Aumenta la tasa de sobrepeso y obesidad de forma preocupante en niños y jóvenes

La obesidad ha aumentado de manera exponencial en las dos últimas décadas y en la actualidad afecta al 40 por ciento de la población de entre 2 y 24 años. Este incremento de peso entre la población infantil ha sido el causante de que los problemas de hipertensión arterial, normalmente asociados a edades adultas, comiencen a una edad cada vez más temprana. De hecho, según datos de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), entre el 1,5 y el 3 por ciento de la población infantil sufre problemas de presión arterial, y la prevalencia aumenta hasta el 10 y el 15 por ciento en el caso de los adolescentes.

Coincidiendo con la celebración del Día Europeo de la Salud Cardiovascular, que se celebró el pasado 14 de marzo, el doctor Francisco Morales, miembro de la Junta Directiva de la SEH-LELHA, ha señalado cómo los cambios en los hábitos de consumo y alimentación que se han producido en los últimos años en España, así como la creciente tendencia al sedentarismo en las actividades lúdicas, están incidiendo de una manera muy negativa en la salud de la población, aumentando la tasa de sobrepeso y obesidad de una forma exponencial y muy preocupante en niños y jóvenes. De hecho, - aclara este experto-, "la obesidad se ha convertido en el principal factor de riesgo cardiovascular, ya que la prevalencia de hipertensión entre niños obesos puede superar el 30 por ciento".

En su opinión, "es necesario, por lo tanto, integrar la actividad física como un hábito diario en su vida, junto a una educación alimentaria desde edades tempranas, encaminada a enseñar a los niños a comer bien". En este sentido, resulta recomendable inculcar desde los años del colegio la práctica diaria del deporte, al menos durante media hora al día para adquirir el hábito de realizarlo de forma rutinaria.

Más y mejores hábitos

Poco a poco los educadores y los padres toman más conciencia de la importancia de prevenir los factores de riesgo cardiovascular, especialmente, el sobrepeso y la obesidad desde los primeros años de vida. Aún con ello, "debemos volver a insistir sobre este tema porque aún muchos no lo están llevando a la práctica. Probablemente tenemos que seguir desarrollando campañas y, sobre todo, acercarnos a los jóvenes, los educadores y los padres para detectar aquellas cosas que todavía no se están haciendo bien", explica, por su parte, el doctor Alberto Galgo, miembro de la Junta  Directiva de la SEH-LELHA.

Y es que las evidencias científicas han demostrado que la obesidad incrementa la posibilidad de que un individuo sea hipertenso, diabético y sufra dislipemia, todos ellos factores de riesgo cuya agregación incrementa de forma exponencial la posibilidad de sufrir un accidente cardiovascular y su gravedad cuando éste acontece. Según este experto, "la obesidad en la infancia y adolescencia ha sido asociada a un aumento de la hipertensión arterial, perfil lipídico anormal, diabetes tipo 2 y lesiones arteroscleróticas precoces, así como mayor riesgo de obesidad en época adulta con el aumento correspondiente de morbilidad y mortalidad precoz". Y añade, "ahora sabemos lo importante que es identificar los factores de riesgo desde edades tempranas, como hipertensión y obesidad, porque suelen evolucionar hasta la edad adulta".