Planificar adecuadamente la gestación, clave para las mujeres con artritis reumatoide o espondiloartritis

Alrededor de 140.000 mujeres en España padecen artritis reumatoide y cerca de 20.000 sufren espondiloartritis, enfermedades autoinmunes y crónicas que se caracterizan por la inflamación de las articulaciones y producen dolor. El diagnóstico de estas patologías es más frecuente entre los 30 y los 50 años, en plena edad fértil de las mujeres. "Para superar el alto impacto físico y psicológico que estas enfermedades pueden suponer, es fundamental que haya un diagnóstico precoz y que las pacientes estén bien informadas", afirmó la doctora Jacqueline Usón, reumatóloga del Hospital Universitario de Móstoles, en el marco de una sesión informativa organizada por la Asociación Mostoleña de Espondilitis y Artritis en Madrid.

Muchas de estas mujeres diagnosticadas desearán quedarse embarazadas mientras se encuentren en tratamiento, una decisión que "más del 90 por ciento de las mujeres llevará a cabo sin problema cuando tenga controlada la enfermedad", explica la doctora Usón. "La clave está en planificar adecuadamente y con tiempo la gestación, aprovechar los periodos de remisión donde no hay apenas síntomas para así suspender antes de la concepción fármacos potencialmente tóxicos para el embrión como el methotrexate y la leflunomida". Según esta reumatóloga, aunque hay casos de mujeres que en tratamiento con terapias biológicas se han quedado embarazadas y la gestación ha continuado sin problemas, es necesario abandonar esta medicación antes del embarazo.

Hoy en día, asegura esta especialista, lograr que la enfermedad esté bien controlada es posible gracias al amplio arsenal terapéutico disponible y las terapias biológicas. "Podemos mejorar de forma evidente la calidad de vida de la paciente y esto mejora el estado físico y psicológico de las mujeres, lo que hace que cada vez un mayor número de ellas opten por la maternidad", señala.

Recomendaciones

Durante el embarazo, el reumatólogo observará si aparecen de nuevo los síntomas, aunque en principio, "una paciente con artritis reumatoide o espondilitis no requiere un mayor control que cualquier otra embarazada, que también procurará engordar el menor número de kilos posible y deberá hacer ejercicio". Generalmente durante el embarazo no hay brotes inflamatorios pero si puede haber en el postparto y durante la lactancia. Por ello, tras la lactancia -que es recomendable que no sobrepase los 3 meses-, y siempre y cuando la mujer lo necesite, se podrá retomar sin problemas el tratamiento. Lo importante, señalan los especialistas, es que las mujeres con enfermedades reumáticas inflamatorias tengan un buen conocimiento sobre ellas y sepan cómo actuar, ya que esto favorecerá un mejor control de la patología y una mayor calidad de vida a largo plazo.