Claves en positivo para la prevención y el diagnóstico precoz del cáncer en la mujer

La prevención primaria, dirigida a evitar que la enfermedad aparezca, incluye no fumar, seguir una dieta equilibrada, realizar ejercicio moderado y protegerse del sol

El de mama es el cáncer más prevalente entre las mujeres y el de cérvix es el segundo en frecuencia entre las mujeres jóvenes. Si bien éstos son dos datos irrefutables en la actualidad, la buena noticia es que hay mucho que nosotras mismas podemos hacer para evitar esta enfermedad o luchar contra ella cuando ya ha aparecido. Y bastantes de esas "recetas" son de fácil aplicación, estando al alcance de todas las mujeres.

Ese fue el mensaje principal que la doctora Mercedes Herrero, ginecóloga de HM Hospitales y miembro de la Unidad de Mama de HM Universitario Sanchinarro-Centro Integral Oncológico Clara Campal (CIOCC), transmitió a todas las mujeres que asistieron a su ponencia "Prevención y Diagnóstico precoz del cáncer en la mujer", ofrecida en el marco de la Semana Internacional de la Mujer, celebrada en Madrid.

Empezando por lo más sencillo, la doctora Herrero enumeró los principales factores de riesgo de cáncer en la mujer, siendo muchos, exceptuando los derivados de su propia condición femenina, los mismos que en otro tipo de tumores, y compartiendo todos ellos un objetivo común: "evitar que el enfermedad aparezca".

Prevención primaria

Por encima de todos, en importancia, Herrero destacó el tabaco, que consideró principal enemigo en cualquier estrategia de prevención oncológica, acompañado del consumo de alcohol. Junto a ellos, señaló la alimentación rica en grasas, alimentos preparados y poco saludable, que puede hacer mucho daño a la salud y favorecer la aparición de numerosas enfermedades, y lamentó que se esté perdiendo la llamada "dieta mediterránea", rica en frutas, cereales integrales, frutos secos, hortalizas, fibras y alimentos frescos en general, y que "es especialmente importante seguir en el caso de los niños".

Realizar ejercicio moderado -"lo mejor es al aire libre, de forma regular y en buena compañía, para que sea más agradable hacerlo y no suponga una obligación difícil de cumplir; o, en el peor de los casos 'movernos' un poquito todos los días", aconsejó la ginecóloga- y protegerse de la radiación solar fueron las otras dos estrategias destacadas por Mercedes Herrero como principales armas en la lucha contra el cáncer.

No obstante, si la prevención primaria, a la que corresponden las anteriores recomendaciones, resulta fallida y se queda corta, siempre queda la prevención secundaria, dirigida a, una vez que la enfermedad ha aparecido, reducir la mortalidad producida por ésta. Y en esta fase, "la clave es el diagnóstico precoz y los programas de cribado", aseguró la experta poniendo como ejemplos importantes en este sentido el cáncer de mama y el cáncer de cérvix.

Prevención secundaria

Según recordó la doctora Herrero, la prueba de cribado de referencia para el cáncer de mama es la mamografía, que se recomienda realizar una vez al año desde los 40 años hasta los 65, siempre que no haya otros factores de riesgo que puedan modificar esta pauta, y a la que sumó la autoexploración, un método fácil y cómodo de diagnóstico precoz que se debe promover especialmente entre las mujeres jóvenes.

Asimismo, sin duda el logro más importante en años en relación al cáncer de cérvix, causado por el virus del papiloma humano (VPH), de transmisión sexual y cuya infección es muy frecuente a lo largo de la vida, es la vacuna contra este virus. Sin olvidar que "sólo un porcentaje de las infecciones por este virus pueden causar alteración celular, y únicamente parte de estas últimas pasan a la fase de desarrollo del cáncer de cérvix", lo cierto es que la prevención segundaria en este tumor es igualmente clave, ya que "el cribado puede evitar hasta el 80 por ciento de estos cánceres", indicó la ginecóloga. La citología desde el inicio de las relaciones sexuales hasta los 65 años, los test de VPH y la colposcopia, añadida o no a la biopsia son otras herramientas claves de diagnóstico precoz.

Así, la Dra. Herrero concluyó recordando las claves de la prevención y el diagnóstico precoz de ambos tipos de cáncer: "las revisiones rutinarias ginecológicas anuales, la exploración ginecológica y de mama y las pruebas de cribado como la citología y la ecografía ginecológica. Pero por encima de todas, la información, la concienciación y el autocuidado de nuestra salud.