Expertos reivindican la necesidad de fomentar el envejecimiento activo

El envejecimiento activo une la promoción de hábitos de vida saludables con una mayor participación e integración de los mayores en la sociedad.

Actualmente, una de cada nueve personas en el mundo tiene más de 60 años y se estima que el año 2050 será una de cada cinco. España es uno de los países más envejecidos de Europa, donde el 17 por ciento de la población tiene más de 65 años.

"Esta situación obliga a que sea necesaria la implantación de una estrategia nacional de envejecimiento activo que implique tanto a los profesionales sanitarios como a la población. En la misma se deberían contemplar todos los aspectos clave de las políticas de empleo, pensiones, jubilación, incluyendo la salud y la acción cívica. Esto permitirá actuar sobre los desafíos que plantea actualmente el envejecimiento de la población", ha afirmado el Profesor José Manuel Ribera Casado, coordinador del Ciclo de Conferencias Envejecimiento Activo, Calidad de Vida y Hábitos saludables, organizado por la Real Academia Nacional de Medicina (RANM) con la colaboración de la Fundación Mapfre.

Asimismo, el envejecimiento de la población va asociado al aumento del número de personas dependientes, lo que pone aún más de manifiesto la necesidad de fomentar el envejecimiento activo.

En este sentido, este experto aseguró que "para que una persona envejezca activamente hace falta que supere las limitaciones propias de la edad, tanto las funcionales como otras no tan evidentes, como por ejemplo la inercia. Es decir, el creer que por ser mayor ya no puedes hacer muchas cosas. Pero además el entorno debe, también, favorecer al anciano. Hay que respetar y entender a las personas mayores y facilitar los medios para que estas se mantengan activas e integradas en el conjunto de la sociedad".

Discriminación por edad

El envejecimiento de la población es una de las tendencias más significativas de nuestro siglo. Según explicó el Profesor Ribera Casado, "a pesar de las altas cifras de población envejecida, lo que debería servir para aumentar el respeto a este grupo de población, la discriminación por edad está presente en nuestra sociedad. A los ancianos se les discrimina en la vida en general, fundamentalmente decidiendo por ellos y limitando su autonomía".

En opinión de este experto, hay que reconocer la gran contribución de este grupo de población al bienestar social y a las necesidades familiares. "En estos momentos de crisis económica son muchos los mayores que se ocupan de tareas tales como recoger a los nietos del colegio, cuidarles cuando los padres están fuera, e incluso son muchos los que ayudan en casa de los hijos con tareas domésticas o con aportaciones económicas directas procedentes de sus pensiones de jubilación".

Envejecer bien

Tener unos hábitos de vida saludables durante la juventud tiene su reflejo en la vejez. "En el envejecimiento hay una parte genética, contra la que es más difícil luchar, y otra que depende del entorno", explicó Ribera Casado. En ese sentido, aseguró que "evitar hábitos tóxicos, realizar actividad física, seguir una dieta adecuada, tener unos hábitos estructurados en función del momento del día y prevenir los factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión y el colesterol, pueden evitar buena parte de las enfermedades asociadas al envejecimiento".

Entre lo que no se puede evitar, el profesor Ribera Casado comentó los cambios físicos primarios "inherentes al paso del tiempo y que no tiene que verse como algo negativo. Hay que ver la vejez como una etapa en la que uno puede relacionarse con sus familiares y amigos desde la perspectiva que da el tener mayor conocimiento y, además, es un momento excelente para disfrutar de la vida desde un punto de vista más lúdico".