¿Es posible evitar las alteraciones digestivas?

El 30% de la población española padece hinchazón de vientre y gases. Durante la Navidad acostumbramos a sufrir acidez de estómago, pesadez, digestiones lentas, estreñimiento…

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La Navidad está a la vuelta de la esquina. Es una época muy especial para todos por diversos motivos: disfrutar de la ilusión de los más pequeños de la casa, alegrarnos con regalos y detalles de nuestros seres queridos, pero sobre todo, reunir a familiares y amigos alrededor de la mesa y deleitarnos con los manjares típicos de estas fechas.

Pero también, y no sólo durante la Navidad, es muy común sufrir acidez de estómago, pesadez, digestiones lentas, estreñimiento, hinchazón de estómago… eso es debido a que ingerimos una mayor cantidad de comida. Además, consumimos platos más elaborados y calóricos acompañados de salsas, ingerimos más bebidas alcohólicas y gaseosas de lo habitual, turrones y dulces, etc. Por el contrario, reducimos el consumo de fruta y verdura, de recetas ligeras elaboradas a la plancha, etc. Todo ello, evidentemente, dificulta que nuestro sistema digestivo funcione con normalidad provocando molestias y desajustes que pueden afectar a nuestro organismo durante estas fechas tan señaladas.

Los expertos afirman que uno de cada diez adultos sufre acidez al menos una vez cada semana y además, en Navidad solemos incrementar nuestro peso en 3 kilos de media. Esto quiere decir que durante unos días llegamos a comer las mismas calorías que ingerimos durante una semana cualquiera durante el año, debido a los copiosos manjares que nos rodean durante estas fechas tan señaladas. Estos son algunos de los motivos que generan que, durante las Fiestas, aumente de manera notable el número de personas que padecen problemas digestivos. Además, el 30% de la población española padece hinchazón de vientre y gases, un síntoma provocado en su mayoría debido a problemas en el tránsito intestinal. Casi uno de cada cuatro españoles (24%) sufre acidez gástrica y el 59% de la población de nuestro país ha sufrido algún problema en el sistema digestivo en el último año.

Los Laboratorios El Naturalista aportan una serie consejos para evitar las alteraciones digestivas estas Navidades:

1.- Masticar bien los alimentos para facilitar la digestión.

2.- Comer despacio para evitar ingerir muchos gases. A su vez, evitar las bebidas gaseosas ya que, evidentemente, aumentan la cantidad de gas que ingerimos.

3.- Evitar usar ropa muy ajustada y los cinturones a la altura del estómago para no presionarlo y dificultar así la digestión. También evitaremos las molestias causadas por la constante presión en la zona del vientre.  

4.- Intentar acostarnos 2 o 3 horas después de haber comido. Además, si colocamos dos superficies de 15 cm de alto debajo de las patas de la cabecera de la cama ayudaremos a que el ácido se mantenga en el estómago y evitaremos molestias de acidez o reflujo.

5.- Controlar la ingesta de bebidas alcohólicas ya que aumentan la acidez de estómago y dificultan la digestión.

6.- Realizar ejercicio físico los días antes de las grandes comidas o cenas así como al día siguiente para quemar las calorías extra consumidas, dado que durante estos días ingerimos muchas más calorías de las necesarias para nuestro cuerpo.

Diez consejos nutricionales 

Asimismo la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) aconseja seguir estas recomendaciones:

1. Incluir en el menú todos los grupos de alimentos. “Es importante mantener los criterios de variedad, equilibrio y salud del resto del año”, advierte.

2. Apostar por la dieta mediterránea, ya que, como apunta el experto, “ofrece importantes beneficios para nuestra salud, como la prevención cardiovascular y de ciertos tipos de cáncer, además de ayudar a controlar el peso”.

3. Calidad versus cantidad. “No siempre es necesario que en la mesa navideña domine la opulencia; un menú equilibrado también puede disfrutarse en buena compañía”, dice este especialista.

4. No saltarse el desayuno, aunque nos levantemos tarde. “No podemos ni debemos olvidarnos de desayunar nunca. En los días festivos, después de trasnochar, es posible que retrasemos la toma de alimentos y seamos más comedidos en la cantidad, pero siempre deberíamos tomar lácteos, cereales y fruta”.

5. Mejor pescado que carne. “Se aconseja tomar más raciones de pescado que de carne a la semana, en torno a 5-6 de pescado, de las cuales al menos 3 deberían ser de pescado azul”, puntualiza.

6. Equilibrar los excesos con comidas más livianas. “Como especialistas, no recomendamos una comida o cena copiosa. De hecho, lo razonable sería ser mucho más comedidos para que podamos compensar los excesos”.

7. Cocinado sencillo y con aceite de oliva. “Además de intentar huir de las comidas abundantes, la forma de elaboración de los platos debe ser sencilla: asados en su jugo, cocidos, a la plancha o guisos con poca elaboración, utilizando siempre como fuente de grasa el aceite de oliva”.

8. Menús más saludables, con más verduras y legumbres, y fruta de postre. “Las verduras elaboradas de manera sencilla, en forma de cremas, purés, hervidas o en ensaladas son elementos esenciales en nuestra dieta. Tampoco debemos olvidar las legumbres, los cereales como el arroz, la pasta y el pan; además de los frutos secos, muy nutritivos y ricos en grasas saludables. En el caso de los postres, la fruta debería ser predominante, incluso un lácteo que contenga fruta nos permitiría aportar prebióticos y probióticos”.

9. Los dulces, mejor pocos y de forma ocasional. “No son alimentos fundamentales y no constituyen parte esencial de una alimentación saludable diaria. Se recomienda que su consumo sea ocasional, controlado y conocer su composición nutricional.”.

10. Cuidado con los productos “light”. “Es mejor disfrutar con moderación del producto original, sabiendo lo que hacemos, que tomar cantidades descontroladas de productos ‘light’ con falsa sensación de seguridad de que es más sano: todo lo que tomamos entra en la cuenta global”.