El trasplante renal de donante vivo se ha multiplicado por diez en España en la última década

En un entorno cambiante en el que disminuye la mortalidad por accidentes de tráfico y cambia el perfil del donante, cada vez de edad más avanzada

España, líder mundial en donación de órganos, con 35,3 donantes por millón de población (pmp) en 2011, marca la pauta internacional a seguir para lograr la autosuficiencia en trasplantes. Las medidas adoptadas por la red española de donación y trasplante han conseguido aumentar el número de trasplantes realizados en nuestro país. En el año 2011 se realizaron 4.222 trasplantes de órganos, lo que supone un incremento de un 12 por ciento en la actividad.

Y la tendencia, según explica la doctora Beatriz Domínguez-Gil, experta de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), sigue siendo la misma en lo que llevamos de año –de enero a mayo la ONT registra un aumento del 8 por ciento en el número de trasplantes. Este resultado es especialmente significativo en un entorno cambiante en el que disminuye progresivamente la mortalidad por accidentes de tráfico y cambia el perfil del donante, cada vez de edad más avanzada.

Las medidas adoptadas en España en los últimos años se enmarcan dentro del Plan Estratégico Donación 40 que persigue, entre otros objetivos, potenciar el trasplante renal de donante vivo. Con este plan, España se ha anticipado a los cambios epidemiológicos acontecidos en nuestro país, para cubrir la creciente necesidad de órganos para trasplante.

Donación de vivo

El incremento del trasplante renal de donante vivo ha sido especialmente importante. En la última década nuestro país ha multiplicado por diez esta actividad: de 31 trasplantes renales de donante vivo realizados en el año 2001, hemos pasado a 312 en 2011. Este tipo de trasplante se realiza ya en 28 hospitales de todo el país, según explica Domínguez-Gil.

Se estima que, cuando una persona quiere donar un riñón en vida a un ser querido, tiene un 30 por ciento de posibilidades de no poder hacerlo por ser incompatible con el receptor. El programa de trasplante renal cruzado fue concebido con el objetivo de facilitar el trasplante de vivo en estas circunstancias. A este programa, se suma también el de la donación de buen samaritano. La combinación de ambos programas hace crecer exponencialmente las posibilidades de trasplante.

En 2011 se efectuaron en España 7 trasplantes renales de vivo a través de ambos programas, lo que incluyó la realización de una cadena de tres trasplantes que comenzó con un donante 'buen samaritano'. Este año hay varias posibilidades de trasplante adicionales ya identificadas.

Otra de las actividades del Plan Donación 40 ha sido el desarrollo de una Guía de Buenas Prácticas en la Donación de órganos. "Esta guía, la primera en el mundo, describe prácticas de excelencia en este proceso y por tanto plasma lo mejor de nuestro sistema, ya de por sí un referente mundial", afirma la doctora Domínguez-Gil.

Pero sin duda alguna, "la vía más clara de expansión está representada por la donación en asistolia o donación a corazón parado". De hecho, este tipo de donación se ha duplicado en los cinco primeros meses de este año con respecto al mismo periodo del año anterior (con cerca de 80 donantes a fecha 1 de junio de 2012). En la actualidad, son ya 12 los centros españoles con programas activos de donación en asistolia, que por tanto se han sumado a un programa complejo, pero absolutamente necesario.

La autosuficiencia en trasplante

La escasez de órganos para trasplante es un problema universal y la principal causa de prácticas éticamente inaceptables como el tráfico de órganos y el turismo del trasplante. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que entre un 5 y un 10 por ciento de los trasplantes renales que se realizan en el mundo se hacen bajo algún tipo de comercialización.

Para afrontar esta situación, a través de la Resolución de Madrid del año 2010, la OMS llama a todos los gobiernos del mundo a asumir responsabilidades en el logro de la autosuficiencia en trasplante. "Los gobiernos deben desarrollar estrategias para satisfacer las necesidades de trasplante de su población, utilizando recursos de dentro de dicha población". La autosuficiencia es la forma más efectiva para luchar contra el tráfico de órganos y el turismo de trasplante y es el principal reto que han de afrontar todos los países del mundo en este campo.

La OMS también reconoce la necesidad de garantizar la seguridad en la utilización clínica de órganos, 'como terapia de naturaleza excepcional' y está embarcada en un proyecto de vigilancia a nivel global. Más específicamente, la Directiva Europea de Órganos, aprobada durante la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea en el año 2010, establece la obligatoriedad de que los Estados Miembros desarrollen un sistema para la notificación de problemas detectados en relación con el trasplante de órganos. España ya trabaja en un proyecto integral de vigilancia de órganos que persigue optimizar la seguridad del paciente trasplantado.