Cinco consejos para una Navidad cardiosaludable

La Fundación Española del Corazón (FEC) recuerda que, según diversos estudios, la época navideña es la que registra más fallecimientos por causa cardiovascular.

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La Navidad es sinónimo de reuniones familiares, tradiciones y regalos; pero desgraciadamente es también la época del año que registra más fallecimientos por enfermedad cardiovascular.

Hace ya unos años que la Universidad de Duke elaboró un estudio en el que se demostraba que el mes de diciembre recoge hasta un 8% más de fallecimientos por fallo cardiaco que el de noviembre, segundo mes con más defunciones, y que el Día de Navidad es el día más mortal del año, con un incremento del 5% de los infartos, seguido del 26 de diciembre y de Año Nuevo.

“Es cierto que el frío es causante de más eventos coronarios, está descrito que las bajas temperaturas estimulan los receptores de frío en la piel y del sistema nervioso simpático, lo que lleva a un aumento de los niveles de catecolaminas. Así, el aumento de la agregación plaquetaria y la viscosidad de la sangre durante la exposición al frío favorece la trombosis y la formación de coágulos. Aun así”, señala el Dr. José Luis Palma, vicepresidente de la Fundación Española del Corazón (FEC), “el frío explicaría un aumento de los infartos en inverno, pero no del aumento concreto en las vacaciones navideñas”.

De esta manera, los cambios en nuestra rutina diaria se postulan como la principal razón por la que se producen más infartos en estas fechas. Entre estos cambios destacan la ingesta de comidas copiosas, ricas en grasas saturadas; un consumo elevado de alcohol; descenso en las horas de descanso y en la actividad física realizada; y un aumento del estrés asociado a estas fechas. “Otro aspecto destacado es que durante estas fechas se suelen posponer las visitas médicas programadas y hay una menor constancia en la toma de la medicación en pacientes que ya tienen diagnosticado algún factor de riesgo”, apunta el Dr. Palma.

Ante esta situación, la FEC quiere recordar que el 80% de las muertes prematuras provocadas por enfermedades cardiovasculares y hasta el 90% de los infartos podrían prevenirse con hábitos de vida saludables.

Especialmente para estas fechas señaladas, la FEC lanza una serie de recomendaciones a seguir:

  • Mantener una alimentación saludable: durante las fiestas navideñas, los niveles de colesterol aumentan hasta en un 10% y, de media, ganamos entre dos y cinco kilos en estas fechas. Evitar la ingesta exagerada de grasas saturadas, añadir en nuestros platos las frutas y las verduras (ricas en antioxidantes que juegan un papel cardioprotector), así como el pescado azul (cuyo omega 3 aumenta los niveles del “colesterol bueno”).
  • Realizar actividad física: es importante que durante estas fechas mantengamos la rutina de realizar ejercicio físico durante 30 minutos al menos cinco días a la semana. El deporte no solo ayuda a evitar la aparición de factores de riesgo como la hipertensión, el sobrepeso o la diabetes, sino que también mejora la capacidad orgánica del corazón.
  • Vigilar la ingesta de alcohol: las comidas y cenas de celebración suelen estar acompañadas de grandes cantidades de bebidas alcohólicas. Su consumo excesivo puede dañar al corazón, ya que el alcohol es un tóxico que puede debilitar al corazón y puede derivar en insuficiencia cardiaca o en alguna arritmia.
  • La importancia del descanso: diversos estudios han demostrado que el buen descanso nocturno favorece la salud cardiovascular. Los buenos hábitos de vida junto con dormir un mínimo de siete horas diarias, reduce hasta en un 65% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y hasta en un 83% el riesgo de morir por enfermedad cardiovascular, en comparación con aquellas personas que no siguen ningún hábito de vida saludable. Por el contrario, dormir poco se asocia con una mayor incidencia de sobrepeso, obesidad, hipertensión, colesterol en sangra y triglicéridos elevados.       
  • Que no nos pueda el estrés: el aumento de gastos, la presión por comprar todos los regalos a tiempo o los nervios por reencontrarnos con familiares, son algunos de los focos de estrés típicos de la Navidad, Cuanto menos estrés tiene una persona, menor es el riesgo de padecer un accidente cardiovascular; y viceversa.