El diagnóstico precoz y el abordaje integral de la paciente son más determinantes que los tratamientos posteriores para la supervivencia en cáncer de mama

El aspecto psicológico y la actitud de las afectadas son determinantes en la tolerancia a los tratamientos y la superación de la enfermedad

La atención multidisciplinar es fundamental para el diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama. Entre las especialidades implicadas en su abordaje, la Atención Primaria juega un papel esencial en la prevención, algo decisivo a la larga para el éxito del tratamiento. Como explica el doctor José María Rodríguez Álvarez, ginecólogo de la Unidad de Patología Mamaria del Hospital Universitario Central de Asturias de Oviedo, el papel fundamental del médico de Atención Primaria se centra en "detectar las pacientes de alto riesgo, practicar una primera exploración y usar adecuadamente los métodos complementarios. Cualquier ganancia en el tiempo de diagnostico redunda en beneficio terapéutico (una cirugía menos agresiva, menos tratamientos adyuvantes, etc.)".

La importancia de su papel reside en la evidencia de que los mejores índices de supervivencia se deben más al diagnóstico precoz que a la modalidad del tratamiento empleado. Además de en ese diagnóstico, el médico de Atención Primaria tiene un papel importante en el abordaje multidisciplinar del cáncer de mama porque es quién pone a la paciente en contacto con la atención especializada en sus distintas disciplinas -cirugía, radioterapia, oncología, psicología, etc.- "También es el principal interlocutor con estas especialidades y quien sigue de cerca a la paciente aunando los diferentes tratamientos con una visión general, quién le sigue cuando los finaliza y quien le pondrá de nuevo en contacto con la atención especializada si se da una recaída", señala la doctora María del Carmen Moraño, médico de familia y miembro de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).

Abordaje multidisciplinar

Son varias las disciplinas implicadas en el abordaje de las distintas fases del cáncer de mama; cada especialidad aporta sus conocimientos y sus puntos de vista, teniendo en cuenta a cada paciente de una forma individual. Así, entre otras, intervienen la cirugía -que extirpa el tumor y ha mejorado el control local de la enfermedad-, la radioterapia -tanto para tratamiento junto a la cirugía como para disminuir el riego de recidivas tumorales- o la quimioterapia –ya sea antes de la cirugía, en los casos en que el tumor está en un estado más avanzado, o después de esta para disminuir el riesgo de recidiva y diseminación a distancia-.

Además de ellas, ambos expertos señalan que el aspecto psicológico y la actitud de la paciente juegan también un papel importante en el tratamiento del cáncer de mama. En cuanto al primero, la doctora Moraño señala que es importante que la paciente "no se sienta sola y que tenga un buen apoyo familiar, ya que es un proceso largo con días mejores y peores y necesita saber que siempre tendrá a alguien que no las va a dejar solas".

La actitud positiva, añade el doctor Rodríguez Álvarez, ayuda considerablemente a la tolerancia a los tratamientos y a la superación e incluso curación de la enfermedad. De hecho, según el experto, "las pacientes deportistas toleran mejor los tratamientos quimioterápicos y superan antes el trauma de la enfermedad; la pronta incorporación a la vida laboral también ayuda".

En ese sentido, las asociaciones de afectadas ayudan mucho a superar y sobrellevar la enfermedad ya que, en ellas, las pacientes se cuentan sentimientos que no suelen mostrar con los médicos y reciben consejos para su vida diaria de parte de personas que ya pasaron por lo que ellas están pasando.

Novedades en diagnóstico y tratamiento

Aunque la prevención en el sentido estricto (la prevención primaria) no es posible en este tumor, al no ser los principales factores de riesgo -edad, antecedentes familiares o mastopatía de riesgo- modificables desde el punto de vista preventivo, sí lo es la prevención secundaria, mediante el diagnóstico precoz, ya que se asienta en un órgano externo accesible a la exploración y existe una prueba que no es agresiva y resulta muy fiable para su diagnóstico: la mamografía.

En cuanto a dicho diagnóstico, el doctor Rodríguez Álvarez destaca "la incorporación de la resonancia magnética, que ha permitido profundizar más en el diagnostico de la multifocalidad, imprescindible para la cirugía conservadora. Igualmente, las nuevas mamografías digitales con tomosíntesis sin duda aumentarán la precisión diagnóstica, así como los nuevos ecógrafos con elastografia, que representan la última aportación de la imagen al diagnóstico".

Según la doctora Moraño, algunos de los principales avances son "las mejoras de las técnicas quirúrgicas y el perfeccionamiento de la radioterapia, siendo ahora menos agresiva; en cuanto a la tan temida quimioterapia, cabe destacar la aparición de nuevos fármacos, con menos efectos secundarios y mejor tolerados por las pacientes".

Además, según el doctor Rodríguez Álvarez, la caracterización molecular de los tumores trata de establecer una verdadera "carta de identidad tumoral" con la que conocer la agresividad intrínseca de cada tumor y las dianas terapéuticas potenciales para cada paciente. Otra novedad es la generalización de la técnica del ganglio centinela, con la incorporación de nuevas indicaciones a medida que se vaya demostrando la validez de algunos estudios prospectivos en curso.