¿Adelgazar en verano?

Si este verano ha decidido perder algunos kilos, sáciese con frutas y verduras, olvídese de los atracones y recurra a menús ricos en vitaminas, minerales y fibra y pobres en calorías

Uno de los propósitos de "enmienda" que suelen hacerse muchas personas en verano, es provechar los calores propios de la temporada para perder algunos kilos de más, habida cuenta de que con las camisetas o los bañadores no hay manera de disimular los "michelines". En este sentido, no son pocos los profesionales sanitarios que animan a sus pacientes  a aprovechar la estación para adelgazar. Sólo hace falta un poco de fuerza de voluntad.

Son varias las razones para emprender tal cometido: en verano y en vacaciones, sobre todo si está cerca de una playa y en los atardeceres o en las primeras horas del día, no hay que resistirse al deseo que surge de pasear por la arena, visitar los parques o, si se está lejos del lugar de residencia, conocer los alrededores haciendo senderismo. Éstas son actividades muy relajantes y francamente antiestrés, además de que con ellas ya se hace algo de ejercicio.

Por otro lado, el calor imperante y el consumo de calorías que necesita el cuerpo es menor, y, al menos sobre el papel, apetece comer menos y más ligero, a menos que hagamos mucho ejercicio y realicemos una intensa actividad.

Si hemos tomado la decisión de perder algunos kilos, hay que aprovechar para saciarse con frutas y abundantes verduras, de lo que suele haber gran variedad en verano, y olvidarse de  los atracones; procurarse menús ricos en vitaminas, minerales y fibra y pobres en calorías. Cabe recalcar que los alimentos ricos en fibras vegetales tienen la virtud de saciar antes y facilitar el tránsito intestinal.

Beber líquido en abundancia -zumos, gazpacho, sopas frías...-, además de hidratar el cuerpo, contribuye a prevenir la celulitis y favorecer la eliminación de líquidos. Si en la zona elegida para veranear no reina el calor asfixiante, ayuda mucho al propósito adelgazante realizar actividades al aire libre como pasear después de cenar, montar en bicicleta, practicar el remo u otros deportes marinos... Así, a la vez que se pierde grasa, se gana masa muscular.