Cómo hacer frente a la menopausia de forma positiva

Es importante que las mujeres a la hora de enfrentarse con la menopausia puedan contar con un asesoramiento especializado para garantizar su calidad de vida

"La llegada de la mujer a la menopausia trae consigo multitud de cambios que pueden afectar tanto al aspecto físico como al social o el psicológico, por ello es importante que las mujeres cuenten con un asesoramiento especializado para garantizar la calidad de vida durante el climaterio". La recomendación proviene del doctor Rafael Sánchez Borrego, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia, AEEM.

En este sentido, es oportuno recordar que esta asociación científica tiene en su página web www.aeem.es un consultorio de salud sobre menopausia donde las usuarias reciben respuestas de profesionales a sus problemas por esta causa, y asesoramiento acerca de la importancia de la prevención y de las mejores terapias disponibles para garantizar la calidad de vida.

No obstante, y al tratarse de una situación fisiológica en la vida de la mujer que anuncia el fin de su etapa reproductiva, el citado especialista hace hincapié en la conveniencia de no olvidar que un correcto diagnóstico y tratamiento debe realizarse siempre en la consulta de médico. Durante el climaterio, es decir, en el período de transición que va del estado fértil al infértil, el primer punto que debe tener en cuenta la mujer es que la entrada a esta nueva etapa de su vida no es fruto de una enfermedad, sino de un proceso natural que implica cambios hormonales, cambios que en ocasiones vienen acompañados de simples circunstancias relacionadas con la edad y/o –por extraño que parezca- con la coincidencia de situaciones socioeconómicas puntuales y desfavorables que imposibilitan o dificultan el acceso a unos servicios asistenciales mínimos.

La desinformación

Aducen los expertos que en la menopausia, como en otras tantas circunstancias de la vida, el peor consejero es la desinformación, pues la mujer menopáusica corre el riesgo de que a la habitual sintomatología asociada, ya de por sí amplia, variable y a veces desagradable: trastornos vasomotores, óseos, metabólicos, cutáneos, sofocos y sudoraciones, trastornos del sueño, dolores de cabeza o palpitaciones, sequedad y atrofia vaginal..., se sume una insoportable carga emocional, traducible en nerviosismo, irritabilidad, humor depresivo, ansiedad, dificultad de concentración o cansancio que conduce a adicciones nada saludables, como al tabaco o al alcohol, que sumados al sedentarismo agudizan el síndrome climatérico. Por eso es importante que las mujeres cuenten con un asesoramiento especializado para garantizar la calidad de vida durante el climaterio.

Y llegados a este punto, también conviene tener en cuenta las recomendaciones de los psicólogos, en el sentido de que se debe adoptar una actitud positiva ante los cambios psico-somáticos que surgen con la menopausia. Obviamente es fácil decirlo, pero por lo menos hay que intentar mentalizarse y asumir el hecho de que perder la capacidad reproductiva no es óbice para seguir disfrutando de aquello que place, y llevar una vida sexual y social satisfactoria. A este respecto, cabe recordar que los más recientes estudios confirman que los problemas de salud en la mujer a partir de esta etapa de la vida suelen estar más estrechamente relacionados con el proceso de envejecimiento y no con los cambios hormonales.

La terapia hormonal sustitutiva debe ir acompañada de una alimentación equilibrada.

La terapia hormonal sustitutiva ha de ir junto una alimentación equilibrada.

Una menopausia llevadera

Los efectos que produce la menopausia no siempre son llevaderos para quienes los sufren, pero afortunadamente la Medicina tiene importantes recursos para paliar tales efectos, y uno de ellos es la terapia hormonal sustitutiva, si bien aún no está exento de cierta controversia. Según un informe de la Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid, y de acuerdo con los resultados de algunos estudios, esta modalidad terapéutica requiere antes de aplicarla, realizar una valoración individual de la mujer en tratamiento para verificar los posibles riesgos, ya que en determinadas pacientes plantea ciertos problemas de seguridad a medio y largo plazo. De ahí que su administración deba aplicarse durante cortos periodos de tiempo y únicamente cuando existe un balance positivo entre el beneficio y el riesgo.

A este respecto, el Instituto Dexeus confirma que, efectivamente, esta terapia no es aplicable a todas las mujeres, por lo que antes de someterse a ella es necesaria una previa revisión ginecológica, a fin de comprobar la ausencia de enfermedades que desaconsejen su prescripción. No obstante, una vez descartados los inconvenientes o incompatibilidades, es una buena solución, ya que resulta eficaz evitando los sofocos y sudores que impiden dormir, mejora el estado de ánimo, la piel y las mucosas recuperan su aspecto hidratado, las relaciones sexuales se tornan más satisfactorias, los huesos dejan de perder calcio... además no crece el vello ni produce cáncer como se suele creer.

Hábitos saludables

En cualquier caso, la terapia hormonal sustitutiva no es una panacea, por lo que su administración debe ir acompañada de hábitos saludables que incluyan una alimentación equilibrada y ejercicio diario regular y moderado –unos 30 minutos- para evitar el sobrepeso y la temida osteoporosis.

A este respecto, se debe procurar consumir alimentos ricos en calcio, a fin de favorecer su fijación en los huesos, y tomar el sol moderadamente algunos minutos, para obtener la necesaria vitamina D. Son ricos en calcio los lácteos preferiblemente desnatados: leche descremada, yogures descremados y quesos bajos en grasa.

En otro grupo tenemos las legumbres y hortalizas. Las judías verdes, espinacas, acelgas, guisantes y garbanzos, cereales integrales... son igualmente fuentes de calcio. Si tiene que recurrir a suplementos para obtener este mineral, conviene que se deje asesorar por su médico o farmacéutico.

Dado que la menopausia conlleva aumento de peso y de colesterol, es aconsejable limitar el consumo total de grasas, sobre todo las saturadas de origen animal, muy presentes en despojos o vísceras, embutidos y patés, en la carne de pato, cocos, bollería y lácteos enteros. Tampoco hay que olvidar que algunas grasas vegetales, como la de palma o de coco, albergan también este tipo de grasas, de ahí la recomendación de andarse con cuidado con la bollería.

Lo recomendable

Por el contrario, sí es aconsejable el pescado (azul y blanco), porque tienen ácidos grasos esenciales de la serie omega 3, que contribuyen a prevenir algunas enfermedades cardiovasculares. La carne de pollo, pavo o conejo, conocidas como "carnes blancas", entran igualmente en este grupo alimenticio recomendable, al igual que los frutos secos (almendras, avellanas, castañas, nueces), el aceite de oliva virgen para cocinar y en crudo, las infusiones -moderadamente por su efecto estimulante- de té verde por su acción antioxidante y favorecedora de la eliminación de grasas, y las infusiones de melisa, favorecedoras de la digestión y de efecto relajante. Huevos, carne, café y bebidas alcohólicas deben consumirse con moderación.