Los programas de reproducción asistida generan cada año más de 50.000 embriones

En la actualidad se estima que en España se generan cada año alrededor de 50.000 preembriones para su uso en programas de fecundación in vitro, de los que sólo la mitad son finalmente transferidos para provocar una gestación. El mantenimiento de preembriones en las unidades de reproducción asistida constituye un reto profesional para los expertos del área de la medicina reproductiva y un desafío ético y legal de gran magnitud ya que, en diez años, la cifra de preembriones criopreservados se acerca a los 250.000, según han puesto de manifiesto los expertos participantes en el V Simposio Internacional de Reproducción Asistida celebrado recientemente en Madrid.

"Aunque la legislación no establece ninguna restricción en el número de preembriones generados, se apela a la responsabilidad de los profesionales, para que ajusten la producción a las indicaciones clínicas reales y se limite la implantación a tres embriones por ciclo reproductivo", aclara el doctor Miguel Casares, coordinador de Trasplantes y presidente del Comité de Ética Asistencial del Hospital Universitario de Getafe.

En cualquier caso, los expertos consideran que los avances producidos en las técnicas de reproducción asistida y los constantes cambios sociales exigen en ocasiones respuestas a la actuación médica que la legislación no contempla.  "Las leyes van siempre detrás de la técnica y es imprescindible que la legislación sea capaz de conciliar los avances científicos y técnicos con una realidad social en continua evolución", puntualiza este experto.

De hecho, para comenzar a aclarar la situación de los preembriones criopreservados, los especialistas en reproducción asistida apelan a la sensibilidad de la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida, órgano colegiado del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, para crear un registro de embriones existentes y su situación en los centros especializados en medicina reproductiva. "Para facilitar la actuación ética y legal de los profesionales sanitarios, es preciso incorporar un registro nacional de los preembriones existentes y disponibles en los diversos centros, de la misma forma que ya existen registros de centros de reproducción humana asistida y de  las actividades y técnicas que realizan", aclara el doctor Casares.

Adoptar embriones

El futuro de los preembriones existentes en los bancos está marcado por ley. Una vez creados, la legislación española establece un plazo de cinco años para el mantenimiento de la criopreservación, periodo durante el cual la pareja donante puede decidir una nueva implantación.

Si transcurrido el plazo de cinco años desde su congelación las parejas no han hecho llegar su decisión, la ley considera tres supuestos para estos preembriones, que pasan a disposición de la clínica: destinarlos a investigación científica, la donación a otras parejas con problemas de fertilidad o su destrucción.

Cuatro de cada diez parejas optan por la conservación de los preembriones para utilizarlos en el futuro, mientras que sólo el 8 por ciento de las parejas se decanta por la donación y un porcentaje similar opta por donarlos para fines científicos. Finalmente, se estima que el 6 por ciento de  las parejas pide la destrucción de los preembriones. Sin embargo, tal y como señala el doctor Pedro Caballero, director de la Fundación Tambre "algunas parejas no renuevan su decisión o se desentienden y esto crea un conflicto sobre qué hacer con estos preembriones, por lo que la decisión sobre su destino queda a criterio de los profesionales de la clínica".

En estos casos, y aunque el principal destino de los preembriones es la donación a la investigación, existen muchos casos en los que éstos no tienen un proyecto asignado como sucede en caso de separación o el fallecimiento de los donantes, o bien porque han sido generados por una mujer donante de más de 35 años. En este contexto, las posibilidades de actuación se han ampliado recientemente con la figura de la adopción de preembriones.

Es una opción que muchas parejas desconocen pero que está aumentado en los últimos años. De hecho, su demanda ha ido aumentando progresivamente, aunque no se disponen de datos de cuántas parejas optan por dar en adopción a sus preembriones, por la inexistencia de un registro nacional de embriones.

En cualquier caso, el proceso de adopción es muy sencillo ya que no se precisa cumplir ningún trámite legal, sólo firmar un consentimiento informado. Tras esto, los médicos preparan hormonalmente a la mujer receptora y se procede a la descongelación y transferencia del preembrión sin necesidad de ingreso hospitalario.