La bajada de temperaturas favorece la transmisión del “virus de los bebés”

Existen unas medidas higiénicas y profilácticas que ayudan a prevenir el contagio y la infección por VRS.

El descenso de las temperaturas es uno de los factores principales que favorecen la dispersión y el contagio del virus respiratorio sincitial (VRS), cuya estación epidémica comienza en el mes de septiembre y termina en abril.

El VRS, más conocido como el virus de los bebés, es el causante de aproximadamente el 80 por ciento de los casos de bronquiolitis. En España, casi el 60 por ciento de los niños han desarrollado la infección al año de edad, y casi el 80 por ciento a los dos años. Entre el 0,5 por ciento y el 2 por ciento de los afectados son hospitalizados, aunque esta tasa de hospitalización llegar a aumentar hasta el 13 por ciento en niños considerados de alto riesgo, como los prematuros, niños con cardiopatías congénitas o enfermedad pulmonar crónica.

Entre octubre y mayo

Los investigadores españoles destacan que los brotes de VRS son anuales y que su estación epidémica está determinada por el ecuador, estando esta infección mayoritariamente asociada con la temporada de lluvias y frío en el hemisferio Norte y con las estaciones secas en el Sur, lo que relaciona las variaciones de temperatura y humedad con la dispersión del virus. Así, la mayor parte de infecciones por VRS se producen entre los meses de octubre a mayo, ambos inclusive, y son más raros los brotes de junio a primeros de septiembre, debido a las altas temperaturas.

Las bajadas de temperaturas favorecen la estabilidad del VRS, incrementando su transmisión. Las radiaciones bajas de los UVB aumentan la supervivencia del virus y la lluvia y el frío hacen que las personas se hacinen y, por lo tanto, favorezca también el aumento de la transmisión del virus.

Cada año, a través  del Sistema de Vigilancia de la Gripe en España (SVGE), desarrollado por el Instituto de Salud Carlos III, se obtiene información sobre la circulación del VRS en España. Esta información permite describir su patrón temporal de circulación en relación con la circulación de los virus gripales. Así, de acuerdo con el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, el VRS se presenta antes de la epidemia de gripe, y tiene su pico estacional entre los meses de diciembre y enero.

Síntomas

Los síntomas básicos con los que se presenta la bronquiolitis causada por el VRS son similares a los de un catarro común, es decir, tos, exceso de mucosidad, congestión nasal y fiebre baja. Después de estos primeros síntomas de la bronquiolitis, se pueden desarrollar otros signos como tos grave y persistente, dificultades para respirar (respiración con silbidos), cansancio y fatiga constantes, aumento de la frecuencia respiratoria, pérdida del apetito, frecuencia cardíaca acelerada, adormecimiento y dificultad para conciliar el sueño, deshidratación o piel azulada (cianosis).

Por lo general, la enfermedad puede durar entre 7 y 32 días, aunque la media de duración suelen ser 15 días.

Medidas preventivas

Los expertos recomiendan a los padres, familiares y especialistas prevenir el contagio de bronquiolitis por VRS, el mayor agente infeccioso de la población pediátrica, causante de infecciones respiratorias agudas principalmente en lactantes y niños menores de 2 años de edad.

A este respecto existen unas medidas higiénicas y profilácticas que ayudan a prevenir el contagio y la infección por VRS.

Algunas de las medidas higiénicas que se deben tener en cuenta para prevenir la infección son:

  • Lavarse las manos a menudo, antes y después de estar en contacto con el bebé.
  • Evitar entornos cerrados y hacinados.
  • Evitar la asistencia a guarderías y colegios.
  • Mantener limpias las superficies que están en contacto con el bebé, así como sus juguetes e instrumentos.
  • Utilizar pañuelos desechables y tirarlos inmediatamente después de usarlos.