La lactancia artificial más natural

Aunque la lactancia ma­terna es, sin duda, el alimento ideal para el bebé en los primeros meses de vida, tarde o temprano la mayoría de los papás aca­ba recurriendo al biberón. Los razones son muchas y muy variadas: mamás que no pueden dar el pecho a su bebé o que deciden no hacerlo, bebés que en un momento dado no quieren más el pecho y dejan la lac­tancia materna por si so­los, mamás que optan por la lactancia mixta, combi­nando pecho y biberón, y otras que tienen que volver al trabajo y deciden seguir con la lactancia materna sa­cándose la leche para que los abuelos o las cuidadoras de la guardería se la den después en biberón.

El paso del pezón ma­terno a la tetina del bibe­rón a veces no es fácil y cuesta dar con la opción ideal. Si pregunta a su far­macéutico le hablará de dos tipos de tetinas: látex y silicona. Las dos tienen sus pros y sus contras y hay in­cluso quien opta por alter­nar ambos materiales, todo es posible mientras encuen­tre la opción que se amol­de a su necesidades. Usted, y sobre todo su bebé, tiene la última palabra.

Látex o silicona

El látex es suave, elástico y muy resistente a tirones o desgarros, pero como es un material natural se desgasta por culpa de la grasa de la leche y demás alimentos. No puede guardar las teti­nas de látex en cualquier si­tio, pues con la luz solar di­recta se desgastan con más rapidez de lo normal. Y pa­ra evitar que se pongan pe­gajosas, deberá cambiarlas cada uno o dos meses.

La silicona es un mate­rial sintético especialmente duradero y resistente a la temperatura. Ni la luz so­lar directa ni la grasa hacen mella en ella, pero revíselas con frecuencia y cámbielas en cuanto note marcas de mordiscos o cualquier otra señal de deterioro. Aún así, por razones de higiene de­bería cambiarlas cada uno o dos meses. Una de las pegas que tienen algunas tetinas de silicona es que son duras y redondas, por lo que apenas se amoldan a la boca del bebe. Por suer­te en la actualidad, puede encontrar en su farmacia habitual nuevas tetinas de silicona, más blandas y con forma anatómica, con las que la pega desaparece.

Forma anatómica

Sin duda el paso del pecho al biberón, o su alternancia, será mucho más sencillo si la tetina escogida simula la forma anatómica del pezón materno de la forma más natural posible, sin olor ni color, y se adapta a la mandíbula y al paladar del be­bé con zonas extrablandas, que presionan menos zo­nas sensibles del paladar, y un soporte labial más ancho, en el que la boca del bebé se apoya mejor. Es decir, las nuevas tetinas de silicona que aportan una sensación de alimentación natural y que acompañan el desarrollo de la boca del bebé, sin deformarla, gra­cias a su forma anatómica.

Los cólicos del lactan­te es uno de los males que más quebraderos de cabeza trae a los papás, sobre to­do primerizos, y las nuevas tetinas de silicona pueden ayudarles a plantar cara a este problema. Tetinas que, gracias a una válvula en forma de cruz, producen menos aire. Además, no se colapsan, pues se abren únicamente en cada esfuer­zo de succión del bebé, y proporcionan al pequeño la dosis apropiada.