Conoce tus cifras y controla tu presión arterial

La mayoría de los fracasos en el control de la hipertensión arterial se deben al incumplimiento del tratamiento por parte del paciente.

El pasado 17 de mayo se celebró el Día Mundial de la Hipertensión Arterial bajo el lema “Conoce tus cifras y controla tu presión arterial”. Promocionar la investigación en todos los ámbitos y poner en marcha diversos proyectos educativos, tanto para médicos como para la población general, son dos de los objetivos de la nueva Junta Directiva de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), encabezada por la doctora Nieves Martell, quien considera “muy importante que los pacientes sean correctamente diagnosticados, tratados y controlados”.

Uno de los mayores problemas detectados en el abordaje de la hipertensión arterial es el infradiagnóstico, que afecta a cerca del 40 por ciento de las personas hipertensas. “Este es un importante motivo de preocupación en tanto en cuanto es seguro que ese porcentaje de población desarrollará problemas cardiovasculares graves”, afirma Martell. “Aunque tomarse la tensión es una acción relativamente fácil, que se encuentra prácticamente al alcance de todo el mundo, no se está llevando a cabo de la mejor manera debido a que la gente no demanda la prueba”, añade. La población entre 30 y 45 años parece ser la más reacia. Asimismo, menos del 50 por ciento de los pacientes en tratamiento no tiene bien controlada su presión arterial.

Otro problema destacado tiene que ver con el “importante incremento de la prevalencia de la obesidad de las últimas décadas”, apunta la doctora Martell. Esta enfermedad “conlleva mayores cifras de presión arterial en quien la padece, entre otros factores de riesgo cardiovascular, y es consecuencia de los estilos de vida que se están instaurando entre nuestros jóvenes”. En este contexto, “la prevención primaria se hace más necesaria que nunca, aunque no debe ser una tarea exclusiva de los médicos, sino de toda la sociedad en su conjunto”. Por ello, la experta ha valorado muy positivamente las medidas adoptadas recientemente por el Ministerio de Sanidad en materia de Salud Pública, como la Ley Antitabaco o la Ley de Seguridad Alimentaria.

Más campañas de concienciación

Junto a este tipo de normativas, “las campañas de concienciación son cruciales para prevenir y reducir el riesgo cardiovascular entre la población general”, explica. “No podemos permitirnos el lujo de que todo el mundo enferme”. La prevalencia de la hipertensión arterial en España roza el 40 por ciento en adultos (aproximadamente 12 millones de personas). “Es una cifra demasiado elevada si tenemos en cuenta que se trata de una patología altamente prevenible mediante la implementación de una serie de medidas (no abusar del consumo de sal, hacer ejercicio con regularidad, comer de manera sana, etc.)”.

La SEH-LELHA cuenta con una herramienta clave para informar y formar a la población general sobre la hipertensión arterial y sus complicaciones. Se trata del Club del Hipertenso (www.clubdelhipertenso. es), una iniciativa cuyo eje central es una página web a través de la cual se anima a la implementación de hábitos de vida saludables. Una sección destacada es “La Cocina del Club”, donde se recomiendan recetas fáciles y agradables y se dan consejos nutricionales, entre otras cosas. “Mucha gente piensa que la dieta conlleva un esfuerzo tremendo cuando sencillamente se trata de comer bien”, apunta la experta.

Factores favorecedores

El doctor José Luis Rodicio, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Doce de Octubre de Madrid, ha apuntado dos factores favorecedores de la hipertensión arterial. Por un lado, “la herencia genética hace que exista un 45 por ciento de probabilidades de que un hijo sea hipertenso si uno de los progenitores lo es, y en el caso de que padre y madre lo sean, el porcentaje aumenta de manera considerable”. Otros factores de riesgo que pueden contribuir a su aparición son el sobrepeso, el tabaquismo, la prediabetes, el sedentarismo, el exceso de sal en las comidas o el colesterol elevado.

“Si analizamos la prevalencia de la hipertensión arterial por grupos de población nos encontramos que llega hasta el 30 por ciento entre los jóvenes y hasta el 60 por ciento entre las personas mayores de 65 años”, afirma el experto. Por ello, “cuanto mayores somos más facilidad tenemos para padecerla”, añade. Las cifras son muy similares a las de otros países desarrollados. No obstante, la clave del problema sigue estando en su diagnóstico y control. “Gracias a las campañas de concienciación que se vienen desarrollando en España, se ha conseguido que cerca del 50 por ciento de los pacientes hipertensos en tratamiento tenga su tensión por debajo de 140-90 mmHg”.

Incumplimiento del tratamiento

La mayoría de los fracasos en el control de la hipertensión arterial se deben al incumplimiento del tratamiento farmacológico por parte de los pacientes. Además, éste suele ir acompañado de una dieta baja en sal, colesterol y grasa, y de la práctica regular de ejercicio. “Siempre se debe empezar por estas medidas, aunque la medicación es finalmente inevitable”, según el doctor Rodicio. El incumplimiento del tratamiento farmacológico “puede deberse a que la hipertensión arterial no da síntomas hasta que no se empiezan a presentar las complicaciones, generándose una falsa sensación de bienestar”. Asimismo, “los pacientes que empiezan a medicarse tienen que concienciarse de que pueden necesitar un periodo de adaptación a la sensación de cansancio que les producirá la bajada de la tensión”. Un hecho destacable de los últimos años es la creciente incidencia de la hipertensión arterial en niños y adolescentes. “Se ha demostrado que la subida de la presión arterial en este grupo de población se debe fundamentalmente al excesivo aumento de peso”, recalca el experto.

En cuanto a las complicaciones de la hipertensión arterial, afectan básicamente a tres órganos diana: el cerebro (en forma de hemorragias cerebrales), el corazón (infarto de miocardio) y el riñón (insuficiencia renal). “Son tres patologías que pueden traer consigo importantes grados de discapacidad y cuyos tratamientos suponen unos costes muy elevados”, según el doctor Rodicio. Por eso, “los profesionales tenemos que seguir insistiendo en la importancia de la prevención y del diagnóstico precoz”. También ha insistido en la necesidad de “trabajar codo con codo con el Ministerio de Sanidad” para sacar adelante programas tan importantes como el Plan de Reducción del Consumo de Sal. La reducción de su ingesta de 9,8 gramos por persona al día a 5 gramos por persona al día evitaría cada año 20.000 accidentes cardiovasculares y 30.000 eventos cardiacos.

Medicina preventiva

El doctor Antonio Coca, jefe de la Unidad de Hipertensión del Hospital Clínico de Barcelona, señala que, por un lado, “los profesionales piensan que la hipertensión arterial se detectará cada vez más, y los factores de riesgo se controlarán cada vez mejor, por lo que la Medicina preventiva tendrá un papel clave en los próximos años”, explica el experto. “Esto traduce una visión optimista de las medidas que se podrían adoptar en la próxima década con el objetivo de evitar al máximo las complicaciones de la enfermedad”, añade. Por otro, “los médicos no creen que vaya a cambiar demasiado el proceso diagnóstico, aunque están convencidos que las autoridades sanitarias facilitarán el acceso de todas las especialidades a dichas pruebas, que permiten estratificar muy bien el riesgo”. En este contexto, “las pruebas de imagen son el futuro, pues permitirán conocer al detalle la situación de las arterias, el corazón o los riñones”.

La visión de los médicos no es muy optimista cuando se refieren a los cambios en los estilos de vida, pues son conscientes de lo difícil que son. Curiosamente sí que confían en la bondad de las medidas implementadas por la autoridad sanitaria con el objetivo de mejorar la salud global de la población. “El Gobierno se ha puesto serio con la Ley Antitabaco, la Ley de Salud Pública, el Plan de Reducción del Consumo de Sal o la propia estrategia NAOS”, explica el doctor Coca. “Los profesionales aplauden estas medidas, que seguramente contribuyan a frenar la progresión al alza del peso de los españoles, y son optimistas al pensar que se seguirá por el mismo camino en los próximos años”. En este sentido, creen que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria consensuará con la industria alimentaria nacional medidas dirigidas a reducir la sal, las grasas saturadas y las calorías de sus alimentos, tal y como viene ocurriendo en otros países de nuestro entorno.

En relación con el tratamiento de la hipertensión arterial, los médicos creen que no van a aparecer grandes innovaciones farmacológicas en los próximos años, puesto que la terapéutica actual ya es bastante buena. “Las estrategias futuras se centrarán en la combinación de los medicamentos actualmente disponibles, o de éstos con otros fármacos, con el objetivo de unirlo todo en un único comprimido y favorecer así la adherencia al tratamiento”, señala el experto.

Objetivo: medir bien la tensión

Por último, el doctor Coca ha apuntado dos retos cruciales en el abordaje de la hipertensión arterial. En primer lugar, “conseguir medir bien la presión, pues la actual manera de hacerlo queda sujeta a múltiples variaciones, como el efecto bata blanca (el 30 por ciento de las personas que acuden a la consulta del médico para tomarse la tensión puede presentar reacciones de alerta sin ser hipertensos)”, explica. La automedida por medio de aparatos tecnológicos validados por el propio paciente y la monitorización de la presión durante las 24 horas del día “son las dos medidas que mejor permiten definir los niveles de presión arterial hoy en día”. El otro gran reto es la normalización de las tasas de control en los pacientes tratados, algo que “se irá consiguiendo a medida que evolucione el uso de las combinaciones”.

Por su parte, el doctor Alejandro Roca-Cusachs, jefe de la Unidad de Hipertensión Arterial del Servicio de Medicina Interna del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau, de Barcelona, ha apuntado la necesidad de “realizar un exhaustivo seguimiento y control de los pacientes hipertensos al inicio de sus tratamientos, pues es cuando más casos de abandono se dan”. Para ello, “se podrían establecer sistemas de coordinación entre farmacéuticos, personal de enfermería y los propios médicos, con vistas a detectar dichos casos e informar inmediatamente al paciente de los problemas que puede conllevar su actuación”.