España es el tercer país europeo en número de tratamientos de reproducción asistida

La esterilidad afecta a una de cada seis parejas en los países industrializados y experimenta una evolución creciente

En España, una de cada seis parejas tiene problemas de fertilidad. Cada año se llevan a cabo unos 50.000 tratamientos de fecundación in vitro y casi 25.000 de inseminación artificial. Estas cifras sitúan a España como tercer país europeo en número de tratamientos y los 600 expertos reunidos en el V Simposio Internacional de Reproducción Asistida de la Fundación Tambre estiman que el 3 por ciento de los niños nacidos cada año en nuestro país, unos 15.000, es fruto de los avances producidos en el campo de la reproducción asistida.

"El número de tratamientos de reproducción asistida realizados en Europa ha aumentado en los últimos años, y crece a un ritmo de un 5-10 por ciento cada año", según afirma el profesor Jacques de Mouzon, presidente del Comité Europeo para la Supervisión de la Reproducción Asistida (EIM), un grupo de investigación constituido por 36 países europeos, entre los que se encuentra España, que analiza cada año los datos relativos a las técnicas de reproducción asistida en términos de acceso, eficacia y seguridad.

Desde hace más de 30 años las investigaciones sobre las causas de la infertilidad han permitido el nacimiento de más de 5 millones de niños en todo el mundo y la búsqueda de soluciones para este problema médico no cesa de aumentar. Hoy, la mitad de los tratamientos de reproducción asistida termina en embarazo, en comparación con apenas el 30 por ciento de casos de éxito de hace una década.

Entre las múltiples técnicas de reproducción asistida existentes, tres son las que concentran el mayor número de intervenciones: la inyección de esperma intracitoplasmática (ICSI) acumula 268.000 ciclos en Europa, seguida por la fecundación in vitro con 132.000 y finalmente la transferencia embrionaria (TEC) con alrededor de 100.000 casos.

Edad reproductiva social

Según los expertos, el factor masculino es determinante en el 25-35 por ciento de los casos de infertilidad, mientras que las alteraciones en el aparato reproductor femenino (alteraciones en las trompas de Falopio o en la ovulación y casos de endometriosis, principalmente) están detrás de cuatro de cada diez casos de esterilidad.

Asimismo, durante los últimos años se ha registrado un creciente aumento de la demanda de técnicas de reproducción asistida debido esencialmente a una mayor accesibilidad y confianza en los servicios especializados, pero sobre todo, el grueso de la atención en esta área se centra en las mujeres de más de 35 años que han optado por retrasar su maternidad y por mujeres sin pareja masculina. De hecho, tal y como señala el doctor Pedro Caballero, director de la Fundación Tambre, "en los últimos años han aumentado en más de un 30 por ciento de los tratamientos de reproducción asistida en mujeres mayores de 40 años. Hablamos de mujeres que inician su "edad reproductiva social" cuando ya ha finalizado su "edad reproductiva biológica".

La curva de la fecundidad en la mujer comienza su descenso a los 35 años y se intensifica al cumplir los 38 y "por lo tanto los resultados de los tratamientos de reproducción asistida a esas edades, excepto la donación de ovocitos, serán los mismos que las tasas de fertilidad normales a esa edad, esto es, bajos", aclara el doctor Caballero.

Abandono de tratamientos

La crisis económica ha limitado, pero no frenado, el crecimiento de los tratamientos de reproducción asistida. Los costos de una inseminación artificial en España están entre 800 y 1.000 euros, la aplicación de técnicas de fertilización in vitro está alrededor de los 4.500 euros, mientras que el proceso de donación de ovocitos puede llegar hasta los 6.000 euros.

De hecho, tal y como afirma Caballero "a pesar de que estos tratamientos de reproducción asistida son caros, el número de intervenciones subió un 10 por ciento en el último año, pasando de las 2.200 realizadas en 2010  a las 2.500 registradas el año pasado".

Un estudio realizado por la Clínica Tambre pone de manifiesto que el número de pacientes que abandonan el tratamiento tras una fecundación in vitro fallida permanece constante a lo largo de los años, aunque ha descendido ligeramente en el último año, debido al descenso de pacientes de primera visita y al número total de ciclos administrados.

No obstante, tal y como señala el doctor Caballero "aún a pesar de que existe un alto porcentaje de pacientes que queda gestante tras un primer ciclo de fecundación in vitro, bien con embriones "en fresco" o tras la transferencia de embriones criorpreservados, sigue aumentado el número de pacientes que repite un ciclo en caso de no embarazo".