La alergia al veneno de himenópteros es la patología alérgica que mejor se cura

No en vano, la vacunación es eficaz en el 95% de los casos

Las picaduras de avispas y abejas (himenópteros) se disparan durante los meses cálidos, cuando estos insectos están activos y se hace más vida al aire libre. Pero, además, las altas temperaturas, aumentan la agresividad de ambas especies.

Pero, "lo que muchas personas alérgicas a este veneno no saben es que es la patología alérgica que mejor se cura. La vacunación es eficaz en el 95% de los casos", comenta la doctora Arantza Vega, coordinadora del Comité de Alergia a Himenópteros de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).

La inmunoterapia se realiza con el veneno del insecto responsable de la reacción alérgica y consigue que la persona deje de ser alérgica y no presente ninguna reacción en caso de una nueva picadura.

Y para comprobar su eficacia y verificar que la persona está curada, existe el test de repicadura, una prueba en la que el alergólogo pica al paciente el veneno del insecto al que es alérgico de forma controlada y monitorizada en un medio hospitalario. Su importancia radica en que mejora notablemente la calidad de vida de los pacientes al disminuir su ansiedad ante nuevas picaduras.

Pregunte a su alergólogo sobre el tratamiento y el test de repicadura.

Reacciones locales

En España, según los datos de la SEAIC, aproximadamente el 3% de la población es alérgica al veneno de avispas y abejas. La tasa de mortalidad se estima en un 0,4 por millón de habitantes, lo que significa que entre 15 y 20 personas podrían morir cada año por esta causa.

Las reacciones a picaduras de himenópteros suelen ser locales, con picor, enrojecimiento y edema donde pica el insecto. En personas susceptibles puede producirse hinchazón intensa y de larga duración, aunque esto generalmente no conlleva riesgos de reacción grave en siguientes picaduras.

Por el contrario, las reacciones alérgicas de importancia médica son las denominadas sistémicas o generalizadas, que se manifiestan por picor y erupción a distancia de la picadura o por toda la piel y, en ocasiones, dificultad para respirar, mareo, vómitos y alteración del nivel de conciencia.

En palabras de la doctora Vega, "aunque, la mayoría de los pacientes sufre reacciones locales, existen personas que sufren una reacción sistémica llamada anafilaxia, con hipotensión, broncoespasmo y pérdida de conciencia. En general, las personas que sufren una reacción alérgica grave de este tipo en muchas ocasiones no son enviadas a un alergólogo y, por tanto, no reciben un correcto diagnóstico y tratamiento para su enfermedad, con el riesgo que implica el presentar una nueva reacción grave en caso de picadura".

En caso de una picadura por avispa o abeja

Incluso sin ser alérgico, se recomienda no permanecer en la zona, ya que las feromonas de alarma liberadas durante el ataque podrían atraer a otras e inducir nuevas picaduras.

Si es alérgico es necesario utilizar la medicación indicada por el alergólogo y en caso de síntomas importantes acudir rápido al médico o al servicio de Urgencias más cercano.

Tratamiento

Tras realizar el diagnóstico adecuado el alergólogo valorará la necesidad de tratamiento:

  • Inmediato: a los pacientes alérgicos al veneno de abejas y avispas se les recomienda llevar adrenalina autoinyectable para administrársela en caso de reacciones graves con nuevas picaduras. Retrasar el uso de adrenalina utilizando otros fármacos (corticoides, antihistamínicos) puede provocar la muerte del paciente.
  • Curativo: mediante inmunoterapia específica; las vacunas con veneno de himenópteros son el único tratamiento capaz de curar la alergia y hacer que no se produzcan síntomas en caso de nuevas picaduras (de hecho las dosis máximas suelen ser equivalentes a dos picaduras).
  • Preventivo: con las medidas de evitación que se recogen en el siguiente cuadro.