Veinte consejos imprescindibles para padres de niños prematuros

El nacimiento de un hijo prematuro sumerge a los padres en un mar de dudas y preguntas. Por eso, la Federación Nacional de Asociaciones de Prematuros quiere compartir con ellos algunas realidades con las que se encontrarán los primeros días y consejos que les ayudarán a afrontar mejor la nueva realidad.

1. En la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) los padres pueden recurrir al médico o las enfermeras para que les expliquen todo lo que necesiten saber. Así no solo se sentirán más tranquilos, sino que también transmitirán esa sensación de seguridad al bebé.

2. Los profesionales sanitarios que forman parte de la UCIN y que cuidan del recién nacido prematuro en diferentes momentos son el obstetra, neonatólogo, residente, pediatra, enfermero de neonatología, auxiliar de clínica, trabajador social, asesores de lactancia materna, grupos de apoyo hospitalario, fisioterapeuta, cardiólogo, neurólogo, oftalmólogo, otorrinolaringólogo y otros especialistas.

3. El recién nacido prematuro presenta un aspecto frágil e inmaduro, pero, a medida que vaya creciendo y aumentando su peso y su altura, irá pareciéndose más a un bebé nacido a término.

4. La piel del neonato tiene unas características especiales, es más delicada. La capa más externa está poco desarrollada y carece de pilosidad, es decir no tiene vello, pero sí una 'pelusa' llamada lanugo que irá perdiendo poco a poco.

5. El contacto piel con piel es un medio eficaz para que el bebé crezca y se desarrolle correctamente, aunque usarlo o no dependerá del estado clínico del bebé y de la  valoración médica. Además, el "método canguro" también ayuda a crear un fuerte vínculo entre padres e hijos.

6. La supervivencia de un prematuro desde las 23 o 24 semanas en adelante es viable. En cualquier caso, el médico debe informar a los padres sobre el pronóstico de su bebé.

7. Los órganos vitales y sistemas de los bebés prematuros no se han desarrollado completamente antes de nacer, lo que puede causar diferentes problemas de salud: cardíacos, neurológicos, infecciosos o respiratorios, entre otros. Los diferentes médicos especialistas, mediante un seguimiento adecuado, irán dando pautas para  abordarlos.

8. Estos bebés son más vulnerables a los virus. Entre ellos destaca el Virus Respiratorio Sincitial (VRS), por lo que es importante extremar la prevención en la época de mayor incidencia, de septiembre a abril.

9. Los padres verán a sus hijos rodeados de cables y aparatos, pero no deben asustarse. La mayor parte de ellos solo ofrecen información sobre su estado a los profesionales de la UCIN; otros son procedimientos sencillos que no causan dolor y que sirven para facilitar las funciones vitales.

10. Debido a la inmadurez de los reflejos de succión y deglución, el primer día la alimentación del prematuro se inicia por vía intravenosa, con agua y glucosa. Más tarde, se suman proteínas, grasas y vitaminas, hasta que pueda comenzar a tomar alimentos por vía digestiva, es decir, a través de sondas. Un tiempo después, el bebé podrá alimentarse por succión (pecho o biberón). No hay que olvidar que la leche materna es indispensable, pues le protege de las infecciones.

11. Los niños prematuros presentan algunas necesidades específicas para las que necesitan el apoyo de sus padres: cambios de postura para evitar las rigideces y facilitar su desarrollo motor, favorecer un entorno óptimo con un ambiente tranquilo y evitar las infecciones. Para ello, los padres deben lavarse las manos con jabón antes de entrar en contacto con su bebé, utilizar mascarilla si están enfermos y, en ocasiones, llevar una bata especial encima de su ropa.

12. Cuando el bebé haya conseguido mantener su temperatura estable, no tener apneas o que sean muy breves, alimentarse por succión, tener un aumento de peso considerable, no necesitar oxígeno y tener un peso de entre 1.800 y 2.000 gramos podrá irse a casa y empezar su nueva vida con su familia.

13. La ropa del bebé debe ser amplia, cómoda, ligera y de algodón, sin cordones ni lazos, y ha de lavarse con jabón neutro, sin añadir lejías ni aditivos. Además, a un bebé prematuro no hay que abrigarle en exceso y se debe comprobar que no suda, tocándole el cuello y la espalda.

14. En el hogar, ni fumar ni recibir muchas visitas. Es recomendable que la habitación del bebé tenga luz natural. Hay que ventilarla diariamente y mantener una temperatura agradable (20ºC), con cierto grado de humedad. Además, el bebé ha de dormir boca arriba, sin almohada y en una cuna con barrotes de menos de 6 cm de distancia.

15. La llegada de un bebé prematuro a casa suele generar inquietud en los hermanos. Los padres deben prepararles pasando tiempo con ellos, contándoles las características del bebé en un lenguaje entendible y enseñándoles fotos de su hermano, haciéndoles partícipes de su cuidado.

16. Los bebés prematuros van evolucionando en su desarrollo según van pasando los días y meses. Aunque al principio los padres no puedan comprender la expresión corporal, movimientos, respiración, llanto o patrones de sueño de sus hijos, irán aprendiendo a conocer mejor sus necesidades.

17. El baño debe realizarse de forma tranquila, en un lugar cómodo. Como se trata de un momento de contacto directo con el bebé, se recomienda que estén presentes los dos padres.

18. Durante las primeras semanas en casa, el bebé prematuro pasará casi todo el día durmiendo, normalmente entre 15 y 22 horas al día, y en un ambiente muy tranquilo, como si estuviera en la UCIN.

19. Los niños prematuros pueden llegar a llorar durante una media de 6 horas al día si están intranquilos. Para calmarles, hay que asegurarse de que no tienen hambre, no necesitan un cambio de pañal y no están enfermos.

20. El bebé podrá salir de casa cuando tenga la edad que corresponda a la fecha de su nacimiento a término: hay que evitar las aglomeraciones y extremar la limpieza de las superficies y juguetes para que los virus no circulen, sobre todo en épocas epidémicas de infecciones respiratorias (otoño-invierno). Aquellas personas que estén resfriadas o padezcan alguna enfermedad infectocontagiosa no deben coger al bebé.