Test de ovulación, una ayuda a la fertilidad

Se trata de un sencillo test en orina que en un solo paso predice la ovulación pues detecta el aumento de Hormona Luteinizante

Tener un hijo es una de las decisiones más importantes en la vida de una pareja. Es un proyecto cargado de ilusión pero a la vez lleno de incertidumbres y miedos. La preparación tanto física como mental es muy importante para llevarlo a cabo con éxito. Aunque muchos embarazos ocurren de forma inesperada, es frecuente que las mujeres lo planifiquen con antelación y se preparen para tener un embarazo saludable y para que su bebé se desarrolle sano.

La fertilidad de los humanos es baja comparada con otras especies. Se sabe que la posibilidad de conseguir un embarazo en una pareja de menos de 30 años es del 30 por ciento, pero si la edad aumenta, esta posibilidad va disminuyendo de forma muy significativa, sobre todo a partir de los 38 años.

Aunque en el hombre no se ha establecido una relación tan directa, en la mujer, con la edad, se produce disminución de la calidad y la cantidad de los óvulos a pesar de mantener la ovulación. Esta disminución se ve afectada también por otros factores como el tabaco, tratamientos farmacológicos y mecanismos hormonales.

El papel de la mujer ha cambiado mucho a lo largo del siglo XX. Su incorporación progresiva a la vida laboral ha tenido grandes repercusiones, entre las que destacan el retraso del deseo genésico, es decir, cada vez quieren ser madres más tarde. Pero aun cuando este retraso en la maternidad permite a la mujer adaptarse a su nuevo papel dentro de la sociedad, su biología no está totalmente preparada para este cambio, lo que justifica que encuentre mayores dificultades para concebir.

¿Cómo podemos preparar un embarazo?

Existen algunas medidas que pueden ayudarnos a conseguir un embarazo. Estos sencillos consejos pueden ayudarnos a concebir y tener un embarazo sano.

  • Anticoncepción: si hemos utilizado un método anticonceptivo hormonal, éstos interfieren en nuestro ciclo menstrual y restablecer otra vez el ciclo puede llevar varios meses. Si lo que se ha usado es un DIU, la capa más interna del útero, donde se implantará el embrión, puede estar inflamada. En ambos casos es recomendable que un par de meses antes de intentar un embarazo se interrumpan estos métodos.
  • Eliminar hábitos nocivos como el consumo de alcohol, tabaco y otros tóxicos  Afectan a la fertilidad tanto masculina como femenina y aumentan el riesgo de aborto espontáneo.
  • Hábitos saludables en cuanto a alimentación, a la práctica de ejercicio regular, a respetar las horas de sueño y conocer nuestro estado de salud. Consultaremos acerca de nuestras patologías, fármacos que consumimos y estado de vacunación.
  • Tener un peso adecuado, ni por encima ni por debajo del peso adecuado a nuestras características, mejora la fertilidad. Un exceso de peso en los hombres puede reducir la cantidad de esperma y su calidad, dificultando la concepción.

Cuando el conseguir quedarse embarazada se retrasa más de lo esperado, lo que empezó con alegría puede llevarnos a la frustración y puede afectar la relación de la pareja. Conociendo los días fértiles aumentamos las probabilidades de conseguir un embarazo. Conocer con mayor exactitud el momento de la ovulación y los días que son más fértiles nos dará seguridad y confianza.

No conseguir un embarazo en poco tiempo no significa que exista un problema para concebir. Lo normal es que la mayor parte de parejas sanas lo consigan durante el primer año.

La ovulación

Los ciclos menstruales no suelen ser tan regulares como marcan los libros. La duración más común está entre 26 y 30 días pero es corriente que los ciclos oscilen entre 23 y 35 días. Muchas mujeres con ciclos irregulares desconocen cuándo ovulan y por tanto en qué momento es más aconsejable  mantener relaciones para conseguir un embarazo. Para calcular con mayor exactitud el día de la ovulación existen métodos tradicionales y test que detectan las variaciones hormonales que anuncian la salida del óvulo del ovario. Para conocerlo tenemos:

1. Observación del flujo vaginal o la saliva: el flujo vaginal a lo largo del ciclo menstrual va sufriendo cambios tanto en cantidad como en aspecto. En los días no fértiles la presencia de  flujo es menor. El aspecto es blanquecino y denso. Hacia la mitad del ciclo, cuando se produce la ovulación, el flujo es más líquido y transparente por el aumento de los niveles de estrógenos. Tanto el flujo como la saliva se pueden observar mediante unos test al microscopio, pues las imágenes cambian en función del momento del ciclo.

2. Temperatura basal: consiste en tomarse la temperatura todos los días con el mismo termómetro, en el mismo sitio, a la misma hora, antes de levantarse de la cama y anotarlo en una tabla. Esto se repite durante varios meses todos los días del ciclo.

La temperatura basal del cuerpo humano varía de unas personas a otras, de ahí la importancia de tomarla a diario.Lo normal es que antes de la ovulación la temperatura oscile pocas centésimas. Durante la ovulación llega a un pico que se mantiene unos 3 días y después se mantiene 0,5 ºC por encima hasta que llega la regla, volviendo al nivel inicial. Esta variación se debe a la presencia de la progesterona.

El registro debe comenzar el primer día de la menstruación y mantenerse todo el ciclo. Se puede tomar con unos termómetros especiales con la escala dividida en décimas de grado que facilitan la lectura, pero no es imprescindible.

Ambos métodos unidos al contaje de los días del ciclo nos puede dar una idea de los días fértiles; sin embargo hay métodos que nos aproximan más y con mayor comodidad al conocimiento de estos días.

3. Nivel de hormona luteinizante que controla la ovulación: para medir estos niveles existen unos sencillos test en orina que en un solo paso predicen la ovulación. Estos test detectan el aumento de Hormona Luteinizante (LH) en orina. El aumento se produce unas 24- 48 horas antes de que el óvulo se libere, es decir, se produzca la ovulación. En este momento la fertilidad es máxima con lo que las posibilidades de embarazo también lo son.

La prueba es muy sencilla y se puede realizar en cualquier momento del día. El modo de uso es muy parecido al de los test de embarazo. Hay test que permiten orinar directamente sobre la tira, con cuidado de hacerlo en la superficie indicada para ello o se puede usar un recipiente para orina e introducir en él la tira. Los resultados deben leerse en el tiempo indicado para que no se desvirtúen y sean fiables.

Cuando la orina llega a los reactivos, si hay LH en cantidad suficiente se marcarán las líneas que indican el positivo. Es muy importante seguir las instrucciones para que el funcionamiento sea óptimo. De esta forma la fiabilidad para marcar los días más favorables para concebir es del 99%.

Hay que tener muy presente que estos métodos no son válidos para el control de la natalidad y si los ciclos son muy largos o irregulares es preciso consultar al médico por si existen otros problemas de base que están dificultando el embarazo.

Para obtener resultados fiables debemos:

  • Seguir estrictamente las instrucciones del fabricante. Aunque son similares no todos son exactamente iguales.
  • Es importante marcar un calendario de inicio de las pruebas, basándose en la duración de nuestro ciclo menstrual.
  • En ciclos regulares de 28 días, la prueba comenzará el día 12, contando desde el primer día de la menstruación.
  • Consideraremos siempre como primer día del ciclo, el primero del sangrado y como último día el anterior al comienzo del sangrado del siguiente periodo.
  • Si unimos este método a los anteriores, obtendremos más información sobre nuestros ciclos y por tanto sobre los días de fertilidad máxima.