Los pediatras demandan la adaptación de los servicios de Atención Primaria para atender los nuevos trastornos psicosociales y afecciones crónicas

Las consultas pediátricas de Atención Primaria han sufrido un gran cambio en los últimos tiempos. Trastornos de origen psicosocial (abuso escolar, síndrome del emperador...), enfermedades crónicas, la obesidad infantil, las alergias alimentarias y los trastornos respiratorios, entre otros, se han convertido en algunos de los temas que ocupan un alto porcentaje de tiempo de las consultas de los pediatras de atención primaria.

Por este motivo, en el último Congreso de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria (SEPEAP), se abordó el tema "sobrecarga asistencial y accesibilidad desmedida: el fracaso del éxito". Los ponentes Fernando Malmierca Sánchez y Rafael Jiménez Ales abordaron respectivamente, los temas "La Pediatría extrahospitalaria para el niño del siglo XXI" y "La pediatrodependencia y la limitación de la calidad de la asistencia" poniendo de manifiesto la necesidad de que el entorno sanitario se adapte a las necesidades actuales con el fin de facilitar un mejor servicio y asistencia a los niños y adolescentes españoles:

1. El niño debe ser el centro del sistema asistencial pediátrico; el sistema sanitario español debe ajustarse a sus necesidades asistenciales actuales y futuras.

2. No todos los problemas de salud del niño requieren el mismo tiempo para su correcta atención, aunque todos ellos se puedan resolver en el mismo nivel asistencial.

3. Los problemas psicosociales en los niños y adolescentes, así como las afecciones crónicas, han aumentado en número y en importancia, la mayoría de ellos pueden y deben resolverse en Atención Primaria, pero para su correcta asistencia requieren mucho mayor tiempo del pediatra, además de un trabajo multidisciplinar y en equipo.

4. La sobrecarga, debida tanto al número de pacientes asignados a cada pediatra, como a la permisividad, incluso promoción de la frecuentación innecesaria a las consultas por procesos banales, perjudica especialmente a los niños y adolescentes más vulnerables, con problemas más complejos, y que son los más dañados por el uso inadecuado del  sistema sanitario.

5. Todos los actores, incluyendo pediatras, asociaciones científicas de pediatría de atención primaria, autoridades sanitarias y la propia sociedad, deben contribuir a proteger a los pacientes fomentado el buen uso de los recursos.