En España, uno de cada 13 nacimientos es prematuro

Las asociaciones de padres de prematuros, clave en el apoyo a las familias

Con motivo del Día Internacional del Niño Prematuro, que se celebra el próximo 17 de noviembre, bajo el lema de Socks for life, Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Fundación Europea para el Cuidado de los Recién Nacidos Prematuros (EFCNI, por sus siglas en inglés), instituciones y asociaciones de padres de niños prematuros a nivel europeo y español, unen sus fuerzas y su voz para concienciar sobre el incremento de nacimientos prematuros en la gran mayoría de los países.

No en vano, los bebés nacidos antes de tiempo son extremadamente vulnerables, por lo que necesitan contar con la ayuda y el apoyo de sus padres, familiares, especialistas y enfermeras, además del soporte del sistema sanitario.

Avances médicos y sociales

Más allá de los avances médicos que hacen que estos niños salgan adelante en España, el Real Decreto de 23 de julio obliga a las unidades de neonatologíapermitir la entrada a sus padres las 24 horas del día. Esta posibilidad, que supone algo fundamental tanto para el bebé como para la familia, constituía una de las demandas de las asociaciones de padres y madres de niños prematuros por la importancia de esta práctica para establecer tempranamente el vínculo con el niño, clave para su desarrollo.

Niños especialmente vulnerables y familias a menudo desbordadas

La atención sociosanitaria y educativa a estos niños es fundamental no sólo en los primeros meses de vida, sino durante los primeros años. Los neonatos prematuros tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud que aquellos que nacen a término. El grado de prematuridad repercute en un mayor riesgo de complicaciones graves como parálisis cerebral, déficits sensoriales, enfermedades crónicas o de padecer infecciones respiratorias agudas, especialmente la bronquiolitis causada por el Virus Respiratorio Sincitial (VRS).

Tras las altas cifras de prematuridad en nuestro país se encuentran muchas familias que se enfrentan a una situación para la que a menudo no estaban preparadas, razón que explica la labor de las asociaciones de padres y madres de niños prematuros que les apoyan en un proceso que va más allá del tiempo que estos niños pasan ingresados desde su nacimiento en las unidades de neonatología.

Superada esta etapa, una vez que salen del hospital, los centros de atención temprana realizan una actividad fundamental para el desarrollo de estos niños.

La difícil vuelta a casa y una crianza diferente

Con el regreso al hogar empieza un difícil periodo para la familia. Como lo expresa Concepción Gómez Esteban, presidenta de Alianza Aire"La crianza de un hijo nacido prematuramente es una tarea muy absorbente por la mayor necesidad de atención que suelen requerir estos menores, especialmente los extremadamente prematuros. Es una labor que exige una reorganización mayor de las rutinas familiares que en el caso de los bebés nacidos a término y que consume más tiempo por el alto número de visitas médicas que necesitan estos niños y los cuidados específicos que pueden demandar de diversos profesionales".

"Se trata de un proceso", continúa Concepción Gómez, "donde las familias necesitan mayor atención por parte de los poderes públicos, pero también de las asociaciones de padres que son un apoyo comunitario esencial en el ámbito de la prematuridad".

Causas muy variadas

Aunque no existen registros sobre las causas de estos partos prematuros en nuestro país, la comunidad científica parece apuntar que en el caso español se trata de un conjunto de causas como las técnicas de reproducción asistida, los partos múltiples, el estrés laboral, los problemas de salud maternales y el retraso de la maternidad.

Por el contrario, en los países menos desarrollados, la prematuridad se liga a la falta de atención y seguimiento médico tanto durante el embarazo como en el parto y después de él.

A nivel mundial el nacimiento prematuro constituye la segunda causa de muerte de los niños menores de cinco años tras la neumonía, dato que debe interpretarse ligado a la pobreza y a la falta de atención sanitaria en algunos países.