El tratamiento correcto de la psoriasis ayuda a reducir la estigmatización en los pacientes

La psoriasis no tiene cura, pero se pueden reducir sus efectos notablemente

Ocho de cada diez pacientes con psoriasis activa afirma vivir con el estigma de esta enfermedad. Este dato se desprende del estudio realizado por la doctora García-Bustinduy, dermatóloga en el Hospital Universitario de Canarias, en La Laguna, Santa Cruz de Tenerife, con la colaboración de AbbVie. Una investigación pionera en España, ya que nunca antes se había analizado el grado de estigmatización de la psoriasis entre los propios pacientes.

El objetivo de este estudio, donde han participado 201 pacientes, 124 con psoriasis activa y 77 con psoriasis no activa, es aportar a los dermatólogos una nueva herramienta que ayude al control de la enfermedad y, por tanto, a mejorar la vida de los pacientes.

"Este estudio supone una nueva vía para poder analizar cómo la psoriasis afecta a la vida de los enfermos, en este caso, cómo les afecta en su relación con el entorno, en su aceptación de sí mismos. Son datos a conocer muy interesantes para el profesional que los atiende, porque nos puede ayudar a elegir una u otra forma de terapia en función de las necesidades particulares de cada paciente", comenta la doctora García-Bustinduy.

Sentimientos del afectado

En esta investigación, además de la escala global de estigmatización, también se han medido otros conceptos como anticipación del rechazo de los otros, la sensación de estar sucio, la sensibilidad a las opiniones de los demás, los sentimientos de culpa o vergüenza, o el secretismo con la enfermedad cuando el paciente tiene lesiones activas. El 27 por ciento de los pacientes con psoriasis activa anticipan el rechazo, el 13 por ciento afirma sentirse culpable y humillado y el 13 por ciento experimenta un sentimiento de imperfección.

En muchas ocasiones, la sociedad no ayuda a normalizar su situación, "ir al gimnasio, o a la piscina es difícil. Las personas evitan el contacto con los pacientes, no se quieren duchar a su lado y en muchas ocasiones no les permiten ni entrar en el agua. Esto convierte a los pacientes en personas retraídas", argumenta la citada especialista.

Los datos derivados del estudio demuestran cómo los pacientes que tienen lesiones activas de la enfermedad sufren más las miradas, no siempre complacidas, de su entorno.

En este sentido, la Dra. García-Bustinduy comenta: "es maravilloso ver el cambio que puede suponer en sus vida un tratamiento acertado y efectivo de la psoriasis. Da lo mismo la edad o sexo del paciente, todos mejoran enormemente su calidad de vida, sus relaciones, su ánimo, su humor, cuando la enfermedad se controla bien. Actualmente hay fármacos que, bien empleados y con un correcto control resultan efectivos y seguros".