Alivio del resfriado

Con este frío no es de extrañar que algunos de los 200 virus diferentes que pueden conducirnos al resfriado acaben invadiendo nuestro organismo y nos hagan pasar por los tediosos síntomas que delatan su presencia: congestión y flujos nasales, estornudos frecuentes, mucosidad abundante, tos seca o tos productiva cargada de flema, fiebre moderada, dolor de cabeza también moderado e intermitente, algunos dolores musculares y articulares, ojos irritados y llorosos, dolor de garganta, ronquera y debilidad. Una escena cuanto menos desagradable que suele durar en torno a los siete días, dependiendo de las defensas con las que contemos y la fuerza del virus.

Tos, mucosidad y flujo nasal: ¿enemigos o aliados?

La tos es uno de los tormentos por los que se suele pasar cuando se está resfriado, pero no es tan mala como parece. Vehículo indiscutible como propagador de virus, a la vez es un mecanismo de defensa de nuestro organismo. No en vano, protege las vías respiratorias dejándolas limpias de cuerpos extraños y exceso de mucosidad para respirar con normalidad.

La mucosidad tampoco ha de verse como un enemigo, sino más bien todo lo contrario. Como si de una cinta 'atrapamoscas' se tratara, en ella quedan atrapados virus y bacterias que vuelven al exterior valiéndose de la tos. El flujo nasal también es una respuesta defensiva del organismo, en concreto, la respuesta de la membrana mucosa que recubre las fosas nasales a la irritación que le producen los virus invasores.

Con todo, recuerde que cuando se trata de resfriados algunas molestias no son enemigos sino aliados del organismo para combatirlos.

El frío y el resfriado

Los meses más fríos del año son el escenario ideal de los resfriados, pero no está del todo claro la responsabilidad que tienen las bajas temperaturas en esta realidad. Pero sin duda el hecho de que en invierno se conviva más tiempo en casa y en espacios cerrados facilita la propagación  de los virus. No en vano, 'viajan' de una persona a otra sobre todo a través de las gotitas de saliva que se originan al hablar, toser o estornudar o al tocar objetos que las contienen. Una curiosidad: los rinovirus pueden sobrevivir hasta tres horas fuera de la mucosa nasal. Y no olvide que las manos son también un importante vehículo que utilizan los virus para pasar de una persona a otra. Láveselas con frecuencia.

Sea o no el frio responsable directo del resfriado, procure tener siempre los pies calientes. Y es que una buena circulación sanguínea es indispensable para mantener intactas las mucosas de las vías respiratorias, no en vano en la sangre viajan los anticuerpos del sistema inmunológico. Con los pies fríos no llega tanta sangre como debiera a las mucosas. El resultado: ellas no funcionan al cien por cien y los virus lo tienen más fácil para acceder al organismo.

Tratamiento

Una persona adulta sana puede padecer perfectamente de dos a cuatro catarros al año, una cifra nada desdeñable que en los niños puede incluso duplicarse. Es más, pocos trastornos como el resfriado generan tanto absentismo escolar y laboral y tantos costes económicos y sociales.

Como no existe ninguna vacuna que proteja frente al resfriado común ni ningún tratamiento farmacológico que lo cure o lo prevenga, el tratamiento, sea farmacológico o casero, va encaminado a atenuar los desagradables síntomas que le acompañan y a prevenir sus complicaciones. Hable con su médico o farmacéutico y siga sus indicaciones.

Aún así, sin duda las medidas higiénicas preventivas son fundamentales tanto para evitar convertirnos en propagadores de virus como para aliviar los síntomas y se pueden poner en práctica fácilmente (Ver cuadro).

Complementos alimenticios

Una de estas medidas preventivas son complementos alimenticios en forma de jarabes que contienen extractos y esencias de diversas plantas y que tiene a su disposición en la farmacia. Por ejemplo, los aceites esenciales de pino negro, hinojo, anís verde, eucalipto y menta ayudan a que la mucosidad pueda seguir manteniendo las vías respiratorias limpias de virus y bacterias. Al presentarse en forma líquida, el organismo los absorbe con más rapidez y facilidad que si se tratara de comprimidos o cápsulas.

Recuerde: a pesar de sus beneficios, los complementos alimenticios no deben sustituir una alimentación variada y equilibrada, sino complementarla, y han de ir de la mano de un estilo de vida saludable. No los tome por tu cuenta; consulte a su médico o farmacéutico y siga sus recomendaciones.