Expertos desaconsejan el uso de suplementos alimenticios en pacientes con cáncer

La desnutrición afecta negativamente la tolerancia a los tratamientos oncológicos

La Organización Mundial de la Salud (OMS), en apreciaciones del año 2008, indicó que entre el 30 y el 40 por ciento de los cánceres podrían prevenirse con medidas relacionadas con la dieta, el control del peso y la actividad física.

El Estudio EPIC (European Prospective Investigation into Cancer) puesto en marcha a principios de los años 90 en Europa, trata de poner de manifiesto la relación existente entre dieta, estado nutricional, estilos de vida, factores ambientales y la incidencia de diferentes tipos de cáncer.

"De este modo, se pretende mejorar el conocimiento científico sobre los factores nutricionales implicados en el cáncer y aportar las bases científicas para intervenciones de Salud Pública, dirigidas a promover una dieta y estilos de vida saludables", explica la doctora Pilar Gómez Enterría, coordinadora del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición.

En este sentido, asegura la doctora Irene Breton, miembro de la Junta Directiva de la SEEN, el uso de los suplementos alimenticios como medida para prevenir la desnutrición que el tratamiento ocasiona en ocasiones en los pacientes oncológicos "no solo no ha demostrado tener las mismas propiedades que una alimentación basada en alimentos de origen vegetal, sino que en muchas ocasiones puede tener un efecto contrario, aumentando el riesgo de determinados cánceres. De hecho, en personas sanas los suplementos de vitamina A con betacarotenos y hierro incrementan el riesgo de cáncer de pulmón tanto en fumadores como en exfumadores".

Desnutrición

En los pacientes con cáncer es frecuente la afectación, en mayor o menor medida, del estado de nutrición. Depende del tipo de tumor, su localización o el estadio evolutivo en que se encuentre la enfermedad. Entre otras, las causas de esta desnutrición se asocian, por un lado, con el propio tumor, y, por otro, con el tratamiento que se aplica: cirugía, quimioterapia, radioterapia, etc.

Es fundamental que un paciente oncológico esté bien nutrido. "La desnutrición afecta negativamente la tolerancia a los tratamientos oncológicos. Un enfermo desnutrido tolera peor la quimioterapia, lo que en muchas ocasiones obliga a disminuir la dosis o a espaciar los ciclos de tratamiento. Otro tanto ocurre con la radioterapia", puntualiza la experta.

"Es frecuente que los pacientes experimenten pérdida de apetito, aumento de la sensación de saciedad, e incluso alteración del gusto de los alimentos", indica la doctora Bretón. Este hecho condiciona, en muchas ocasiones, aversiones a ciertos alimentos, como la carne; también son frecuentes los síntomas digestivos, como náuseas, vómitos o diarrea, por lo que la  dieta del paciente deberá adaptarse a estas circunstancias.

Dietas individualizadas

Las necesidades nutricionales de estos pacientes son, en general, superiores a las de una persona sana, debido en parte a los trastornos metabólicos que produce el propio cáncer y al tratamiento que se aplica.

"No hay ningún alimento ni ningún tipo de dieta milagrosa que curen el cáncer", asegura la doctora Enterría. "Como en cualquier situación, fisiológica o patológica, lo adecuado es realizar una dieta equilibrada, variada y ajustada a las necesidades nutricionales de cada enfermo, procurando incluir todos los grupos de alimentos y rotando la elección de los alimentos incluidos en cada grupo".

Teniendo en cuenta estas recomendaciones, cabe destacar, según la doctora Gómez Enterria, que es necesario adaptar e individualizar la dieta en cada persona, de manera que sea suficiente en macro y micronutrientes y sus características deben ajustarse en función de los síntomas que presentan.

En este punto es clave la labor de un especialista, y en este sentido, el endocrinólogo es uno de los facultativos que mejor pueden ayudar al paciente a diseñar la dieta, los hábitos de vida y la pauta de ejercicios más óptima para luchar contra la enfermedad valorando según los casos, la necesidad de asociar suplementos nutricionales orales o, incluso, nutrición artificial para conseguir el aporte de los requerimientos nutricionales.

"Hoy en día- asegura la doctora Bretón- existe la posibilidad de nutrir a estos pacientes cuando, por su enfermedad o como consecuencia de los tratamientos que precisa para controlarla, no pueden hacerlo con alimentos naturales. La nutrición enteral permite administrar nutrientes directamente al tracto digestivo. Es posible, incluso, administrar nutrientes directamente a la sangre, por medio de la nutrición parenteral".