La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), afecta a más de 2 millones de españoles, que acaba cada año con la vida de 18.000 personas en España, 50 cada día, y prácticamente no existiría si no se consumiera tabaco.

No todo el que fuma desarrolla EPOC, pero la mayoría de las personas que tienen EPOC han fumado. Y aunque aproximadamente el 20% de pacientes que padecen la enfermedad no tienen historia previa de tabaquismo, una parte importante de ellos ha estado expuesta de manera pasiva al humo del tabaco.

Si fumas, no mires para otro lado: en estos momentos la EPOC es la cuarta causa de muerte en el mundo y es la única que viene aumentando paulatinamente.

La EPOC en las mujeres

Aunque por lo general la EPOC se asocia a fumador varón de más de 65 años, su incidencia ha aumentado de forma constante en las mujeres en los últimos años. Es más, los casos recientemente diagnosticados son principalmente mujeres.

Las causas de esta mayor incidencia en la mujer están bajo investigación y se barajan posibles razones de origen hormonal o por su menor capacidad pulmonar. Sea como sea, la realidad es que las mujeres tienen un 37% más probabilidades de padecer EPOC que los hombres.

La EPOC y la edad van de la mano: en España, uno de cada diez mayores de 50 años tiene EPOC, una cifra que se prevé que aumente debido al incremento del tabaquismo entre las mujeres, especialmente entre las adolescentes.

Poco diagnosticada y mal tratada

Los signos de esta enfermedad son tos crónica, sibilancias, opresión en el pecho y dificultad para respirar. Como la EPOC se presenta principalmente en personas de más de 40 años de edad, a menudo estos síntomas se malinterpretan como signos de envejecimiento o de estar fuera de forma. Y como los primeros síntomas de la enfermedad se consideran normales en una persona fumadora, no se consulta al médico.

Por unas u otras razones, los datos hablan por si solos: el 80 por ciento de los afectados no saben que padecen esta enfermedad porque están sin diagnosticar, mientras que el 60 por ciento de los casos diagnosticados no se trata adecuadamente.

Mucho más allá del pulmón

La enfermedad es crónica, no se cura y afecta a todo el organismo, no sólo al pulmón. Y es que, la incapacidad pulmonar afecta a medio plazo a músculos y otros órganos. En concreto, los músculos de piernas y brazos notan la presencia de esta enfermedad, lo que repercute directamente en la calidad de vida de quien la padece.

La cuestión es que las personas con EPOC tienen dificultades para caminar y realizar sus tareas cotidianas no sólo porque se ahogan sino porque sus músculos son poco eficaces, al no procesar correctamente el oxígeno que se recibe a través de la sangre.

Fuente: Fundación Lovexair y Almirall