente se adapta, usará un ojo para cada tipo de visión y no necesitará otro tipo de lentes.

Métodos quirúrgicos

La operación es indolora y ambulatoria, se realiza con anestesia local tópica en forma de gotas. Se puede realizar a cualquier edad, siempre que exista presbicia, y a cualquier persona, previa evaluación de las condiciones de sus ojos.

Existen varios métodos, pero se pueden dividir en extraoculares e intraoculares.

1. Extraoculares: se basan en realizar una operación con láser de manera que se pueda corregir y modificar la forma en que la luz entra en el ojo. Si el paciente presenta además, miopía, hipermetropía y/o astigmatismo, es necesario evaluar cada caso en particular y si desea operarse también de estos problemas visuales se realiza primero esta operación y después la cirugía de presbicia. El proceso dura unos 15 minutos, y las molestias que se sienten se parecen a tener en el ojo una mota de polvo.

Inmediatamente después de la intervención es normal tener la visión borrosa, sin embargo ésta irá mejorando al cabo de unas cuantas horas y al día siguiente ya pueden realizar casi toda su actividad habitual. El efecto de la operación dura alrededor de 5 años y no se compromete en ningún caso la visión lejana.

2. Intraoculares: consiste en colocar lentes intraoculares que suplen la capacidad del cristalino para acomodar. Son como las externas, monofocales, multifocales (incluyendo también la corrección del astigmatismo –se llaman lentes multifocales tóricas-) y acomodativas.

Las primeras, las monofocales, se implantan desde los años 80 a personas operadas de cataratas, lo que les permite ver muy bien de lejos.  A los pacientes ya operados se les puede ahora operar de presbicia. Las multifocales corrigen todas las visiones, incluso las tóricas el astigmatismo. Las acomodativas permiten una vez implantadas sin extraer el cristalino algunos defectos graves como miopías muy altas, hipermetropías altas, ametropías y por supuesto la presbicia.