Los afectados por disfunción eréctil tardan más de dos años en consultar a un profesional

Los farmacéuticos juegan un papel fundamental a la hora de derivar a estos pacientes al especialista

Según las conclusiones del estudio EPIFARM, llevado a cabo en 574 farmacias españolas con el fin de analizar el actual modelo de acceso del paciente con disfunción eréctil al tratamiento en España desde el punto de vista del farmacéutico y del propio afectado, el farmacéutico juega un papel fundamental a la hora de derivar a los pacientes con disfunción eréctil al especialista.

Este proyecto de investigación, avalado por la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC) e impulsado por la compañía biomédica Pfizer, es el primero de estas características que se realiza en Europa. Realizado a lo largo de 2009, en total ha abarcado a 1.132 pacientes de las diecisiete comunidades autónomas, divididos en dos grupos en función de si acudieron a la oficina de farmacia con receta tras una visita al médico o, sin embargo, consultaron al farmacéutico como primer paso asistencial.

El estudio concluye que los hombres que padecen un problema de disfunción eréctil tardan una media de 25 meses en consultarlo con un profesional sanitario desde la aparición de los primeros síntomas, y que un 60 por ciento de los que acuden a la farmacia a realizar una consulta sobre problemas de erección sin una receta médica es la primera vez que consultan este problema con un profesional sanitario. Este dato coincide con la percepción manifestada por la mayoría de los farmacéuticos participantes en el estudio, ya que un 56 por ciento cree que los pacientes consultan antes en la farmacia que al médico.

El elevado número de pacientes que acuden antes a la farmacia que al médico, y la alta cifra media de tiempo que pasa entre los primeros síntomas y la primera consulta se unen al hecho de que las alteraciones de la disfunción eréctil, además de un problema de salud en sí misma, pueden ser un marcador precoz de enfermedades cardiovasculares como hipertensión arterial, dislipemias o diabetes, y estos tres factores evidencian que la labor de detección, concienciación y derivación desde la farmacia es fundamental para ayudar a un control óptimo de esta patología.

"El farmacéutico despierta confianza en el paciente, que lo ve como un profesional sanitario accesible y cercano, lo que le convierte en un referente a la hora de realizar consultas sobre la salud en general y especialmente cuanto se trata de aspectos más íntimos, como la salud sexual", explica José Ibáñez, ex presidente de SEFAC y uno de los coordinadores científicos del estudio y añade que "el farmacéutico puede ofrecer una importante labor colaborando activamente en la detección de cualquier patología subyacente y en la consiguiente derivación al médico para que éste realice el diagnóstico preciso y fije el tratamiento más adecuado a cada caso".

Otro de los resultados del estudio, en cuyo diseño han participado varios farmacéuticos expertos en investigación clínica y disfunción eréctil, refleja que un 65 por ciento de los farmacéuticos considera que la edad es uno de los factores que más influyen en la reticencia mostrada por los pacientes a la hora de consultar sus dificultades de erección. "A mayor edad del paciente aumenta la vergüenza o incomodidad para consultar un problema sexual al profesional médico. Es importante eliminar los estereotipos asociados a la edad y concienciar a la población mayor de que puede tener una vida sexual satisfactoria y de que la disfunción eréctil posee soluciones eficaces, y desde la farmacia podemos hacer mucho para conseguirlo", afirma Ibáñez.