Queridos Reyes Magos …

"Queridos Reyes Magos" Con estas palabras se abren las puertas mágicas de la Navidad. Seguro que su hijo ya está escribiendo la carta de nuevo, por lo que tome nota de estos consejos.

El juguete ideal no es el que más dinero cuesta, sino el que mejor se adapta a la edad, personalidad y madurez del pequeño, el más sencillo y el que puede compartir con otros niños, con los papás y con toda la familia.

Apueste por juguetes que ayudan al niño a vivir experiencias positivas y que potencien su imaginación y espontaneidad. Juguetes que 'hablen' de cooperación, igualdad y respeto y que no se olviden de reforzar su inteligencia, creatividad, habilidad manual y otras muchas facetas de la personalidad del pequeño.

Pero de nada sirve comprar el juguete que los expertos consideran más apropiado para su edad y desarrollo si al pequeño no le gusta. Siempre y cuando no se trate de un juguete peligroso, respete e intente cumplir las ilusiones y deseos del niño.

Seguridad

Seleccionar cuidadosamente los juguetes es una garantía para que el juego sea educativo, divertido y, lo más importante, seguro. Pero cualquier juguete puede ser peligroso si no se usa convenientemente o si está deteriorado. Para evitar contratiempos lo mejor es enseñar a los niños a utilizar el juguete adecuadamente y mostrarles los peligros que su mal uso puede traer consigo.

Por otro lado, usted como padre ha de revisarlos cada cierto tiempo y retirarlos en el momento que note algún deterioro. No olvide leer siempre las instrucciones de uso, seguir las advertencias de seguridad que acompañan cada juguete y buscar la marca 'CE', con la que el fabricante certifica que el juguete cumple con todos los requisitos de seguridad que exige la normativa vigente.

Y recuerde: a pesar de las mil y una virtudes de los juguetes, nunca deben reemplazar a sus amigos, a sus compañeros de clase y a sus padres. De hecho numerosos estudios confirman que el principal elemento que contribuye al desarrollo infantil es la relación afectiva con los compañeros de juego y no la cantidad de juguetes que tengan. Así que, échese en el suelo con su hijo y limítese a jugar.

Con todo lo dicho hasta ahora, parece que cumplir los deseos de los pequeños en Navidad y actuar tal y como mandan los cánones del 'padre perfecto' es una misión casi imposible. Pero no se agobie, detrás de todo se esconden dos premisas fáciles de cumplir: conocer a su hijo y aplicar el sentido común.