El control de la alimentación es básico para la mejoría de la dermatitis atópica

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel, crónica y recurrente, de naturaleza hereditaria y caracterizada por piel seca, con presencia de eczema (reacción de hipersensibilidad en la piel similar a una alergia).

Actualmente, en España se estima que la dermatitis atópica afecta a entre el 5 y 15 por ciento de la población, con especial presencia en los niños, donde los porcentajes ascienden hasta el 20 por ciento. Su crecimiento, prevalencia y altos índices de afectación entre la población española, obliga a los profesionales de la medicina a investigar sobre su tratamiento y su posible prevención.

Estudios clínicos indican que la alimentación es un factor clave para controlar y prevenir los brotes de dermatitis atópica. Todos apuntan a una conclusión: el hecho de eliminar algunos alimentos como los huevos, la leche de vaca, el trigo, la soja o los cacahuetes, según el caso, produce una mejoría en los pacientes en más del 70 por ciento de los casos. En un estudio con 62 niños afectados con dermatitis atópica se investigó la eficacia de eliminar los huevos de la dieta, consiguiéndose en los mismos una gran mejoría de las lesiones de dermatitis y estableciéndose además que la cantidad de alimento (huevo) que se ingería se asociaba a la gravedad de las lesiones.

Por otra parte, es importante seguir las pautas de un dermatólogo o alergólogo para que diagnostique cuáles son los alimentos que debemos eliminar de la dieta, y siempre, en todo momento, deben ser supervisadas por un pediatra, ya que sin un control exhaustivo pueden desencadenar en carencias nutricionales importantes.