5 consejos para potenciar la resiliencia de nuestros hijos

Animar a los hijos a aceptar la incertidumbre y los imprevistos de la vida les ayudará a gestionar los problemas de manera efectiva.

Con el paso del tiempo, la vida nos enfrenta a situaciones diversas, muchas de las cuales constituyen verdaderos retos que a la larga pueden llevarnos al límite. Ante circunstancias tan complejas, a las que se enfrentan tanto grandes como pequeños, los padres desempeñan un papel crucial: el de apoyar a sus hijos a transformar el problema en una profunda fortaleza y en una oportunidad única de crecimiento personal.

La resiliencia, como capacidad cognitiva que es, no es un atributo innato en los seres humanos, sino que implica un trabajo constante de aprendizaje y crecimiento. De ahí la enorme importancia que supone cultivarla desde muy temprana edad tanto en los centros escolares como dentro del entorno familiar.

Animar a los hijos a aceptar la incertidumbre y los imprevistos de la vida les ayudará a gestionar los problemas de manera efectiva y a pasar de una posición de angustia a una de entusiasmo y superación. Para ello es fundamental creer en su capacidad de adaptación y evitar la sobreprotección. Ahora bien, ¿de qué manera pueden ayudar los padres a trabajar y potenciar la resiliencia de sus hijos?

Desde International College Spain (ICS), nos dan algunos consejos para que las familias ayuden a sus hijos a cultivar y desarrollar su resiliencia:

 

- Estimular su progreso a través del juego. Los juegos, ya sean de mesa, actividades físicas o de otro tipo, fomentan el desarrollo de la resiliencia en los niños. Los juegos, no solamente permiten que cada uno conozca sus fortalezas y aquellos aspectos a potenciar, sino que además es un canal privilegiado de comunicación, expresión y creatividad. Promueven la práctica de valores así como el desarrollo social, motriz, afectivo y cognitivo.

- Ayudar a que establezcan relaciones personales fuertes. Es fundamental que en todo momento los niños se sientan aceptados, comprendidos y valorados. Por lo tanto, es crucial ayudarles a que construyan una red familiar y de amistad sólida en la que puedan mostrarse realmente como son, expresar libremente sus sentimientos y hablar abiertamente de sus preocupaciones.

- Fomentar, desde que son pequeños, valores como la empatía y la ayuda a los demás. A través de acciones solidarias, como tender una mano a quien lo necesite, conseguirán sentirse valorados y tendrán mayor confianza en sí mismos. Además, se debe impulsar el autoconocimiento, y ayudarles a potenciar sus habilidades predominantes.

- Priorizar la fijación de objetivos. A través del cumplimiento de objetivos marcados, los niños experimentarán el valor de lo alcanzado, lo cual les ayudará a superarse cada día. Por otra parte, es crucial que el entorno del niño y, en especial, la familia, conciba ese éxito individual como elemento indispensable para alcanzar el bienestar general.

- Explicar que la vida consta de ciclos llenos de cambios. Hacerles entender que a lo largo de la vida vivirán diferentes experiencias, unas mejores y otras no tan buenas, a las que deberán siempre enfrentarse de la forma más positiva posible. Además, es fundamental que comprendan que los sentimientos como la frustración o la desesperación derivados de determinadas situaciones son completamente normales y transitorios.

 

Las familias, y los padres en particular, desempeñan un rol crucial en el acompañamiento y educación de sus hijos a lo largo de toda la vida. Enseñarles a cuidarse y valorarse por lo que son es esencial para su desarrollo cognitivo y social.