Sólo un 48 por ciento de las provincias españolas disponen de Unidades de Ictus

En el año 2025, 1.200.000 españoles habrán sobrevivido a un ictus, de los cuales 500.000 tendrán alguna discapacidad

El pasado 29 de octubre se celebró el día mundial del ictus, primera causa de mortalidad de la mujer y la segunda global, además de ser la primera de dependencia en España. Un problema que se verá claramente agravado dentro de unos años debido al progresivo envejecimiento de la población. Aproximadamente el 75 por ciento de los ictus afectan a pacientes mayores de 65 años y se ha calculado que, en el año 2025, 1.200.000 españoles habrán sobrevivido a un ictus, de los cuales 500.000 tendrán alguna discapacidad.

Según revela el informe realizado por el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares (GEECV) de la Sociedad Española de Neurología (SEN), "Recursos asistenciales en ictus en España", la implantación de las Unidades de Ictus en España es insuficiente y, sobre todo, desigual. Aunque están presentes en casi todas las comunidades autónomas (94%), sólo se cuenta con ellas en el 48% de las provincias. Esta situación es especialmente llamativa en comunidades como Andalucía (que solo cuenta con UI en 2 de las 8 provincias), Castilla-La Mancha y Galicia (que solo disponen de una) o en La Rioja (que no posee ninguna).

"En los últimos años, ha quedado demostrado que la existencia de Unidades de Ictus especializadas en los hospitales mejora drásticamente la asistencia sanitaria del ictus y es una medida eficaz para reducir la mortalidad y las secuelas neurológicas. Sin embargo, a pesar de la evidencia del beneficio de las UI y del tratamiento de trombolisis intravenosa sobre el pronóstico del paciente, la falta de un sistema de atención al ictus bien organizado y a la carencia de recursos adecuados, hace que  la mayoría de los casos de ictus en España no se favorezcan de estas ventajas", señala el doctor Jaime Masjuán, Coordinador del GEECV de la SEN.

Los resultados del estudio también muestran que en el 65 por ciento de las Comunidades Autónomas existe algún hospital con experiencia en intervencionismo neurovascular, tratamiento aplicado cuando la trombolisis intravenosa falla o no se puede administrar. No obstante, son muy pocas las CCAA que disponen de este tratamiento las 24 horas del día y los 7 días de la semana. En el resto, sólo se administra en horario de 8 a 15. "Esto conlleva a la situación de que el paciente se podrá beneficiar o no según la hora del día en que se produzca el ictus", explica Masjuán.

A la luz de este estudio "se hace necesario buscar soluciones que permitan adecuar los recursos existentes en cada zona geográfica, así como buscar nuevos recursos para garantizar una óptima y equitativa asistencia sanitaria del infarto cerebral agudo. Una alternativa, aún por implantar, podría ser la telemedicina, hasta ahora sólo presente en Barcelona, Madrid, Baleares y Sevilla, con buenos resultados en términos de seguridad, eficacia y acceso precoz al tratamiento", concluye Jaime Masjuán.