El diagnóstico temprano marca la diferencia

La detección temprana abre una línea inequívoca entre la vida y la muerte de algunos niños y adolescentes

Alrededor de 1.300 niños y adolescentes son diagnosticados de cáncer cada año en nuestro país y todos tienen algo en común: padecen una enfermedad grave que pone en riesgo sus vidas.

Hoy se celebra el Día Internacional del Niño con Cáncer y la Confederación Internacional de Padres de Niños con Cáncer (ICCCPO) quiere sensibilizar a la sociedad sobre la importancia del diagnóstico temprano en la detección y tratamiento de esta enfermedad.

Y es que, tal y como recoge la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer (FEPNC) en un manifiesto que ha elaborado con motivo de este día, "la detección temprana abre una línea inequívoca entre la vida y la muerte de algunos niños y adolescentes". No en vano, puede marcar la diferencia entre un buen o mal pronóstico y en las secuelas que pueden quedar tras la enfermedad.

Grandes desigualdades

El cáncer es la primera causa de muerte infantil por enfermedad. Las cifras hablan por si solas: tal y como relata la ICCCPO, cada año podría haberse evitado la muerte por cáncer de más de 90.000 niños. Y mientras que en los países desarrollados 8 de cada 10 niños con cáncer se curan, en las zonas con pocos recursos sólo 2 ó 3 de cada 10 sobreviven a la enfermedad. Y todo porque llegan tarde al hospital y no tienen a su disposición unidades especializadas y bien equipadas.

En la lucha contra el cáncer infantil, el tiempo importa pero también contar con los medios técnicos y humanos necesarios. Prueba de ello es que, en palabras de la FEPNC en su manifiesto, "hoy en día, 8 de cada 10 niños con cáncer pueden curarse si son tratados en Unidades de Referencia especializadas en cáncer infantil".

Unidades especializadas

En este manifiesto, la federación de padres hace un llamamiento a las instituciones sanitarias y pide que "el diagnóstico y tratamiento del cáncer infantil se realice en un hospital público con Unidad de Oncología Pediátrica, que cuente con los medios técnicos y humanos necesarios y con la suficiente experiencia en el diagnóstico y tratamiento de una enfermedad que afortunadamente no es tan común".

"Necesitamos por tanto, continúa, que la administración determine cuáles son estos hospitales de referencia para que todos los pacientes, niños y adolescentes, sean derivados a ellos y sea cual sea su lugar de procedencia tengan las mismas oportunidades de ser atendidos y curarse".