Niños que mojan la cama

La enuresis (micción involuntaria en niños de más de 5 años de edad) es un problema que afecta a entre el 10 y el 20 por ciento de los niños de 5 años y a un 4 por ciento de los adolescentes y que, según palabras del doctor Daniel Ruiz Díaz, del Centro Integral Pediátrico de Córdoba, "puede ocasionar un problema en el entorno del niño así como interferir negativamente en su autoestima".

La enuresis nocturna es motivo frecuente de consulta al pediatra. Para el control de los niños enuréticos es muy importante la reeducación de sus hábitos a la hora de "hacer pipí" que son en gran medida, desconocidos por la población.

Talleres educacionales

La Unidad de Gestión Clínica de Pediatría del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, desde su unidad de Nefrología Pediátrica, organiza talleres educacionales para padres y niños con estos trastornos.  "El objetivo de los talleres es acercarse al niño en un contexto diferente al de la consulta y mediante juegos y actividades sencillas, explicarle el funcionamiento del tracto urinario y los hábitos correctos de higiene a la hora de "hacer pis". Junto a los expertos, "los padres participan en los talleres y reciben apoyo adicional al de la consulta médica especializada para ayudar a sus hijos a solucionar el problema", asegura la doctora Elena García, especialista de la Unidad de Nefrología Pediátrica del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba.

Abordaje multidisciplinar

El problema de mojar la cama así como otras patologías relacionadas constituyen un grupo heterogéneo de trastornos que suele asociarse además a otros como el estreñimiento o el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), por lo que requieren un abordaje multidisciplinar por parte de nefrólogos, urólogos, pediatras de Atención Primaria y psicólogos.

En lo que todos coinciden es en la necesidad de ayudar a padres y niños a dejar de considerar la enuresis como un tema a ocultar y aprender a hablar abiertamente del problema con su médico. Sólo el médico está capacitado para tratar un problema que puede esconder patologías más graves de fondo no detectadas, que en la gran mayoría de los casos se resuelve con un tratamiento sencillo y que, de no solucionarse, puede ocasionar en niños y adolescentes importantes consecuencias en su autoestima, sociabilidad y rendimiento escolar.