Aprendiendo a prevenir, detectar y tratar los piojos

Todos los años, y cada vez más a menudo, se producen infestaciones por piojos, lo que se conoce como pediculosis. Aunque puede afectar a cualquiera, se da principalmente en niños de edad escolar.

Los piojos no son característicos de ninguna clase social, no van ligados al nivel cultural de la familia, ni son consecuencia de la falta de higiene.

Viven exclusivamente en el pelo de las personas. Se agarran y se mueven por él, pero no saltan ni vuelan, por lo que el contagio se produce por contacto directo entre las cabezas o a través de peines, coleteros, cepillos, etc.

No pueden vivir en los animales, luego no se transmiten a través de las mascotas, y los que caen a alfombras, ropa de cama, etc. están dañados y no sobreviven más de un par de días.

¿Cómo detectar si existe infestación?

El síntoma que nos lleva a pensar en una infestación es el picor persistente, que conduce a un rascado intenso, que a menudo provoca erosiones en el cuero cabelludo, que ocasionalmente pueden infectarse.

Ante el picor, sobre todo en la nuca y detrás de las orejas, hay que revisar detenidamente la cabeza del niño, separando el pelo y pasando peines específicos, las lendreras, que son más efectivos que únicamente la inspección visual.

La evidencia de una infestación activa es el aislamiento de al menos un piojo vivo. Si solo se detectan liendres (huevos), no podemos estar seguros, pues estas pueden estar muertas. Si existe infestación hay que revisar a toda la familia, no compartir objetos para la cabeza y avisar al colegio para evitar que el parásito se disemine.

Un niño infestado no debe permanecer en casa, debe seguir con su actividad escolar diaria.

¿Cómo eliminar los piojos?

El tratamiento debe aplicarse solo en los niños con infestación activa, es decir en los que se han detectado piojos vivos, y se aplicará a la vez en todas las personas infestadas de la misma familia.

Además de la eliminación mecánica, pasando la lendrera por el pelo, es recomendable aplicar tratamientos tópicos, los pediculicidas. Las sustancias más usadas son las piretrinas, pues aunque existen otras (malation, lindane) son más tóxicas y quedan para casos en que se producen resistencias. Se usan en forma de champú, loción, espuma, gel o spray. También se usan preparados a base de siliconas, que asfixian al piojo. Presentan menos efectos secundarios y pueden usarse en niños desde los seis meses y con problemas dermatológicos.

Es muy importante respetar el modo de aplicación, el tiempo que deben permanecer en el pelo (muy variable, de minutos hasta varias horas) y no olvidar reaplicar a los 7-14 días.

Una vez aplicados, hay que completarlos con la extracción mecánica de liendres y piojos muertos, pasando por el pelo regularmente la lendrera.

Medidas preventivas

  • La principal y casi única medida consiste en revisar periódicamente las cabezas de los niños, visualmente, pasando a la vez lendreras de púas muy finas. Hacerlo con buena luz y con mucha paciencia, mechón a mechón. Si es posible, revisar cada noche en la nuca y detrás de las orejas.
  • Para minimizar el contacto, se aconseja que los niños lleven el pelo corto y/o recogido.
  • Lavarse las manos con frecuencia y cepillarse las uñas, pues las liendres pueden quedar pegadas a ellas.
  • Usar gorro en la piscina. Los piojos flotan un cierto tiempo en el agua y pueden terminar en otro pelo de la misma persona o de otra.
  • No compartir peines, cepillos, diademas, gorros y otros elementos para la cabeza.
  • Si se confirma una infestación, sumergir inmediatamente los utensilios de peinado en una solución insecticida unos 30 minutos. Aunque no los haya, de forma periódica conviene hacerlo.
  • Examinar a los miembros de la familia o personas que están en contacto con el infestado para detectar piojos vivos y evitar tanto el contagio como su propagación.
  • La ropa que se ha podido contaminar se lavará y secará a altas temperaturas. Si no se puede lavar, debe limpiarse en seco, vaporizarse con insecticida y meterse en una bolsa impermeable, bien cerrada, varios días.
  • El entorno del parasitado debe limpiarse muy a fondo: alfombras, sofás, asientos del coche, etc.
  • La ropa de cama se cambiará muy a menudo y se lavará con agua muy caliente.