Aumentan los problemas de disfunción eréctil entre los jóvenes de 18 a 25 años

El alcohol retarda, distorsiona y enlentece la percepción y respuesta de nuestros sentidos como reflejos, visión, audición o respuesta sexual

Los jóvenes españoles suelen comenzar a ingerir alcohol a la temprana edad de los 13 años. Las consecuencias del abuso de consumo de alcohol son muy graves y afectan tanto al crecimiento como al desarrollo del sistema nervioso central. Como consecuencia, desde Boston Medical Group, alianza mundial de clínicas médicas especializadas en el tratamiento de disfunciones sexuales masculinas, alertan sobre el incremento de pacientes  menores de 25 años con problemas de disfunción eréctil como consecuencia de los abusos con el alcohol.

"El alcohol retarda, distorsiona y enlentece la percepción y respuesta de nuestros sentidos como reflejos, visión, audición o respuesta sexual, ya que deprime el funcionamiento del sistema nervioso central" explica Jose Benítez, director médico de Boston Medical Group.

"Esto sucede tanto en el bebedor ocasional como en el habitual, ya que es consecuencia directa de una ingesta excesiva de alcohol, con la diferencia de que en los pacientes alcohólicos estos trastornos se van convirtiendo en crónicos y en ocasiones de carácter irreversible".

Mitos

En torno al alcohol se han creado una serie de mitos, que los jóvenes aceptan como ciertos, como creer que las sustancias etílicas facilitan las relaciones interpersonales, incrementan la actividad y mejoran el funcionamiento sexual, ya que favorece la desinhibición del individuo en muchos casos.

Pero la realidad es que el consumo de alcohol provoca trastornos en los mecanismos de la erección, produciendo disfunción eréctil transitoria, o crónica en muchos de los casos en los que se ha producido un abuso prolongado del alcohol.

José Benítez destaca también que "el alcohol inhibe el buen funcionamiento del sistema nervioso central, por lo que no se produce una correcta comunicación entre el estímulo y el cerebro, dando lugar a que el sistema circulatorio entorpezca la llegada de la sangre al pene, dificultando la erección, y por tanto la penetración y el coito".

Hábitos de vida

Tal y como relata el Dr. Benítez, unos hábitos de vida poco saludables como el abuso del alcohol, el consumo de drogas o el tabaco, tienen un impacto muy negativo en la salud general de los varones menores de 25 años, y como consecuencia también en su salud sexual.

"Hay que tener en cuenta que, estos malos hábitos, a la larga tendrá consecuencias negativas en el correcto funcionamiento de otros órganos, ya que en muchas ocasiones la disfunción eréctil es el primer síntoma de que algo no está funcionando correctamente en nuestro organismo como problemas cardiovasculares o un funcionamiento anómalo del sistema nervioso central", matiza.