En época de exámenes, aprende a combatir el cansancio

La primera regla de oro para luchar contra el cansancio es mejorar los hábitos de alimentación

Quizás has seguido punto a punto el manual del estudiante ideal: no has faltado a ninguna clase de secundaria o de la universidad y tienes las coderas de los jerséis rozadas de tanto estudiar y repasar. Quizás has vagueado más de la cuenta y en la recta final del curso tienes que 'tragarte' los libros a toda velocidad. Sea como sea, la época de exámenes ha llegado para todos y con ella el agobio, el agotamiento y el estrés.

No te preocupes más de la cuenta, el cansancio se puede combatir, sólo tienes que contar con las armas necesarias. Y escucha a tu cuerpo: la sensación de fatiga es una señal de alarma con la que el organismo te avisa de que necesita más 'combustible', descanso, o ambas cosas a la vez.

Alimentarse bien

La primera regla para luchar contra el cansancio es mejorar los hábitos de alimentación. Cada nutriente juega un papel insustituible y necesario en el organismo, por eso es tan importante comer de todo y con moderación.

Haz cinco comidas diarias (desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena) y procura no saltarte ninguna. El organismo necesita energía para ponerse en marcha y un desayuno completo es la mejor forma de dársela. Lácteos, cereales y frutas son los tres pilares de la comida más importante del día.

Hidrátate bien: toma al menos dos litros de líquido al día y no esperes a tener sed para beber; tu rendimiento físico y mental te lo agradecerán.

Si es posible, apuesta por los hidratos de carbono. Estos nutrientes proporcionan azúcares, la energía fundamental que necesitas para compensar el desgaste del estudio. Ten cuidado con los dulces: se queman muy deprisa y pueden provocarte un 'bajonazo' físico. Y no te olvides de las vitaminas, principalmente algunas del grupo B y la vitamina C. Las primeras ayudan a disminuir el cansancio y la fatiga y a producir energía y a liberarla cuando el cuerpo la necesita. Por si esto fuera poco, participan en la fabricación de glóbulos rojos, los encargados de transportar el oxígeno por el cuerpo.

Cereales integrales, pescado, carne, hígado, huevos, lácteos y vegetales de hoja verde son ricos en vitamina B, por lo que conviértelos en ingredientes imprescindibles de tu dieta en época de exámenes.

La vitamina C, la 'antiestrés' por excelencia, refuerza las defensas y aumenta la resistencia a la fatiga. Naranjas, mandarinas, pomelos, kiwis y papayas son sus principales proveedores.

Además, si los nervios te alteran el tránsito intestinal y eres víctima de la diarrea o del estreñimiento, recuerda que hay alimentos que pueden ayudarte a regularlo. Y si estos consejos no son suficientes, acude al médico. Él es quien mejor puede ayudarte a seguir una alimentación que te ayude a afrontar el periodo de exámenes de la mejor forma posible.

Suplementos alimenticios

Las vitaminas son micronutrientes imprescindibles para el organismo. De hecho, es tal su importancia y utilidad en la regulación del metabolismo, y tan necesaria y vital su capacidad de transformar los alimentos en energía, que gracias a ellas el organismo puede funcionar.

Con las vitaminas se da la paradoja de que, salvo en el caso de la vitamina D, el organismo es incapaz de fabricarlas por sí mismo y necesita de una dieta variada y equilibrada para conseguir el aporte diario de vitaminas imprescindibles para funcionar como un reloj.

Y cuando la alimentación no es suficiente, en la farmacia tienes a tu disposición complementos alimenticios ricos en vitaminas y minerales que merman tu fatiga y favorecen tu rendimiento intelectual y cognitivo, una ayuda ideal para afrontar el periodo de exámenes con la energía que necesitas.

Y recuerda: a pesar de sus beneficios, los complementos alimenticios no deben sustituir a una dieta equilibrada ni a un estilo de vida saludable, sino complementarlas.

No los tomes por tu cuenta; consulta a tu médico o farmacéutico y sigue sus recomendaciones. Además, los complementos alimenticios se rigen por unas indicaciones de uso que hay que tener siempre presente y hay que mantenerlos fuera del alcance de los niños más pequeños.

Cuidar cuerpo y mente

Para rendir más y mejor necesitas cuidar tu cuerpo y tu mente. Destierra los pensamientos negativos que te bloquean y haz deporte, un aliado de excepción en época de exámenes. El ejercicio físico mejora la concentración y la memoria, reduce las molestias de espalda y cuello, te ayuda a dormir mejor, disminuye la tensión muscular y nerviosa y por ende el nivel de estrés y libera endorfinas, sustancias que aumentan la sensación de bienestar. Y siempre que sea posible, apuesta por el ejercicio al aire libre.

Dormir es indispensable pero no hay un número de horas de sueño ideal, cada persona es diferente. En cualquier caso, el cansancio no es un buen compañero del aprendizaje: si 'duermes' lo estudiado te acordarás más y mejor de ello.

Programa de estudios

Si no quieres que la época de exámenes se convierta en una auténtica pesadilla, lo primero que has de hacer es un programa de estudios en el que has de concretar no sólo el tiempo que vas a pasar delante de los apuntes, sino también el que vas a reservar a descansar, hacer deporte y salir con los amigos.

Lo ideal sería que la época de exámenes sirviera tan sólo para consolidar lo aprendido, para repasar, por lo que cuanto menos cosas nuevas tengas que asimilar a última hora, mejor.

No te metas de lleno con la asignatura más difícil. Empieza el día con una tarea de dificultad intermedia, cuando hayas 'calentado motores' pasa a otra más difícil y cuando veas que las fuerzas te flaquean termina la jornada con una sencilla. Márcate pequeñas metas y afróntalas de una en una para no saturarte. Y si poco a poco los nervios se van apoderando de ti, prueba ejercicios de relajación y concentración, te vendrán bien.