Cómo reforzar las defensas después de las vacaciones

En verano, cuando normalmente podemos disfrutar de nuestro merecido descanso, solemos olvidarnos de nuestras rutinas. Aunque es algo positivo para nuestra mente, puede tener efectos negativos para la salud.
Cómo reforzar las defensas después de las vacaciones

El correcto funcionamiento del sistema inmunológico nos va a permitir hacer frente de forma más eficaz a posibles infecciones que pueden complicarse si nuestro sistema inmune no está sano. Por eso, en plena crisis por la pandemia del coronavirus, es más necesario que nunca reforzar nuestras defensas. Rocío Escalante, titular de Arbosana Farmacia, nos da algunos consejos para conseguir un sistema inmunológico más fuerte. 

 

Alimentación: clave para subir las defensas

 

Una dieta completa y equilibrada nos brindará los nutrientes necesarios para mantener nuestras defensas altas. Es cierto que en verano salimos más y es más difícil llevar una alimentación sana. Por eso a la vuelta de las vacaciones, es aconsejable retomar nuestros buenos hábitos alimenticios. ¿Qué comer para subir las defensas? De todo, en su justa medida y, principalmente, alimentos ricos en vitaminas y minerales, como las frutas, las verduras, las legumbres, los cereales, los huevos, el pescado azul y los frutos secos. Además, la nutricosmética es un buen complemento a la dieta, para reforzar las defensas en periodos puntuales, por ejemplo, de cara al otoño. 

 

Descanso y deporte para reforzar el sistema inmunológico

 

Junto a la alimentación, para reforzar las defensas es importante, por un lado, descansar correctamente, dormir bien (entre 7 y 8 horas al día) y controlar los niveles de ansiedad y estrés (que pueden influir negativamente en las defensas). La vuelta al trabajo y la situación de incertidumbre que vivimos actualmente por el coronavirus pueden incrementar el estrés. Hay técnicas como el yoga o la meditación que ayudan a relajarse. Además, los aceites esenciales son un gran aliado para la relajación. 

Por otra parte, está demostrado que mantener una actividad física moderada también es beneficioso para el sistema inmunológico (además de para el sistema locomotor, cardiovascular, etc.). Por eso conviene realizar de forma habitual algún deporte. Es aconsejable adecuar la intensidad del ejercicio a nuestra forma física para no sobrecargar los músculos. Y es más recomendable hacer ejercicio moderado o de baja intensidad, pero de forma regular, que pegarnos una paliza un día y no volver a hacer nada.